MADRID.— Su nombre oficial es Hoverboard pero su apellido podría ser Peligro. Un patinete eléctrico de dos ruedas que se mueve conforme al balanceo del cuerpo de la persona que se sube encima se ha puesto de moda en Estados Unidos en las últimas semanas. De hecho, se ha convertido en el producto estrella de las Navidades en el otro lado del charco: mayores y pequeños se lo han pedido a Santa Claus haciendo caso omiso de dos problemas que presenta el patinete en cuestión: uno, al parecer algunos modelos de Hoverboard se incendian y explotan con cierta facilidad; dos, es más complicado de lo que se cree mantener el equilibrio sobre este patinete.  Además, no es un producto precisamente barato: en Amazon cuesta en torno a 400 euros. 

Al parecer, los hoverboard se incendian con tanta facilidad que Amazon ha prohibido la venta de ciertos modelos y hasta las tres principales aerolíneas de Estados Unidos, América, United y Delta, han prohibido facturar estos patinetes eléctricos. La agencia federal de consumo del Gobierno de Estados está investigando al menos diez casos de incendios de esta aerotabla en nueve Estados diferentes.

Amazon puede regular la venta de estos patinetes para intentar preservar la seguridad del usuario, pero hay algo contra lo que Amazon no puede luchar: contra el propio usuario de 'hoverboard'. Y es que el otro gran problema que acarrean estos aparatos que pueden llegar a circular a diez kilómetros por hora es mantener el equilibrio: hacerlo es como intentar bailar ballet sobre el hielo: hay más probabilidades de partirse la crisma que de salir ileso. De hecho, hasta el lunes por la tarde ya había más de 70 casos de visitas a la sala de emergencia por accidentes con estos patinetes. 

Durante estos días muchas personas han estrenado su nuevo patinete eléctrico regalado por Navidad. Algunos, lo hacen con éxito y otros aún están tratando de encontrar la forma de manejarlo. Algunos se lo toman a broma y otros, incluso, han sido sobrepasados por el poder del 'hoverboard' y han acabado lesionados. Son tantos los casos que en los últimos días en las redes sociales han proliferado vídeos y fotos de personas que se han caído intentando manejar uno de estos patinetes. En su mayoría son personas anónimas que enseñan bien el momento del impacto o las consecuencias del mismo, generalmente una brazo en cabestrillo. 

Pero hay algún caso famoso, por así decirlo. Uno de ellos es Carlos Curbelo, congresista de origen cubano que hace unos días se subió a uno de estos patinetes y acabó con una fractura en el brazo. Otro caso que ha llamado la atención es es el excampeón mundial de boxeo Mike Tyson. El exboxeador de 49 años no quiso quedarse atrás ante la nueva moda y quiso adquirir uno de estos aparatos por Navidad: se subió al patinete mientras su hijo le grababa, pero la cosa no acabó bien. "Papá, no quiero que te caigas", dijo el hijo en el momento que consigue Tyson avanzar y caer con sus más de cien kilos de peso al suelo de su salón. 

En algunos países como Reino Unido ya se ha advertido a la población de su uso e, incluso, se ha prohibido su circulación en las calles al ser demasiado inseguros de conducir por carretera y al ser considerados como vehículo, con lo que tampoco pueden circular por las aceras. Pese a la polémica, nada ha impide que este patinete sea uno de los productos más demandados de las Navidades USA.