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Plogging Llegan los ploggers: los corredores que limpian playas y calles de residuos 

El sábado se celebró el Día Internacional de la Limpieza de Costas, y en la playa de la Barceloneta, unos cuantos corredores se dieron cita para una sesión de “plogging”, una actividad que cada día gana más adeptos y consiste en en hacer deporte mientras se recogen residuos sólidos. 

Un grupo de ploggers en la playa de la Barceloneta, Barcelona.

El sábado fue el Día Internacional de la Limpieza de Costas y no estaría de más, dada la suciedad que acaba en ellas (tenemos recientes las vacaciones en la playa, somos conscientes de esto), que no hubiera solo un día dedicado a ello sino muchos más. Al menos, a nivel concienciación general que implique al señor de la calle, aunque quizás esto fue lo que debieron pensar los que se sacaron de la manga el término plogging. ¿Te suena esto?

Es una actividad que practican los amantes del running concienciados con el cuidado del medio ambiente: se trata de recoger residuos sólidos mientras vas corriendo, y ya son varias las ciudades que tienen grupos de este tipo, como es el caso de la Ciudad Condal donde ayer se reunieron en la playa de La Barceloneta para dejarla impoluta de plásticos. “Lo venimos haciendo habitualmente desde hace tiempo”, explica Priscila Fernández, de Barcelona Plogging. De hecho, llevan recogidos unos 500 kilos de plásticos en los meses anteriores a la iniciativa.

"Ahora busco palos de chupa-chups, desde que vieron una tortuga atragantada con uno", afirma un plogger

No solo se limpia la arena de la playa: en Barcelona a veces también limpian el agua de basura los que practican paddle surf: “En la arena sobre todo hay vasos de plástico, pajitas, botellas de agua, microplásticos... Yo ahora busco palos de chupa-chups, desde que encontraron una tortuga atragantada con uno”, añade.

Es aberrante la cantidad de basura, plásticos en general, que acaba en nuestros mares, que parecen haberse convertido en nuestro vertedero para todo: el Mediterráneo posee el 7% de los microplásticos globales, el 95% de los residuos que flotan en este mar son plásticos, procedentes básicamente de Turquía y de España, según WWF. A todos nos suenan las noticias sobre las islas de plástico, en concreto, sobre el Great Pacific Garbage Patch (GPGP), ubicada a medio camino entre Hawai y California y que es la mayor zona de acumulación de plásticos oceánicos en la tierra.

Esta isla, que no tiene nada de paradisíaca, acumula 1,8 billones de piezas de plástico, que pesan 80.000 toneladas: su superficie equivale ya a Francia, España y Alemania juntas. Y empeorando día a día, según publicó la revista Scientific Reports.

La iniciativa llevada a cabo en Barcelona este sábado, en la que se han recogido aproximadamente unos 20 kilos de residuos (entre plásticos, papel y colillas), ha permitido limpiar cuatro playas: Barceloneta, Sant Sebastiá, Somorrostro y Nova Icaria. La convocatoria ha estado en manos del grupo Barcelona Plogging, de Sunrise Runners, Nike Box y de una pequeña pyme familiar, capitaneada por una mujer, y que se dedica a fabricar muebles eco sostenibles destinados al reciclaje y otros artículos cuya materia prima es, como no podía ser de otra forma, el plástico reciclado.

Niimar (que significa “para nosotros, no para el mar”), es una firma finlandesa que lleva lo del respeto al medio ambiente hasta sus últimas consecuencias: “Solo sacamos al mercado productos que sean útiles y estén realizados con materiales sostenibles. No queremos sacar ni un producto innecesario más, el medio ambiente no lo necesita”, explica su fundadora, Enii Karikoski. Fundó su empresa a raíz de todas las noticias sobre las islas de plástico, de hecho, algunos de los artículos que comercializa, como un reloj de pared, está hecho con envases de cosméticos. También han lanzado al mercado un mueble, Ecosmol, para reciclar, tanto en casa como en oficina, que lo mismo sirve de papelera que de mesita baja: está hecho con madera de abedul de Finlandia y sus compartimentos para vidrio, papel y plásticos, se pueden lavar, lo que evita tener que poner una bolsa de plástico.

"No somos conscientes del plástico que utilizamos día a día o de los envases de un único uso que usamos. A la hora de ir a comprar, por ejemplo, es mejor utilizar una bolsa de lino para llevar frutas y verduras, que una de plástico. En Europa estamos generando, por persona y al año, unos 500 kilos de basura”, explica Karikoski.

El plogging nació en Suecia el año pasado (país que, por cierto, recicla el 99% de su basura y que compra desechos a otros países porque con ellos generan energía) y el nombre es una contracción del verbo jogging y del verbo sueco plocka upp, que significa recoger. En todo caso, parece claro que cada día gana más adeptos o mejor dicho, cada día hay más ploggers en nuestras playas y calles. Lucía Martín

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