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Paloma Fernández Coleto: "Los que no han visto la crueldad de la frontera no se hacen una idea de lo que supuso la crisis en Ceuta"

Personas migrantes caminan por la playa del Tarajal, el 17 de mayo de 2021, en Ceuta. E.P./Antonio Sempere
Personas migrantes caminan por la playa del Tarajal, el 17 de mayo de 2021, en Ceuta. Antonio Sempere / EUROPA PRESS

Entre el 17 y el 19 de mayo de 2021 Marruecos abrió, de forma unilateral, la frontera terrestre con España y Europa del paso de Ceuta. Más de 15.000 personas cruzaron por el Tajaral en lo que constituyó una de las mayores crisis diplomáticas de la Historia reciente entre Marruecos y España. En marzo de 2022 el gobierno de Pedro Sánchez reconocería la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y meses después tendría lugar la masacre de Melilla, en 24 de junio. Es indispensable entender bien lo que sucedió en Ceuta para poder interpretar lo que ha pasado después.

En plena polémica sobre si debe o no dimitir Marlaska, se estrena este miércoles 7 en Madrid el documental La marcha no fue verde, de la periodista Paloma Fernández Coleto, directora de El Foro de Ceuta con la que hemos tenido la oportunidad de hablar.

Es directora de un medio local, anda corriendo todo el día, ¿Por qué se embarca además en este documental? ¿Hay más que aportar que lo que ya salió en prensa?

Se iba a cumplir un año de la crisis de mayo y hablando con una compañera dijimos de hacer un reportaje sobre lo que pasó doce meses después… el reportaje acabó siendo un documental con más de 20 entrevistas y recuperando las emisiones en directo que hicimos desde El Foro de Ceuta durante toda esa semana. Si piensas en hacer algo, hay que hacerlo a lo grande, ya que te pones, pues te pones. Siempre hay cosas que aportar desde la calma y con la perspectiva del paso del tiempo, sobre todo cuando las consecuencias de todo lo vivido se siguen viviendo hasta la actualidad. Piensa que seguimos inmersos en un proceso judicial por las devoluciones de menores que se realizaron meses después de la llegada de mayo. Eso si, el documental se tratan solo los hechos de mayo, las devoluciones de menores darían para otro proyecto a parte, que no descarto.

¿Cuáles es la información que destacaría como la más relevante que transmite el documental?

La información que se daba en directo desde El Foro de Ceuta como hilo conductor de las entrevistas hechas un año después dan una perspectiva muy interesante de lo que pasó. Aún así, creo que lo más importante es conseguir dar voz a algunas de las personas migrantes que consiguieron pasar y que hoy ya viven en la Península, además de las denuncias vertidas por las diversas ONGs a las que entrevistamos, y cómo no, la perspectiva de Guardia Civil y Policía Nacional, que durante esos días compaginaron su función de seguridad ciudadana con la de salvar vidas en el mar, en el caso del Servicio Marítimo o reanimar a un joven tras un intento de suicidio, como fueron los policías nacionales a los que entrevistamos. Creo que con el documental se rompen muchos esquemas.

¿Qué emociones está generando en las audiencias?

Por ahora solo lo hemos proyectado una vez en Ceuta, en la presentación y la acogida fue muy buena. En general todo el mundo coincidió en que refleja perfectamente todo lo que pasó esos días de mayo, pero claro, fueron personas que lo vivieron directamente, quizá es más complicado llegar hasta ellas siendo veraz y mostrando todas las aristas de lo que pasó.

Cartel de la presentación del documental 'La marcha no fue verde'.
Cartel de la presentación del documental 'La marcha no fue verde'. CEDIDA

¿Cree que la gente entiende y vive igual el documental en todas las partes de España?

Sinceramente creo que es imposible que personas que no han visto nunca la crueldad de una frontera, y en especial de la frontera sur -recordemos que es la mayor diferencia de renta per cápita entre dos países a nivel mundial-, puedan hacerse una idea de lo que supuso esa entrada en Ceuta. El documental se llama La marcha no fue verde, precisamente por eso, para eliminar de la cabeza de la gente la idea de que fue una invasión violenta con pretensiones de conquistar el territorio. Eran mujeres, jóvenes y niños y niñas que volvían a entrar en Ceuta después de haber estado la frontera dos años cerrada por el coronavirus.

Sobre lo que relata, ¿qué le gustaría conseguir en términos de incidencia social?

Pues justamente eso, que quienes vinieron a Ceuta aquellos días de mayo no venían a conquistarnos, sino que venían dando las gracias a España y besando el suelo. Si hubiese vías legales, seguras y justas -esto último es fundamental- para entrar a España y si no hubiese hambre y pobreza al otro lado de la valla, no habría pasado lo de mayo. Debemos recordar que a Ceuta, antes de la pandemia, entraban unas 30.000 personas al día a trabajar bien del porteo o del trabajo doméstico, sector servicios o de la construcción, y que cada una de esas 30.000 personas viven en hogares con una media de cinco personas, y que del día a la mañana, se quedaron sin ningún tipo de ingresos, ya que Marruecos cerró la frontera de manera unilateral sin crear ningún recurso para todas estas personas. ¿Qué supuso? Empobrecimiento de la zona norte de Marruecos, revueltas sociales durante la pandemia y una fuerte necesidad de emigrar por cualquier medio y una ventana de oportunidad con la crisis diplomática, para poder volver a Ceuta. Muchas de las personas que entraron fueron directamente a sus empleadores para intentar recuperar sus trabajos. ¿Qué me gustaría conseguir? Pues que se eliminen ciertos estereotipos y discursos de odio sobre lo ocurrido en mayo, y que se sepa por qué pasan las cosas, para que se puedan entender.

¿Las periodistas que cubren migraciones tienen que ser activistas?

Deben ser férreos defensores de los derechos humanos, y si eso supone ser activista, si. Deben serlo.

Ahora llega a Madrid, ¿es indispensable proyectar en la capital?

Proyectar en la capital es una pasada, de hecho agradezco a la Fundación Ortega y Gasset- Gregorio Marañón, la oportunidad de presentarlo y crear un espacio de encuentro abierto a la ciudadanía para poder, precisamente, romper muchos de los mitos que se tienen a este lado del Estrecho. En Ceuta sabemos lo que pasó, lo vivimos y lo seguimos viviendo, es fundamental que el resto del país sepa lo que pasa en la ciudad autónoma.

¿Por quién hace este documental? ¿Por usted, por las personas que vivieron lo de Ceuta, por las audiencias para que lo vivan?

Hago este documental para intentar poner un poco de luz a lo que pasó, también para poner en valor las vidas que se salvaron y criticar algunas de las gestiones que se hicieron. Lo hago también por las personas que consiguieron cruzar para cumplir sus sueños, pero también por aquellos cuerpos que llegaron a la costa sin vida. Pero, creo que también lo hago egoístamente, para intentar entender por qué pasan las cosas.

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