El sufrimiento de las cuidadoras durante la pandemia protagoniza el encuentro de la Comunidad feminista de Espacio Público
Diez universidades españolas analizan el impacto de la covid-19 en la organización social de los cuidados.
Espacio Público
Madrid-
"¿Por qué el sector social de los cuidados quedó relegado cuando se reconoció el impacto de la pandemia de la covid-19 en el Estado español? ¿Por qué no interesó desde un punto de vista epidemiológico y político?" Son preguntas planteadas en un informe coordinado por la catedrática en Antropología Social Dolors Comas D'Argemir, elaborado con la participación de diez universidades españolas, desde las cuales se analizó con perspectiva de género el impacto de la covid-19 en la organización social de los cuidados, poniendo el foco en las personas que cuidan.
Las autoras constatan que durante la pandemia el sistema sanitario fue protagonista, pero denuncian la discriminación de quienes asumieron o tuvieron que asumir la tarea de atender a personas afectadas en domicilios y residencias. Se preguntan por el motivo y apuntan que tal ignorancia se debió, quizás, a que se trata de un sector social feminizado e invisibilizado, o también a que en nuestras sociedades se tiene todavía una idea capacitista de las personas que necesitan cuidados.
La metodología de la investigación puso a las cuidadoras en el centro con el fin de visibilizar sus historias, especialmente las que trabajaban en las residencias. Así se explicó en un encuentro organizado el pasado 6 de marzo por la Comunidad feminista de Espacio Público, en el Instituto de las Mujeres (Madrid), en el marco del festival Ellas crean: Los cuidados en una sociedad diversa y plural.
El encuentro, moderado por Lourdes Lucía, vicepresidenta de la Fundación Espacio Público, empezó con la presentación del citado informe, El cuidado importa, en el que se pone en evidencia la baja calidad y precariedad de los empleos de las cuidadoras, y hace hincapié en la feminización de este trabajo (el 90% de las cuidadoras son mujeres), con una prevalencia de mujeres migrantes.
La antropóloga Dolors Comas, exdiputada en el Parlament de Catalunya, señaló que este trabajo representa un "homenaje a las personas que cuidan", sin dejar de tener presente que "las familias continúan siendo el sostén de los cuidados", y que las políticas públicas orientadas al cuidado son todavía muy débiles.
María Eugenia Rodríguez Palop, jurista especializada en Derechos Humanos y eurodiputada por Unidas Podemos, intervino en el encuentro para destacar la importancia de no perder en la agenda actual feminista el tema de los cuidados. Recordó que la huelga de 2018 fue una gran demostración de la capacidad de promover e impulsar la agenda feminista de los cuidados y de su carácter transformador.
"Cuerpo, interdependencia y ecodependencia" son, según Rodríguez Palop, palabras clave que tienen la capacidad de "diluir la relación entre autonomía y dependencia", para alcanzar una sociedad que "tienda puentes con el otro" y que "tenga sentido de comunidad".
Recientemente el Parlamento Europeo desarrolló una estrategia de cuidados que, a juicio de María Eugenia R. Palop, representa un avance, pero que necesita todavía mucho recorrido para ser completa y satisfactoria.
La eurodiputada afirmó, además, que el cuidado no tiene que ser un servicio, sino un derecho, un bien público. Los cuidados deberían poner a la persona en el centro y es esencial que se empiece a repensar un modelo de cuidados que lo desinstitucionalice y descentre, es decir que sea un servicio adaptado a las necesidades de las familias y de las personas dependientes.
Dolors Comas cerró el encuentro con la constatación de un bajo nivel de conciencia política en el sector social de los cuidados e instó a mantener la presión social sobre las instituciones y los gobiernos para la promoción de políticas públicas de cuidados. "Las mujeres hemos conquistado todo a través de nuestra lucha", afirmó y aludió a dos propuestas que están impulsando: el Foro social de cuidados y la Red por el derecho al cuidado.
El festival Ellas crean coincide con la semana del 8M y su agenda, repleta de actividades feministas que visibilizan y reivindican los derechos de las mujeres en todos los aspectos de la vida, nace con el propósito de visibilizar y reivindicar el trabajo de las mujeres en el ámbito de la cultura. Este año tiene como temática principal el arte subversivo y la cultura de la España deshabitada. El festival comenzó el pasado 2 de marzo y no dejará de ofrecer actividades culturales (charlas, conciertos, obras de teatro, presentaciones de libros, proyecciones cinematográficas, performance y danza) hasta el 30 de este mes.
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