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El nuevo decreto catalán de renovables fomentará el autoconsumo y el acuerdo con el territorio para avanzar en la transición energética

El president Aragonès y la consellera Jordà exponen la hoja de ruta del Govern en la materia, que arrancará con la modificación de esta normativa y hará los primeros pasos hacia un nuevo modelo energético que sea "descentralizado, distribuido y democrático" y no genere rechazo en el territorio. El objetivo final es que en el 2050 se haya descarbonizado Catalunya, con un enorme impulso a las renovables en esta década.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto a la consellera de Acción climática, alimentación y agenda rural, Teresa Jordà.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto a la consellera de Acción climática, alimentación y agenda rural, Teresa Jordà. Marta Pérez / EFE

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Teresa Jordà, han presentado este miércoles la hoja de ruta para acelerar la transición energética en Catalunya. La explicación del proyecto que tiene que poner al día en clave de sostenibilidad la generación de energía del país se ha hecho en un formato de conferencia conjunta, que llevaba por título "Compromiso 2030, horizonte 2050".

El primer paso, que se materializará ya en el Consejo Ejecutivo de la Generalitat del próximo martes, será la modificación del decreto de energías renovables, para incentivar el autoconsumo y priorizar los proyectos pactados con el territorio. "Hay que actuar ya", ha subrayado Aragonès y, de hecho, la consellera Jordà ha remachado que en esta década la producción de renovables debe crecer a un ritmo acelerado, para generar aproximadamente la misma energía que ahora mismo se hace en Catalunya.

En un acto celebrado en el Edificio Imagina, de Mediapro, Aragonès y Jordà han puesto el énfasis en la necesidad de actuar con urgencia ante la emergencia climática, un reto ambiental de carácter global a escala planetaria y del que, aseguraron, Catalunya no puede quedar al margen. En este sentido, Aragonès ha defendido que la apuesta por la transición energética es, desde el primer día, una prioridad de este Govern y que, en los próximos meses, el Ejecutivo tiene previsto acelerar el proceso de transición energética con el fin de implementar, de una vez por todas, un nuevo modelo energético en Catalunya. Jordà ha recordado que el despliegue de las energías renovables lleva 10 años parado en el país y Aragonès ha alertado de que hay que tomar la iniciativa en esta materia o serán actores foráneos los que acabarán imponiendo el modelo.

Modelo distribuido, descentralizado y participado

El objetivo es reducir las emisiones de efecto invernadero un 55% para 2030

El objetivo del plan de transición energética se basa en la descarbonización, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% en 2030 y llegando a la neutralidad de emisiones de carbono en el año 2050. Para lograrlo se plantean tres ejes esenciales: la descentralización, con un modelo distribuido que transforme la economía y la sociedad para implantar la nueva actividad económica allí donde se genera la energía; la democratización y participación del sistema poniendo las comunidades energéticas locales, con participación de la ciudadanía, en el centro de la producción de la energía eléctrica; y la cohesión territorial guiada por un modelo sostenible, respetuoso y acordado con el territorio, desarrollado con la cooperación de todos los agentes.

El Govern plantea una transición energética que vaya mucho más allá del cambio de generación eléctrica, ha defendido el presidente de la Generalitat. Que ha asegurado que no se hará con los parques eólicos o centrales solares la concentración que se produjo con las hidroeléctricas hace cien años porque supone desgastar un determinado territorio. La idea es que no pase en comarcas como la Terra Alta (Terres de l'Ebre) o les Garrigues (Lleida) lo que ya pasó en los Pirineos o el Valle del Ebro.

En Catalunya solo proceden de energías renovables 3,5 gigavatios de 12, que son el total de la producción energética 

El reto planeado es colosal. La consellera Jordà ha reconocido que "vamos atrasados y tenemos que hacer un gran salto adelante" y ha detallado que ahora mismo la "producción de energía eléctrica en Catalunya es de unos 12 gigavatios (GW), de los que "sólo 3,5 proceden de energías renovables". "El reto es que en 2030 lleguemos a los 14 GW de renovables. Debemos hacer en nueve años lo que hemos hecho en 140 [desde que llegó la electricidad en Catalunya]". "No es sorprendente que este cambio acelerado genere recelos en el territorio", ha reconocido la consejera. De hecho, durante la conferencia ha habido una protesta de un centenar de personas convocadas por la Red Catalana por una Transición Energética Justa, que pide reducir el impacto de centrales de producción en el medio rural.

Cambios en el decreto de las renovables

El proyecto para la transición energética en Catalunya se iniciará con la aprobación, en el Consejo Ejecutivo del próximo martes, de la modificación del decreto de las energías renovables (Ley 16/2019), que regula el desarrollo de las instalaciones eólicas y fotovoltaicas. Con los cambios en el decreto se incorporará la incentivación del autoconsumo priorizando el trámite de los proyectos que conecten a media tensión o sean inferiores a 5MW. Se eliminará la opción de las empresas de presentar proyectos sin conocimiento de los propietarios de los terrenos o de los ayuntamientos afectados. Y se obligará a disponer del acuerdo de los propietarios del 50% de la superficie afectada.

El cambio en el decreto supondrá pinchar la burbuja especulativa, iniciar un diálogo con las renovables y favorecer proyectos participados

También aumentará la disponibilidad de suelos, añadiendo los suelos urbanizables: "Las ciudades deben participar en la transición energética", comentó la consejera. Además, cualquier promotor de un proyecto deberá abrirse a cualquier persona o administración, como los ayuntamientos, para participar en un mínimo del 20% sea en la propiedad o en la financiación.Para Jordà, esta modificación es una "necesidad imperiosa, es la puerta hacia una pacificación territorial necesaria para una planificación estratégica", que "no se podrá hacer si tenemos al territorio molesto". Según ella, con el cambio del decreto de las renovables alcanzarán cuatro objetivos: "pinchamos la burbuja especulativa de los proyectos en el territorio; iniciamos un diálogo de verdad sobre las energías renovables en nuestro país; favorecemos los proyectos participados, que empoderan a la ciudadanía, hacemos que la gente sea propietaria; e introducimos la participación del mundo local y la ciudadanía".

Aragonès ha añadido que la previsión que manejan es que en 2030 se llegue al 50% de generación eléctrica vía renovables, que en 2040 llegue el apagón de las centrales nucleares y que en 2050 se haya completado la descarbonización energética y no se generen nuevas emisiones de dióxido de carbono.

Autorregulación comarcal

Otros puntos de la hoja ruta para la transición energética son la creación de la Red de Oficinas Comarcales de Transición Energética, una red de técnicos coordinados que el Govern situará a cada comarca para apoyar a los municipios en los proyectos de energías renovables. También plantea la aprobación del Plan territorial sectorial de las energías renovables en Catalunya, previsto durante el segundo semestre de 2023. Según Jordà, con este plan "sabremos qué espacios de cada comarca pueden acoger instalaciones o ya no pueden acoger más, pasaremos del 'aquí no' al 'aquí sí'" y ha dejado claro que la decisión final recaerá en la propia comarca, que "deberá autorregularse".

El Govern quiere crear una energética pública para influir en el sector de la energía 

Además, el Govern también pretende sacar adelante una nueva Ley de Transición Energética en coherencia con los objetivos establecidos en la Ley de cambio climático. El Govern quiere que la normativa llegue al Parlamento durante el primer semestre del próximo año. Otro punto es la creación de una energética pública con capacidad de influir desde la administración en el sector de la energía, y que participará en la propiedad de nuevas plantas de generación renovable, y podrá entrar en la gestión pública de las centrales hidroeléctricas cuando caduquen las concesiones.

Otro punto del plan es el impulso del aprovechamiento de la biomasa o el biogás a través de la Estrategia de la Bioenergía de Catalunya. Y también se aprovecharán las infraestructuras industriales presentes en Catalunya por otras fuentes de energía como el hidrógeno verde. Por todo ello, Aragonès ha concluido diciendo que "más que hablar de transición energética deberíamos hablar de disrupción. Para hacer frente a crisis climática el cambio debe ser profundo y no podemos hacer el cambio con los parámetros de mercado del siglo XX. Por eso hablamos de generación distribuida cercana a los centros de consumo".

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