ERC, JxCat, los comunes y la CUP han hecho una resolución conjunta en el Parlament para restituir la memoria histórica de las mujeres condenadas por brujería en Catalunya. Los impulsores denuncian la "persecución misógina" contra estas mujeres. El texto se debate en la sesión del pleno de la cámara catalana, durante la mañana del miércoles.

La 'caza de brujas' dejó centenares de feminicidios en Catalunya entre los siglos XVI y XVIII, en una sociedad feudal donde las mujeres con conocimientos médicos, viudas o no normativas eran acusadas de brujería y asesinadas con la complicidad social.

Además del reconocimiento a estas mujeres como víctimas de una "persecución misógina", el texto incluye que los ayuntamientos catalanes revisen su callejero para incorporar los nombres de las mujeres condenadas por brujería en su municipio, como forma de "reparación histórica y de feminización" de sus calles.

"Con la visión que tenemos hoy en día, hablaríamos de feminicidio y persecución política a la disidencia", explica en declaraciones a EFE la diputada de ERC Jenn Díaz, una de las impulsoras de la propuesta de resolución.

La campaña surgida en la revista Sàpiens llamada "No eren bruixes, eren dones" (No eran brujas, eran mujeres) llegó a oídos de Díaz y ambos consensuaron un texto con el resto de grupos para presentar a la cámara.

La resolución señala que las mujeres que fueron "procesadas, torturadas y ejecutadas" por supuesta brujería eran "migrantes, pobres, sanadoras, con saberes sobre la sexualidad y la reproducción, gitanas, viudas y consideradas conflictivas". "Todas ellas estigmatizadas y señaladas por sus propios vecinos como brujas y emponzoñadoras", añade el texto.