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Portugal decreta el estado de contingencia para combatir los incendios que están asolando el país

El Gobierno luso despliega cientos de operativos en los distintos focos activos con ayuda de dos aviones españoles.

Bomberos combatiendo el incendio de Cruzinha, Portugal
Bombero combatiendo el incendio de Cruzinha, Portugal

Varios de los focos que han estado provocando graves incendios en Portugal durante las últimas jornadas han sido puestos bajo control este lunes. Los bomberos se encuentran trabajando en las zonas afectadas y las autoridades han decidido mantener la emergencia en gran parte del país.

Portugal está manteniendo el control de 30 focos localizados en el norte y el este del país. Más de mil operativos han sido desplazados para combatir estos incendios que se encuentran en las zonas de Santarém, Leiria y Vila Real.

Este domingo, los incendios han sido combatidos con ayuda de dos aviones enviados por España. La ayuda aportada por España ha servido de apoyo al estado de contingencia que se ha decretado esta medianoche para hacer frente a los focos que están asolando miles de hectáreas.

Con temperaturas de más de 40 grados, vientos fuertes, noches tropicales y tormentas secas, a lo que se suman los estragos de una sequía que asuela al país desde hace meses, los bomberos trabajan para intentar controlar las llamas en varios focos, algunos activos desde hace tres días, y sin previsión de que la situación mejore.

"Los factores naturales concurren hacia un riesgo máximo" para los próximos días, alertó este domingo el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, en declaraciones a periodistas tras una reunión con Protección Civil para hacer balance de la situación.

El jefe del Estado avisó de que la situación actual ya es "grave", pero a partir del martes se prevé una fase todavía más extrema por el empeoramiento de las condiciones meteorológicas. Desde esa jornada, la práctica totalidad del territorio continental portugués estará en riesgo elevado de incendio, insistió.

Refuerzo preventivo

Las previsiones han hecho saltar las alarmas en Portugal, que ha puesto en marcha un refuerzo de los equipos de prevención y combate e incluso ha declarado el estado de contingencia.

Esta medida, el tercer nivel de respuesta a catástrofes y que nunca se había utilizado para situaciones relacionadas con fuegos forestales, estará en vigor hasta el viernes y permitirá contratar hasta 100 equipos de refuerzo, con medio millar de bomberos.

Además, se ha activado el Mecanismo Europeo de Protección Civil, a través del cual España ha enviado dos aviones pesados anfibio, que se unieron a los 60 que ya combaten las llamas en Portugal.

Tanto Rebelo de Sousa como el primer ministro, António Costa, han cancelado los viajes que tenían previstos la próxima semana, a Nueva York y a Mozambique, respectivamente, para estar en territorio nacional.

"No es una exageración, hay un riesgo efectivo", afirmó el presidente.

Más de un centenar de incendios

Una de las mayores amenazas se declaró el pasado jueves en Ourem, en la región Centro de Portugal, pero por el momento el fuego se encuentra bajo control, de acuerdo con un portavoz de los equipos de socorro. Estos incendios ya afectan a tres municipios, trabajan casi 700 bomberos, ardieron varias viviendas y fue necesario realizar evacuaciones preventivas en cinco aldeas.

También controlados están los incendios de Pombal (Leiria) y el frente que amenazaba la localidad de Canedo, en Vila Real, después de arrasar 200 hectáreas de bosque de pino. Además, se encuentra a 5 kilómetros del fuego de Ourém, lo que podría causar una fusión entre ambos incendios. También se extiende por tres localidades y cuenta con unos 450 bomberos sobre el terreno.  Desde que se desató el pasado viernes, ha dañado edificaciones y ha obligado a evacuar de forma preventiva algunas aldeas.

El incendio de Carrazeda de Ansiães (norte), que se mantenía activo desde el jueves, fue dominado este domingo. Otro fuego se desató en el norte del país, en Ribeira de Pena, donde hay concentrados casi 200 bomberos.

Las autoridades mantienen la declaración de emergencia, que se extenderá inicialmente hasta el próximo viernes.

Pedrógão grande en la mente

Ante tantas alertas, ha sido inevitable que en Portugal se recuerde estos días la tragedia de Pedrógão Grande, que dejó 66 muertos y 250 heridos en 2017.

El ministro de Administración Interna, José Luís Carneiro, avisó el sábado de que estos días se produce la "peor conjunción de factores" en términos de riesgo de incendio desde aquel gran fuego.

Aun así, Rebelo de Sousa defendió que, cinco años después, el país está mucho mejor preparado para hacer frente a una situación tan extrema.

"No hay comparación", aseguró el presidente, que refirió que las estructuras de información que tiene Portugal ahora son "más sofisticadas, envuelven a más entidades y hay una mayor coordinación".

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