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Un periodista brasileño denuncia maltrato policial en Catar al confundir la bandera de Pernambuco con la LGTBI

El reportero explica que le pisaron la bandera, le atacaron y le obligaron a borrar el vídeo. La bandera de Pernambuco se caracteriza por tener un arcoíris de tres colores: rojo, amarillo y verde.

Pernambuco Catar
Captura del vídeo publicado donde se aprecia a un policía con la bandera de Pernambuco.

El periodista brasileño Victor Pereira, que en estos momentos se encuentra en Catar cubriendo el Mundial de fútbol, ha denunciado a través de un vídeo publicado en Twitter el maltrato que ha sufrido por parte de la policía de este país por confundir su bandera del estado de Pernambuco con la del movimiento LGTBIQ.

La bandera de Pernambuco se caracteriza por tener un arcoíris de tres colores: rojo, amarillo y verde. Según relató el periodista, los agentes policiales, junto con algunos integrantes de la organización, le pisaron la bandera, le "atacaron" y le "obligaron" a borrar el vídeo tomado con su móvil. Una vez desechada la información se lo devolvieron, asegura.

Pereira denuncia en el vídeo que otras dos voluntarias del Mundial también recibieron sendas represalias por sostener la insignia: "Vinieron detrás de las chicas pensando era una bandera LGBT, pero en realidad es solo la bandera de Pernambuco".

En su cuenta verificada, el periodista de TV Nova publicó otros dos vídeos grabados por transeúntes en los que se puede apreciar cómo un policía sostiene la bandera de Pernambuco y un hombre vestido de túnica y pañuelo blancos, atuendo tradicional de los pueblos árabes del Golfo, les aborda pidiéndoles la acreditación.

El estado de Pernambuco es uno de los 27 que tiene Brasil. Su bandera fue creada en 1817. El color azul, que invade las tres cuartas partes, simboliza la grandeza del cielo; el blanco restante representa la paz; el arcoíris tricolor, la unión del pueblo pernambucano, la estrella simboliza el estado y el sol, la fuerza y la energía. 

Polémica tras polémica

Una nueva polémica que se suma a la que vivió hace unos días el reportero estadounidense Grant Wahl, quien denunció haber tenido dificultades para acceder al estadio del Mundial de Catar por llevar una camiseta del arcoíris. 

Una combinación de colores que está siendo un quebradero de cabeza para la FIFA que a golpe de prohibición no deja lucir el arcoíris. Otros ejemplos de ello fueron cuando obligaron a quitar la palabra amor de la segunda equipación de la selección belga o la decisión de sancionar con tarjeta amarilla a los capitanes que luzcan el brazalete One love.

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