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Pride Barcelona Pride Barcelona: ¿Una "reivindicación festiva" o "capitalismo rosa"?

Los movimientos LGTB critican el Pride Barcelona por estar organizado por empresarios "que hacen dinero a partir del miedo del colectivo". El portavoz del Pride, Ferran Poca, defiende la fiesta como un método para hacer llegar las demandas del colectivo a más gente. Varias entidades recogen el relevo de la manifestación de 1977 y convocan en la plaza Universidad el sábado 29 a las 18.30 h.

Asistentes del desfile del Pride 2018 de Barcelona. EFE/Alejandro García

MARIA RUBIO

Era el año 1969 cuando la policía neoyorquina hizo una redada en el bar Stonewall Inn, en el barrio de Greenwich Village, frecuentado por personas LGTB de la ciudad. De los numerosos episodios de persecución a la disidencia sexual y de género que se practicaban en los Estados Unidos, aquel no quedó –tan– impune. Centenares de personas iniciaron una revuelta contra la represión policial protagonizada por las personas más excluidas de la comunidad: mujeres trans, racialzadas, hombres con pluma, lesbianas, trabajadores sexuales, personas sin hogar... De aquellos días, los nombres de Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera quedaron para la posteridad, y años más tarde se decidió coger aquella jornada como referente histórico por la lucha contra la heteronorma: el día del Orgullo, 28 de junio.

Cincuenta años después de estos hechos, Barcelona acoge su Orgullo, con Stonewall presente pero también con memoria propia: la histórica manifestación de 1977 en La Rambla, cuando todavía era vigente la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social –en sustitución a la Ley de Vagos y Maleantes-que incluía la represión contra la disidencia sexual y de género, y que no se abolió completamente hasta el año 1995. ¿Pero como salen ahora a las calles lesbianas, gays, mujeres y hombres trans y bisexuales? Hablamos con algunos protagonistas de las movilizaciones de este fin de semana en la capital catalana.

El Pride más grande del Mediterráneo

Ya hace un mes que lo Pride Barcelona 2019 está en marcha. El acontecimiento lo organiza la Asociación Catalana de Empresas para Gays y Lesbianas (ACEGAL), capitaneada por empresarios como Ferran Poca, CEO de la corporación de comunicación y entretenimiento Locamente (organizadora de shows como el tour mundial del programa de éxito RuPaul); Maria Giralt, directora de Gayles.tv y otras empresas como los cruceros dirigidos a lesbianas, The L Cruise; o Juan Julià, propietario de la cadena hotelera Axel Hotels. La lista de negocios de éxito dirigidos al colectivo LGTB vinculado a ACEGAL es infinita: la discoteca Arena de Barcelona, la revista Shangay, el impulso del eje comercial Gaixample, una red de saunas para hombres gays a la capital catalana... Una carta de presentación que no gusta a todo el mundo.

"El Pride, al final, es una reivindicación y una celebración a la vez. Esto permite que nuestras demandas se escuchen más fuerte y lleguen además gente, también a aquellas personas que no están directamente involucradas (las persones heterosexuales)". Habla Ferran Poca, director del Pride Festival, que concede una entrevista a este medio y defiende el papel de los empresarios en la lucha por los derechos LGTBI. Poca reivindica el carácter festivo –con una programación con más de 30 actividades entre conciertos, talleres, charlas y fiestas- como canal para hacer llegar el contenido social que escogen trabajar la treintena de entidades vinculadas al Pride, como por ejemplo la Asociación Cristiana de Gays y Lesbianas de Cataluña (ACGIL), el Casal Lambda, la organización de policías LGTB GayLesPol o el Observatorio Contra la Homofobia, entre otros.

"El año pasado, las entidades decidieron trabajar la cuestión de los refugiados LGTB, y este año nos hemos centrado en las familias". En efecto, el Pride Barcelona 2019 ha centrado su discurso en reivindicar el "derecho a la familia" de personas LGTB, una campaña capitaneada por la Asociación de FamiliesLGTBI (FLG). A primera vista, la iniciativa no generaría demasiada polémica, porque una de las apuestas de este colectivo es la defensa de la maternidad subrogada, una cuestión que levanta ampollas. Poca defensa que "no hay una posición como Pride" sobre este hecho, a pesar de que FLG ofrece asesoramiento para acceder a la gestación subrogada a su guía on-line y la charla organizada Som Família a Tot Arreu dentro del Pride que se dio a cabo en el Centro LGTB de Barcelona contaba con ponentes defensoras de esta práctica.

¿Un Orgullo para los turistas?

El otro ámbito polémico del Pride es el impulso del evento como atractivo turístico. La misma web ofrece una serie de recursos por el turismo LGTB, donde se destaca el Gaixample, se ofrecen links al portal Barcelona Turismo y una guía LGTBI hecho por la misma ACEGAL, donde se promocionan algunos servicios de las empresas de la Asociación. Aun así, Poca niega que haya un interés para promover el turismo: "Hay otros Prides que sí que se han cogido a este reclamo para fomentar el turismo, pero no es el caso de Barcelona. Lo que hacemos es promocionar la ciudad como un lugar friendly para los derechos humanos, para el derecho de los colectivos". El año pasado, la Crida LGBTI ya denunció que el evento contara con el patrocinio de Airbnb "uno de los motores del turismo masivo" de Barcelona, según la entidad. Poca reivindica que Pride Barcelona escuchó la crítica y retiró la publicidad.

"Con los patrocinios, evidentemente, nos pueden dar gato por liebre. Lo supervisamos mucho, pero necesitamos recursos para toda la infraestructura, y solo contamos con la autofinanciación de los socios del ACEGAL, lo que se saca de las barras y los esponsors", explica Poca. Y es que el acontecimiento espera este año 400.000 personas y se prevé un impacto económico de más de 70 millones de euros en la ciudad. Participarán, también, algunos partidos políticos, como por ejemplo las carrozas del PSC, el PDeCAT, ERC y Catalunya en Comú (no Ciudadanos, que apenas ha sido expulsado esta semana del Pride para pactar con Vox, y personalidades del mass media como la actriz Itziar Castro o el periodista de TV3 Toni Cruanyes.

Este año el Pride tampoco ha escapado de la crítica a los esponsors. De nuevo la Crida LGBT ha denunciado que la aerolínea Level forma parte del conglomerado de IAG, a la cual también pertenece Air Nostrum, que participa en la deportación de inmigrantes.

El Orgullo crítico de Barcelona

"Históricamente la primera marcha es la del 77, impulsada por el Front d’Alliberament Gay de Catalunya. El Pride llega después", reivindica Eugeni Rodríguez, militante gay histórico y presidente del Observatorio Contra la Homofobia, que también forma parte del Pride Barcelona. Rodríguez es uno de los activistas fieles a la manifestación unitaria que ya hace más de 40 años que se organiza. Este sábado, la marcha se iniciará en la plaza Universitat de Barcelona a las 18.30 horas. El viernes, el Centro LGTB de Barcelona acogerá un acto a la misma hora.

"No hacemos una mani en contra de nadie", afirma Rodríguez, preguntado sobre si esta movilización busca una oposición al Pride. "Nosotros somos antifascistas. Lo que nos preocupa es el ascenso del fascismo: es el objetivo total", afirma. Para el portavoz del Observatorio, no supone un problema que existan expresiones diversas de la lucha, incluida el Pride, por lo que también ve comprensible que un equipamiento municipal como el Centro LGTB acoja actividades del acontecimiento impulsado por la ACEGAL. El foco, dice Rodríguez, tiene que estar puesto en pedir a la administración pública recursos y apoyo para luchar contra "las violencias que recibe el colectivo".

No piensan lo mismo otro de los actores relevantes de este 28 de junio en Catalunya, la plataforma 28-J Autònom, que también participa de la manifestación pero toma distancia de las palabras de Rodríguez. "No queremos que nuestras identidades sirvan porqué el capitalismo las asimile y las vacíe de contenido político para neutralizar las reivindicaciones", argumenta Aïda E.B., miembro del colectivo lesbofeminista la Sal, así como las más de 10 entidades que participan como la asamblea Atzagaia, Nou Barris LGTB, o la Crida LGBT, entre otros. "Igual que no podemos concebir un feminismo que no sea anticapitalista, tampoco tiene ningún tipo de fuerza un Orgullo que no sea antirracista, anticapitalista y feminista", añade.

Así lo explican al manifiesto que algunos de los activistas han repartido este mismo jueves durante el pregón del Pride entre los asistentes, cuando han probado boicotearlo en la plaza Universitat: "¿Os imagináis un 8 de marzo organizado por empresas como Tampax, Ausonia o Nivea? No. El 8 de marzo es organizado por el movimiento feminista. Pues esto no pasa con el Pride". Y siguen: "Utilizan las violencias LGTBfòbiques que sufrimos para decirnos que, si pagamos su precio de entrada, podremos acceder en un mundo seguir. Si pagamos los 10 € de la Discoteca Arena, los 20 € de la sauna o los 1.000 € del crucero todo será fantástico. Y esto no solo es mentira, sino que se aprovechan de nuestro miedo". La acción de esta tarde ha acabado con la intervención de Mossos d'Esquadra, que ha desalojado decenas de activistas y ha identificado a algunos de ellos.

El conglomerado de organizaciones que forman parte del 28-J Autònom no solo se organizan explícitamente para dar respuesta a lo que denominan como "capitalismo rosa", sino que se mantienen a los antípodas en cuanto a la campaña sobre las familias LGTB impulsada por el Pride. Para Aïda E. B. resulta incomprensible que se defienda la gestación subrogada: "Parte de una lógica neoliberal que enmascara muchas realidades y solo deja al servicio de gays ricos el supuesto derecho a la paternidad", critica. Defienden que se trata de una práctica que "fomenta la desigualdad estructural de las mujeres frente a los hombres" y lamentan que el Centro LGTB de Barcelona haya acogido una charla sobre esta cuestión: "La gestación subrogada ligada al Pride está siendo promovida por el Ayuntamiento de Barcelona".

Un imaginario incómodo para el colectivo

Con todos estos argumentos sobre la mesa, el 28-J Autònom ha llenado junio con actividades orientadas a hablar sobre la gentrificación originada en la Gaixample, sobre la invisibilización lésbica que aseguran fomentan las siglas LGTB o sobre el racismo intrínseco de un discurso lgtbifriendly de consumo, tal como explica Aïda E.B.: "Todo el Pride fomenta la construcción de nuestros cuerpos y deseos desde una mirada masculina y homogeneizadora. Una mirada blanca, donde no caben otras formas que no se encuentren dentro de aquello que se espera de nosotras como mujeres, la invisibilidad y el silencio". Y añade, "no podemos entender una existencia lésbica sin pensar cómo opera sobre nosotros el sistema heteropatriarcal. La perspectiva lésbica para nosotras es intrínseca a una perspectiva feminista".

El mismo opinan los miembros de otro colectivo del 28 J Autónomo, Marikes Llibrtàries, tal como explica Xavi I.: "Lo que el Pride busca son gays, blancos, jóvenes y guapos. Nosotros somos precarias, migradas, travestis... No nos sentimos representadas". Xavi I., además, critica duramente la participación de algunos de los colectivos del Pride, como la misma ACEGAL, con quien no comparte ideales, o con el sindicato policial GayLesPol: "Nosotros somos clase obrera, no trabajamos con empresarios. Y tampoco con policías, porque son los mismos que nos echan de casa, que nos desalojan de nuestros centros sociales y que nos pegan en las manifestaciones. No son compañeros".

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