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La Seminci pone el acento en el cine hecho por mujeres

La 60ª Semana Internacional de Cine de Valladolid dedica un ciclo a 16 cineastas destacadas, presenta mayoría femenina en la sección de cine documental, celebra una mesa redonda sobre el tema y programa siete títulos de directoras en su Sección Oficial

Juliette Binoche en 'Nadie quiere la noche', de Isabel Coixet.

VALLADOLID.- Jane Campion es, no sólo una figura de referencia del cine actual, sino también un nombre indispensable en la denuncia de la discriminación que sufren las mujeres en el audiovisual. La cineasta neozelandesa es la única mujer que ha ganado la Palma de Oro en Cannes —compartida, además, con un hombre— en ¡68 años de historia del certamen! Ahora, la autora de El piano es una de las directoras destacadas del ciclo Femenino Singular que la 60ª Seminci de Valladolid ha decidido dedicar al cine realizado por mujeres. Una sección con la que el certamen —que se desarrolla hasta el 31 de octubre— declara su preocupación y su interés por un problema serio sobre el que es cada vez más necesario el debate.

16 directoras, cuatro de ellas españolas —Josefina Molina, Icíar Bollaín, Pilar Miró y Gracia Querejeta— componen la programación de esta sección, con la que se revisa la participación de estas cineastas en las seis décadas de vida del festival. Iniciativa de una edición en la que siete mujeres, entre 20 aspirantes, compiten por la Espiga de Oro.
Ocho de las cineastas que componen este ciclo conquistaron en algún momento premios en la Seminci de Valladolid, un festival que ya se preocupaba y defendía hace tiempo la necesaria presencia femenina en el cine, por lo que hace 15 años dedicó su II Encuentro de Nuevos Autores a las directoras españolas. Los nombres que completan ahora el ciclo Femenino Singular, junto a los mencionados, son los de Marion Hänsel, Doris Dorrie, Susanne Bier, Agnieszka Holland, Deepa Mehta, Colline Sreeau, Léa Pool, Sally Potter, Annette K. Olesen, Lone Scherfig y Andrea Arnold.

Desprecio a las directoras

“La industria del cine suele despreciar a las directoras”, dijo recientemente la actriz Natalie Portman, precisamente durante la presentación de su ópera prima como directora en Cannes. Fue una denuncia pública que se sumó a la que ya habían iniciado muchas profesionales anteriormente. En EEUU éstas han conseguido la creación de una comisión federal que investigará la discriminación a las directoras en Hollywood. En España, la lucha por la igualdad en este terreno la lidera la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA).

La presidenta de la asociación, la guionista Virginia Yagüe; la presidenta de honor de CIMA, la veterana Josefina Molina, y cinco de sus socias más destacadas —Icíar Bollaín, Chus Gutiérrez, Inés París, Daniela Fejerman y Laura Mañá—, junto a Gracia Querejeta y Silvia Munt participan en una mesa redonda organizada por la Seminci para tratar el problema de la desigualdad de género en el cine español.

Cartel del ciclo 'Femenino Singular'.

El problema se reduce bastante cuando se trata de cine documental. Producciones propias, mucho más pequeñas y baratas, y una preocupación tal vez más urgente por la actualidad, son las claves de la mayor presencia femenina en obras de este género. Así, en esta edición del festival hay una mayoría de películas dirigidas por una mujer en la Sección Tiempo de Historia. De los diez filmes que se presentan, cuatro están firmados por directoras españolas.

Silvia Munt compite con La granja del Pas, una película sobre personas desahuciadas de sus casas y sobre las asociaciones que las ayudan, como es el caso de la Granja del Pas, que da título a este trabajo y que es el lugar de reunión de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Sabadell.

Chus Gutiérrez mira hacia el inicio de su carrera, a su segundo largometraje, Sexo oral, una película documental rodada hace más de 20 años que sorprendió por su frescura, y presenta ahora, fuera de concurso, su nueva Droga oral. Un grupo de personas pasa ahora por delante de su cámara para hablar de sus experiencias con las drogas.

Mabel Lozano presenta su filme sobre la trata de personas Chicas Nuevas 24 horas y, finalmente, Isabel Coixet presenta en Valladolid, también fuera de competición Parler de Rose. Prisonnière de Hissène Habré, historia de Rose Lokissim, una mujer que en 1984 fue acusada de conspirar contra el dictador que gobernaba entonces en Chad. Durante dos años fue torturada, pero ella resistió y escribió en trozos de papel que encontraba los nombres de las víctimas y los verdugos para dejar testimonio de ese horror.

Aspirantes a la Espiga de Oro

La directora catalana está presente en la Seminci, además, en la gala de clausura con su película Nadie quiere la noche, protagonizada por la actriz Juliette Binoche, que recibirá una Espiga de Oro de Honor.

Aún quedaría bastante por reseñar respecto a la presencia de mujeres cineastas en esta 60ª edición del certamen, que con la iniciativa de la Sección Femenino Singular y la mesa redonda Cine de mujeres demuestra claramente su sensibilidad hacia el problema de la discriminación.

Del resto de participación femenina hay que subrayar la presencia en la Sección Oficial del festival de siete largometrajes firmados por directoras. Uno de ellos es La adopción, de Daniela Fejerman. También aspiran a la Espiga de Oro Una pastelería en Tokio, de Naomi Kawase; Beeba Boys, de Deepa Mehta; Die abhandene Welt (‘The Misplaced World’), de Margarethe von Trotta; Mustang, de Deniz Gamze Ergüven, y Nahid, de Ida Panahandeh. A ellas hay que sumar fuera de concurso el filme mencionado de Isabel Coixet.

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