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Muere Jesús Neira, el profesor encumbrado por Aguirre por defender a una mujer de una agresión machista

Símbolo de la lucha contra la violencia de género tras recibir una paliza al ayudar a una mujer cuando era maltratada por su novio en 2008, Esperanza Aguirre le dio un cargo público en Madrid, pero terminó dilapidando su capital con sus polémicas declaraciones.

Jesús Neira en una imagen de noviembre de 2009. / EFE

PÚBLICO / AGENCIAS

Jesús Neira, el profesor universitario que en 2008 recibió una paliza —por la que pasó varios meses en el hospital y estuvo en coma más de dospor ayudar a una mujer que estaba siendo agredida por su pareja, falleció este sábado en Madrid a los 62 años en el Hospital de Puerta de Hierro, centro en el en el que permanecía en coma desde hace varios días tras sufrir un derrame cerebral.

El 2 de agosto de 2008, Neira intentó ayudar a una mujer, Violeta Santander, que estaba siendo golpeada en Majadahonda (Madrid) por su novio, Antonio Puerta, tras lo que fue agredido "con gran agresividad" por para de éste. Neira, que estaba acompañado por su hijo cuando recibió la paliza, empezó a sentirse peor al día siguiente de la paliza y acabó ingresando en el Puerta de Hierro, donde fue intervenido a vida o muerte y estuvo en coma durante 66 días. Desde entonces se tuvo que someter a distintas intervenciones quirúrgicas, entre ellas una craneoplastia y la implantación de un marcapasos, y a continuas sesiones de rehabilitación. De hecho, Neira sufrió severos problemas de salud en los últimos años, que le llevaron a estar ingresado en varias ocasiones.

Por su parte, Antonio Puerta fue condenado en noviembre de 2009 a siete meses y quince días de prisión por los malos tratos que infligió aquel día a su pareja, y falleció tras ingerir drogas en octubre de 2010.

A raíz de aquel suceso, el nombre de Jesús Neira saltó a los medios de comunicación y se convirtió en un símbolo de la lucha contra la violencia de género. Recibió numerosos premios y galardones. Los políticos no fueron ajeno a ello y se también se subieron al carro: en enero de 2009, Esperanza Aguirre, entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, le nombró presidente del Consejo asesor del Observatorio regional de Violencia de Género, después de haberle galardonado con la Medalla de Oro al Mérito Ciudadano de la Comunidad de Madrid. El Gobierno de España también le concedió además la Gran Cruz del Mérito Civil.

Pero el profesor universitario dilapidó pronto ese capital político y social con sus polémicas declaraciones, en las que mostraba una ideología claramente conservadora y autoritaria y en las que cuestionaba permamentemente el Estado de Derecho. Además, se mostró a favor de la tenencia de armas y  se enfrentó a Violeta Santander, mujer a la que había ayudado y a la que terminó llamando "cucaracha".

Pero la puntilla fue que, siendo presidente del Consejo Asesor del Observatorio Regional de la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, fue condenado a 1.800 euros de multa y a la retirada del carné de conducir durante diez meses tras ser cazado en un control de alcoholemia mientras conducía en estado de embriaguez en septiembre de 2010.

Aquel hecho generó numerosas críticas, pero él nunca se arrepintió ni pidió perdón por conducir bebido  —"No voy a dejar de beber", llegó a decir en plena tormenta mediática— pese a ostentar un cargo público. Temerosa de que la polémica la salpicara, Esperanza Aguirre decidió soltar lastre: con la misma facilidad que lo había encumbrado, destituyó a Neira justificando que había que recortar gastos por la crisis. Mes y medio después, en octubre de 2010, Neira sufrió un derrame cerebral que ya entonces le tuvo al borde de la muerte y del cual nunca se recuperó totalmente.

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