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Una Navidad con el grifo cerrado: los vecinos de Toro, en Zamora, llevan siete días sin agua potable

La localidad ha instalado tres depuradoras portátiles, a modo de fuente, para que los afectados por el problema llenen sus garrafas para tener agua en sus casas mientras los voluntarios de Protección Civil abastecen a las personas mayores.

Toro (Zamora)
Los vecinos de Toro (Zamora) cumplen este miércoles el séptimo día consecutivo con el agua de su red de abastecimiento declarada como no potable. Mariam A. Montesinos / EFE

Los vecinos de Toro (Zamora) cumplen este miércoles el séptimo día consecutivo con el agua de su red de abastecimiento declarada como no potable, una situación que ha dejado a esta localidad célebre por sus vinos sin poder consumir agua de grifo en plenas celebraciones navideñas.

Para salir del paso, la localidad ha instalado tres depuradoras portátiles, a modo de fuente, para que los afectados por el problema llenen las garrafas de agua potable para poder consumirlas en sus casas. Por su parte, los supermercados han visto como las ventas de agua embotelladas se han multiplicado.

En el caso de los hogares en los que residen personas mayores con problemas de movilidad o que no pueden cargar con las garrafas de agua son los voluntarios de Protección Civil los que se las llevan a la puerta de casa.

Un problema que no les pilla de nuevas a los vecinos, ya que sufrieron algo parecido durante tres días en el puente de la Inmaculada, a principios de este mes. El problema se solucionará cuando bajen os niveles de arsénico en el agua de la red. Para ello los afectados confían en que los análisis periódicos que se están llevando a cabo vuelvan a los parámetro normales. Un problema que tendrá solución a medio plazo cuando se construya una nueva potabilizadora.

"Ninguna situación de descontrol"

El presidente de Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) de Toro, Elier Ballesteros, ha reconocido a Efeque en su ámbito, los mayores trastornos se están causando tanto a la industria agroalimentaria, muy potente en el municipio, como a la hostelería.

El alcalde de la localidad, Tomás del Bien, por su parte, ha asegurado que pese a las dificultades que conlleva no contar con agua potable, no se ha producido "ninguna situación de descontrol o preocupación", ya que la gente lo tiene "asumido porque desde el primer momento informamos de cuál era el problema y de que no se iba a solucionar".

Tomás del Bien ha explicado que el problema viene de que el acuífero del que se toma el agua está sobreexplotado y eso hace que los niveles de arsénico estén al límite de los diez microgramos por litro de agua que fija la ley como el máximo permitido.

El Ayuntamiento está pendiente ahora del análisis que la Inspección de Sanidad realizará esta semana, por si el agua de la red de abastecimiento pudiera volver a declararse como potable, algo por lo que la población toresana estaría dispuesta a brindar con agua y no con vino.

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