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Pobreza energética Así sufren las familias vulnerables el precio récord de la luz: "Te condenan a caer enfermo"

Son muchas las personas que ven acrecentar su deuda con las eléctricas y reclaman ayudas urgentes sin trabas burocráticas  para paliar los efectos provocados por la crisis económica del covid-19.

Un hombre mira de espaldas por la ventana
Un hombre mira de espaldas por la ventana. Donald Gong

El precio de la electricidad comenzó su escalada en junio. Dos meses después y un horario por franjas, la luz continúa al alza batiendo máximos históricos -la factura del usuario medio se ha elevado hasta los 92 euros-; y se prevé que siga así hasta finales de año. En plena ola de calor, buscamos cobijo en los aires acondicionados, los ventiladores de toda clase: de suelo y techo, de pared, de pie o de mesa. Todos ellos comparten la misma función: mover la masa de aire para simular un frío inexistente. Es sencillo, pero este verano hay muchas personas que no podrán hacer girar las aspas. Ni usar el ventilador, ni la luz.

Marco Antonio tiene una deuda con una eléctrica que asciende a 3.000 euros. Su pensión de 640 euros no puede cubrir todos los gastos de su familia, ocho convivientes entre hijos y nietos que tuvieron que volver al hogar paterno tras perder el trabajo en la pandemia. "¿Por qué no nos echan una mano? ¿Cómo amenazan con cortar la luz a una familia con dos niños?", se pregunta Marco Antonio. Iberdrola, la compañía que le suministra la electricidad, le concedió pagar la deuda a plazos, pero el creciente precio de la luz le hace imposible asumir la cantidad acordada.

A Marco Antonio, de 75 años, la ayuda de 300 euros no le llegó hasta cinco meses después

A sus 75 años, Marco Antonio busca alternativas para conseguir ayuda, en el Ayuntamiento de Galapagar, municipio madrileño en el que reside, la trabajadora social asignada le pide multitud de documentos para concederle 300 euros. La burocracia para conseguir el dinero es hastía. La ayuda, después de todo, no llega hasta cinco meses más tarde. La Asociación de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales denuncia el retraso en las subvenciones por las trabas burocráticas y exige que este tipo de ayudas urgentes no se tramiten de la forma regular, sino con agilidad. Francisca Blanca de Ecologistas en Acción explica que a muchas personas les cuesta reunir la documentación, por ejemplo, para ampliar el plazo de la deuda: "La moratoria no sirve para todos. Te exigen un informe que hace una trabajadora social. Muchas veces se da la orden de no hacerlo, aunque de ello dependa la vivienda, la luz, el gas o el agua".

"A mis hijos nunca les ha faltado un plato encima de la mesa, pero mi marido y yo comíamos huevos día sí y día no"

En el mismo caso se encuentra Arantxa, vive de alquiler social, pero desahucian a su familia en octubre por impago. "Nos quedamos sin trabajo en el confinamiento y no pudimos pagar el alquiler de la vivienda", explica. El domicilio pese a ser de alquiler social "pertenece a un gran tenedor, un fondo buitre", aclara. La pérdida de trabajo de los dos padres por la crisis económica provocada por el covid-19 ha creado situaciones muy difíciles en el hogar: "A mis hijos nunca les ha faltado un plato encima de la mesa, pero mi marido y yo comíamos huevos día sí y día no", recuerda la afectada.

Una lámpara brinda luz en la oscuridad.
Una lámpara brinda luz en la oscuridad. Dorran

La electricidad para su familia es inasumible, llevan dos años sin poder pagar la factura de la luz que asciende a 2.000 euros. "Tenemos las cuentas embargadas, no podemos pagar otros gastos como el gas o la comida. Creemos que no nos cortan la luz porque necesito varios aparatos para dormir, un respirador y una máquina para el corazón", expresa Arantxa. No reciben ningún tipo de ayuda, solo las amenazas constantes de la eléctrica. "Las medidas del Gobierno son más que insuficientes, no es asequible tener tramos horarios para usar la luz".

Muchas asociaciones reclaman una factura social acorde a la renta del consumidor

Arantxa reclama que se debería de pagar la electricidad según tu nivel de renta, "igual que la declaración de hacienda". Esta propuesta la estudia la Comisión de Energía de Ecologistas en Acción de Madrid que junto a la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, están elaborando un informe para presentar una tarifa social al Gobierno consistente en cobrar la factura de la luz a las personas vulnerables según sus ingresos. También FACUA ha creado un decálogo de reivindicaciones, la primera es la creación de una tarifa social que "represente un descuento de al menos el 50% de la factura y al que puedan acogerse las familias cuyos ingresos no superen dos salarios mínimos".

Problemas salubres

La temperatura ideal diurna dentro de los hogares se sitúa entre los 21º y 23º, si la vivienda se encuentra por debajo o por encima de ese umbral puede ocasionar problemas en la salud de los habitantes de forma indirecta, agravando enfermedades crónicas en personas sensibles. La ola de calor produce este efecto en los hogares. Marco Antonio vive ese problema angustiado. Sus nietos por las noches lloran: "no puedo dormir, abuelo, hace mucho calor", dicen. La misma situación se vive en casa de Arantxa: "No puedo poner un maldito ventilador".

El verano es todavía soportable, pero algunos temen al invierno, donde los problemas de salud son mas graves: congelaciones, hiportemias, favorecimiento de la aparición de la bronquitis, gripe o neumonías. Marco Antonio lamenta: "No sé que haremos cuando llegue noviembre y el frío". También Francisca lo denuncia: "Te condenan a caer enfermo". 

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