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Los restos de sangre hallados en el barco son del padre de las niñas desaparecidas en Tenerife

El rastreo por mar y aire se ha ido extendiendo con el paso de los días hacia el suroeste de Tenerife y también en zonas más alejadas de la costa. En paralelo, la Guardia Civil continúa con varias pesquisas en tierra.

La Policía Científica analiza una embarcación en la base de la Guardia Civil de la dársena pesquera de Santa Cruz de Tenerife, propiedad al parecer del hombre desaparecido con sus dos hijasLa Policía Científica analiza una embarcación en la base de la Gua
La Policía Científica analiza una embarcación en la base de la Guardia Civil, propiedad al parecer del hombre desaparecido con sus dos hijas. Ramón de la Rocha / EFE

Los restos de sangre hallados por la Guardia Civil en la embarcación del padre de Anna y Olivia, desaparecidas desde el pasado martes, pertenecen a su progenitor, Tomás Antonio G.C., igualmente en paradero desconocido, según han informado a Efe fuentes cercanas al caso.

El hombre zarpó por última vez desde la Marina de Tenerife, en el puerto de Santa Cruz, en la medianoche del martes al miércoles, y entonces fue visto solo, sin la compañía de las niñas, cargando varias maletas y bolsos en su embarcación, una lancha de unos seis metros de eslora.

El barco fue localizado horas más tarde a la deriva y sin nadie a bordo frente al Puertito de Güímar. En esa zona, el dispositivo de búsqueda localizó flotando en el mar una silla de retención infantil de una de las niñas. Es precisamente ahí donde efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil están realizando inmersiones estos días.

Una semana de su desaparición 

Este martes se cumple una semana de la desaparición. La investigación discurre por diversas vías y se barajan varias hipótesis, entre ellas, que una o varias personas ayudaran a Tomás Antonio G.C. a llevar adelante un plan preconcebido, apuntan fuentes consultadas por Efe.

Antes de que se le perdiera el rastro, el padre habló por teléfono con la madre de las niñas, de la que estaba separado, y le dijo que nunca más las volvería a ver ni a él tampoco.

El rastreo por mar y aire se ha ido extendiendo con el paso de los días hacia el suroeste de Tenerife y también en zonas más alejadas de la costa, siguiendo el curso de las corrientes.

En paralelo, la Guardia Civil continúa con varias pesquisas en tierra, como por ejemplo un segundo registro en la vivienda de Igueste de Candelaria que tuvo lugar este lunes, esta vez con la intervención de agentes de la unidad central operativa (UCO), especializada en los casos más complicados.

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, ha informado este martes de que se ha ampliado la búsqueda por mar siguiendo las corrientes hacia el sur de donde se encontró la embarcación de Tomás Antonio G.C.

Pudo haber desactivado el GPS de su embarcación

Tomás Antonio G.C., pudo haber desactivado el GPS de su embarcación con el objetivo de no dejar pistas sobre el itinerario que realizó desde que salió por última vez del puerto deportivo en la medianoche del martes al miércoles, según apuntaron a Efe de fuentes cercanas al caso este lunes.

El juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Güímar dictó una orden de búsqueda internacional del padre y las niñas. Este juzgado, cuando inició las primeras diligencias, declaradas secretas, lo hizo por la presunta comisión de un delito de secuestro.

Según adelantó el Diario de Avisos este lunes, los agentes de la Guardia Civil han detectado una transferencia de unos 55.000 euros entre dos cuentas de Tomás Antonio G.C.

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