El peluquero catalán Lluís Llongueras ha muerto este lunes a los 87 años de edad debido a un cáncer de garganta. Nacido en la localidad de Esparraguera (Barcelona) en 1936, el peluquero catalán desarrolló una prestigiosa carrera que comenzó a trabajar con tan solo 14 años siendo ayudante de peluquería en la reconocida Can Dalmau. Fue allí donde su talento comenzó a brillar y su carrera despegó hacia lo más alto.

Apodado el Dalí de la peluquería, Llongueras era hijo de un modisto, y se inició en la peluquería de forma casi autodidacta y desarrolló siendo muy joven un nuevo concepto de belleza femenina.

Estableció su propio negocio en 1958 en Barcelona, desde donde se expandió a diversas ciudades del mundo llegando a ser el peluquero de los famosos, no sólo en España, sino también en el extranjero.

Personajes tan dispares como Isabel Preysler, Doña Sofía, Bianca Jagger y hasta el icónico Salvador Dalí pasaron por sus manos.

Fue un pionero en muchos sentidos, y en 1972 abrió el primer salón de peluquería unisex de España.

A finales de los años 70 y en los años 80 del pasado siglo creó diversas franquicias en academias y establecimientos de peluquería. También escribió diversos libros sobre peluquería y estilismo y una biografía de Salvador Dalí, con el que mantuvo una estrecha amistad, titulada Tot Dalí.

Su legado en la industria de la belleza y el estilo es imborrable. Y es que desde temprana edad, Llongueras mostró su pasión por el arte capilar. A los 14 años, se adentró en el mundo de las tijeras y los peines como ayudante de peluquería en la prestigiosa Can Dalmau. 

En el año en 2000, recibió la Creu de Sant Jordi y en 2008 la Medalla President Macià, dos de las más altas distinciones de la Generalitat de Catalunya.

Más allá de la peluquería

Su carácter polifacético lo llevó a explorar diferentes disciplinas artísticas, ganándose una fama inmensa en cada una de ellas. Como escultor, fotógrafo, escritor y pintor, dejó una huella única y extraordinaria. Entre sus destacadas colaboraciones, se encuentra su trabajo junto al célebre artista surrealista Salvador Dalí. Juntos, crearon una obra monumental: una gigantesca peluca que actualmente se exhibe en la habitación dedicada a Mae West en el Teatro-Museo Dalí de Figueras. Esta colaboración es un testimonio de la influencia de Llongueras en el mundo del arte y la moda.

Lluís Llongueras también se destacó por su labor filantrópica. Su fundación, la Fundación Llongueras, ha desarrollado proyectos sociales y educativos, brindando apoyo a personas en situación de vulnerabilidad y promoviendo la formación y el desarrollo profesional en el campo de la peluquería.