Este artículo se publicó hace 4 años.
PedofiliaDetenidos dos pederastas en Gandía y Gijón buscados a nivel internacional
Tras su detención, los agentes de la Policía constataron su presunta participación en otros hechos similares con dos niñas de su círculo familiar y, además, permitió identificar a su "mentor", otro pederasta "con un gran prestigio y reputación" en la comu
Valencia-
Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos peligrosos pederastas que figuraban entre los más buscados a nivel internacional, según ha informado la Dirección General de la Policía.
Los arrestos, llevados a cabo en Gandía (Valencia) y Gijón, son el resultado de una investigación de casi dos años de duración que comenzó tras ubicar en España el escenario de unas imágenes donde se mostraban graves abusos sexuales a una niña de cinco años.
Tras lograr su detención, los agentes constataron su presunta participación en otros hechos similares con otras dos niñas de su círculo familiar y, además, permitió identificar a su "mentor", otro pederasta "con un gran prestigio y reputación" en la comunidad pedófila.
Pese a la relación de confianza existente entre ellos, uno de los detenidos accedió ilegalmente al equipo informático del otro, a fin de obtener y distribuir material pedófilo inédito, hecho que contribuye a "adquirir un mayor estatus dado el valor que ese material posee en el mercado pedófilo".
La investigación se inició en el mes de mayo del 2018, cuando la Policía de Australia publicó, a través de una base de datos mundial dependiente de Interpol, varias fotografías descubiertas en la red Tor en las que se observaba a una menor que estaba siendo abusada sexualmente.
Una vez analizadas las fotografías, los investigadores de la Unidad Central de Ciberdelincuencia establecieron que la menor podía encontrarse en España, por lo que solicitaron la colaboración de los especialistas de la UFAM Central.
Las pesquisas llevadas a cabo por los agentes permitieron localizar el escenario de las imágenes en una localidad alicantina, además de identificar al presunto autor de los hechos y a la víctima, una niña de cinco años de edad perteneciente a su círculo familiar.
Tras establecer un dispositivo en torno al investigado, los policías lograron su detención en Gijón, llevando a cabo la entrada y registro de su vivienda donde localizaron la cámara utilizada para fotografiar al menor. Además, constataron su presunta implicación en abusos sexuales a otras dos niñas, también de su núcleo familiar cercano.
En su declaración ante los agentes, el pedófilo reconoció haber realizado las fotografías, aunque "negó rotundamente" haber compartido el material en la red Tor, hecho que constataron los investigadores. Tras varias gestiones entre sus contactos, los policías localizaron a un individuo, que identificaba como su "mentor", que conoció en uno de los foros de la red oculta. Los policías acreditaron que este individuo comprobó que su interlocutor poseía material de nueva producción.
Los agentes comprobaron la peligrosidad del nuevo pedófilo implicado, quien estaba siendo perseguido por distintos cuerpos policiales europeos y que, incluso, "se jactaba de haber abusado sexualmente de unas niñas que estaban a su cargo".
Los agentes comprobaron que se trataba de un varón de 30 años de edad y residente en Gandía y constataron que se quedaba al cuidado de las hijas de su pareja, de ocho y once años, por lo que, ante la situación de grave riesgo real y actual para las menores, se solicitó la diligencia de entrada y registro en el domicilio de sus dos progenitores, dado que "pasaba mucho tiempo en ambos".
Los agentes acreditaron la posesión de material pedófilo almacenado en una memoria USB con programas de encriptación, que aparentemente se encontraba vacía de contenido.
Igualmente descubrieron un contenedor oculto y encriptado de gran capacidad, que albergaba más de 80.000 archivos de pornografía infantil, además de hallar el programa utilizado para sustraer el material de abuso sexual infantil que dio origen a la investigación y el conocido "Manual del pedófilo".
Posteriormente, tras cerca de un año de investigación, localizaron nuevas imágenes en las que el detenido abusaba de otra menor de edad. Los policías lograron identificar a la niña, una menor de su entorno familiar, y descubrieron la existencia de fotografías de otras menores del entorno del encartado que, sin ser explícitamente sexuales, denotaban una inequívoca obsesión hacia las niñas.
Los investigadores afirman que el detenido seleccionó a la madre de las dos niñas como pareja -familia monoparental y desestructurada- ya que "le aseguraba estar en disposición de las menores durante mucho tiempo"; y destacan que se convirtió en el tutor de las dos hijas de su pareja, dado que ésta ingresó en prisión por hechos ajenos a la investigación.
Finalmente, y tras su ingreso en prisión, se adoptaron las oportunas medidas de protección respecto a las dos menores que se encontraban bajo su custodia, así como de la menor víctima de abuso sexual y de las otras dos menores de las cuales se descubrieron imágenes de carácter personal.
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