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Seira, un municipio de la España vaciada, imita a los 'chalecos amarillos' protestando en la calle para no ser confinados nuevamente

Se han vaciado de paciencia y hasta los más mayores se han movilizado para impedir que unas obras del Ministerio de Transportes los aísle del mundo. Si no dan marcha atrás, el acceso a la colonia de Seira quedará cortado por ambos lados el día 18. Un anuncio extraoficial sugiere que la Administración podría estar dispuesta a franquear el paso.

La plataforma vecinal ha buscado inspiración en los chalecos amarillos y en lugar de cortar el tráfico, cruzan el paso cebra.
La plataforma vecinal ha buscado inspiración en los chalecos amarillos y en lugar de cortar el tráfico, cruzan el paso cebra. Ferran Barber

Seira es un pequeño municipio ribagorzano situado a las puertas del valle de Benasque (Huesca) que apenas consta de poco más de un centenar de habitantes censados y alrededor de sesenta residentes. Se reparten por cuatro pintorescos núcleos, separados por el río Esera.

En la margen izquierda de ese afluente del Cinca, se halla la pedanía de Barbaruens y el pueblo original de Seira. En la derecha, la aldea de Abi y la colonia, que es un asentamiento construido a principios del siglo XX para albergar a los trabajadores de una gran central hidroeléctrica, la mayor en su época. Si la Administración del Estado no da marcha atrás, todos quedarán virtualmente confinados en sus localidades a partir del día 18 debido a unas obras adjudicadas a Dragados que se están ejecutando en varios de los tramos de la N260.

De producirse semejante situación, quedaría cortado el paso hacia Campo y solo dispondrían de seis horas al día para ir o venir a Castejón de Sos, que es la capital de la comarca donde se concentran los comercios y servicios. Una situación semejante se produjo ya la pasada primavera, lo que puso patas arriba las vidas de los vecinos. Muchos tuvieron que mudarse temporalmente fuera del municipio; otros gastaron fortunas en trazar un enorme rodeo para ir a sus lugares de trabajo; un buen puñado de pisos alquilados se desocuparon y todos, sin excepción, se vieron obligados a perder buena parte del día para realizar cosas tan básicas como hacer la compra, llevar a los niños al colegio o visitar al médico.

¿Qué es lo que ha sucedido? Tal y como dio a conocer este diario la pasada semana, la Demarcación de Carreteras del Estado en Aragón, a cuyo frente se halla Rafael López Guarga, tomó la decisión "incomprensible" de emprender unos trabajos simultáneos tanto en el acceso de entrada como el de salida de la colonia de Seira, dejando de ese modo encerrados a los vecinos, salvo en una estrecha franja. "Por si eso no fuera suficiente, se están ejecutando unas terceras obras para reemplazar el puente que conecta la colonia con Barbaruens y Seira alto, y desde esta misma semana, la única forma de llegar a esas aldeas es atravesar el río en todo terreno o una canoa", asegura Mario Suari, uno de los líderes de la plataforma que han organizado los vecinos para impedir que el Ministerio de Transportes "ponga en riesgo la salud y los trabajos de la poca gente que aún resiste en el municipio".

La plataforma vecinal ha buscado inspiración en los chalecos amarillos y en lugar de cortar el tráfico, cruzan el paso cebra.
La plataforma vecinal ha buscado inspiración en los chalecos amarillos y en lugar de cortar el tráfico, cruzan el paso cebra. Ferran Barber

La aldea más “irreductible” al sur de la Galia

Tenían el problema añadido de que el propio concejo de la localidad había dado su beneplácito a que se encerrara el municipio dieciocho horas al día lo que les obligó a organizarse por su cuenta. La espada de Damocles pende todavía sobre ellos, y desde hace algo más de una semana han decidido organizarse buscando de algún modo inspiración en los 'chalecos amarillos' de París.

Es difícil hacer ruido y conseguir que alguien te escuche cuando los afectados apenas sí superan el medio centenar de personas pero este movimiento vecinal ha conseguido lo imposible: poner de acuerdo a casi todos los residentes y a algunos de los censados que viven fuera. La solución ha sido concentrarse cada día con pancartas, a las cinco y media de la tarde, en la arteria principal que atraviesa la población y que Transportes pretende clausurar por ambos lados. La Prensa comarcal se refería a Seira estos días pasados como la "aldea más irreductible" al sur de la Galia.

"El grueso de los nuestros son gente mayor. Hay incluso algunos niños. No podíamos cortar el tráfico para protestar sin que se nos echara la Guardia Civil encima. A alguien le vino a la cabeza lo que habían hecho en la capital francesa: ponerse a cruzar alternativamente el paso cebra para obligar a detenerse a los vehículos unos pocos minutos. Dicho y hecho", asegura un miembro de la plataforma vecinal. "Es completamente legal y nadie ha protestado, de hecho, porque los coches que suben o que bajan del valle de Benasque conocen nuestras reclamaciones y las apoyan. Es de sentido común que lo que han hecho es una locura. Solo que Guarga no parece verlo".

Como afirma Mario Suari, lo de los chalecos amarillos tiene un aspecto práctico adicional: "Nos los pusimos para ser más visibles, prevenir cualquier tipo de accidente y no tener más problemas de los que ya tenemos".

De momento, los vecinos han solicitado una reunión con la Subdelegación del Gobierno y la Demarcación de Carreteras a través de la abogada Andrea Fernández Narváez a la que han contratado para representarles. Ni siquiera descartan presentar una demanda por lo civil o lo penal y pedir medidas cautelares. "Sabemos que han programado un encuentro con nuestro alcalde, pero queremos que se reúnan directamente con nosotros y que nadie nos suplante en las conversaciones porque el movimiento vecinal es completamente independiente del concejo y ha surgido, entre otras cosas, debido a que nuestro ayuntamiento dio el visto bueno a nuestro encierro y a su propuesta de horarios", añaden.

Transportes se lo está pensando

Por vías extraoficiales, ayer se comunicó a la plataforma que la Administración podría estar dispuesta a no cerrar el acceso a Castejón de Sos mientras se encuentre clausurada la vía que les conecta a Campo. En otras palabras, parece que están dispuestos a atender al menos una de las peticiones del colectivo. Sin embargo, los vecinos seguirán manifestándose hasta que se confirme que, en efecto, eso es cierto.

Asimismo, el acceso por puente hasta Barbaruens y Seira alto permanecerá cortado desde esta misma semana y durante al menos veinte días. Se da la paradójica situación de que, por una parte, el Ésera se halla sembrado de cientos de carteles donde se advierte que es peligroso aventurarse por el cauce debido a las repentinas subidas de caudal y del otro, la Administración está obligando a los poco más de doce residentes de ambos núcleos a cruzar el río en todo terreno. "Vamos hacia la temporada de lluvias de modo que si el paso queda intransitable y alguien enferma de gravedad por la noche o en malas condiciones meteorológicas es más que probable que no llegue a tiempo al hospital. Ni el helicóptero podría volar ni una ambulancia podría evacuar a una persona a tiempo", explica Mario Suari. "No es una circunstancia descabellada porque la semana pasada, sin ir más lejos, alguien cayó enfermo y tuvo que ser trasladado en ambulancia".

Este es el paso del Ésera habilitado para acceder a Barbaruens y Seira Alto.
Este es el paso del Ésera habilitado para acceder a Barbaruens y Seira Alto. Ferran Barber

Los vecinos pretenden reunirse también con la Administración para solicitar que solo se interrumpa la conexión sur del valle de Benasque con Campo cuando sea estrictamente necesario. En la carta dirigida por su abogada a Transportes y la Subdelegación del Gobierno, la plataforma asegura que si pueden abrirla para que suban los turistas en las fechas señaladas, deberían argumentar por qué están obligados a cerrarla el resto del tiempo, forzando a la gente de la zona a trazar una enorme vuelta de doscientos kilómetros, para quienes deben ir y volver en el día, a través de la ribera del Isábena o de Pont de Suert. Desde ayer, esa vuelta será algo menos dilatada, debido a la apertura de un tramo de carretera situado en Espés, que pretende servir como un atajo de unos 15 kilómetros. Sea como sea, en su opinión, cortar a todo el valle debería ser algo excepcional, dado los "enormes inconvenientes que ocasionan".

"Han alejado del mundo, no solo a Seira, sino a todo un valle por el acceso sur en el nombre de nuestra seguridad. Y esa misma administración considera seguro que los vecinos de Barbaruens o Seira Alto pasen el Ésera vadeando un río o exponerles a la contingencia de no poder ser evacuados en el caso de una emergencia sanitaria. Es simplemente absurdo", concluyen los miembros de la Plataforma. Sus reclamaciones han llegado al Senado a través de la Chunta Aragonesista y Compromis. En estos momentos, están pidiendo igualmente el amparo del Justicia de Aragón.

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