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Agresión en el CIE de Aluche Suspendido por segunda vez el juicio contra dos policías por agredir a un interno del CIE de Aluche en 2011

La Fiscalía pide un año de prisión para los agentes por un delito contra la integridad moral. La vista ha vuelto a apalzarse hasta el 13 de marzo porque el agredido no ha podido ser citado al no encontrarse en territorio español

Captura del vídeo de la presunta agresión de dos policías a un interno del CIE de Aluche en 2011.- Cadena Ser

agencias

La Audiencia Provincial de Madrid ha suspendido por segunda vez el juicio a dos policías acusados de agredir a una persona privada de libertad en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche en mayo de 2011. Se les acusa de lanzar contra una pared al interno, a quien previamente habían inmovilizado con unas cintas en las muñecas.

La vista, que se ha aplazado hasta el próximo 13 de marzo, no se ha celebrado debido a que la víctima de la presunta agresión, de origen colombiano, no ha podido ser citado al no encontrarse en territorio español, según han confirmado a fuentes judiciales.

El pasado 14 de noviembre de 2017 el juicio quedó suspendido y aplazado hasta este viernes, ya que en aquella ocasión surgieron problemas con la prueba documental y con las citaciones tanto de la presunta víctima como de los peritos que debían comparecer en la causa.

Un año de prisión

Estos dos agentes de la Policía Nacional, Antonio José P. G. y Clemente F. A., se enfrentan a un año de prisión cada uno, acusados de agredir al hombre cuando iban a trasladarle al aeropuerto de Barajas para expulsarle del país.

Por ello, la Fiscalía Provincial de Madrid apunta indiciariamente la comisión de un delito contra la integridad moral, ya que consideran que le arrojaron contra la pared sin que mediara una provocación previa.

El agredido denuncia también malos tratos durante su traslado al aeropuerto. Los agentes fueron expulsados del avión antes de despegar

Según el escrito del fiscal, el 2 de mayo de 2011 los dos agentes encontraron en la lavandería del CIE al interno que estaba bajo su custodia para trasladarle al aeropuerto para la ejecución del Decreto de Expulsión a su país de origen.

Cuando trataban de inmovilizarle con unas cintas alrededor de sus muñecas uno de los agentes agarró al interno con las dos manos del cuello y le arrojó contra la pared "sin que dicha acción fuera precedida de una actitud violenta u hostil".

El otro policía, por su parte, presenció la acción con "pasividad" y "complacencia" pese a que también tenía bajo su custodia al interno, que finalmente fue deportado días después.

El vídeo de la agresión

En septiembre de 2014 la Fundación Acción Pro Derechos Humanos, que ejercerá como acusación popular en la causa, hizo público un vídeo de la cámara de seguridad instalada en la lavandería del CIE de Aluche, donde se recoge la presunta agresión. En dicho vídeo, el migrante que se encuentra maniatado es zarandeado, agarrado del cuello y empujado por el agente de policía que se disponía a trasladarle al aeropuerto de Barajas para su deportación.

La grabación deja ver cómo en un habitáculo que sería la lavandería hay dos agentes de paisano y un inmigrante maniatado a la espalda. Se observa que uno de los policías, que lleva puestos unos guantes de látex, zarandea al hombre, le agarra del cuello lanzándole hacia la pared y se dirige a él en actitud intimidatoria.

Según explicó el presidente de la Fundación, Javier García, el agente involucrado negó en una primera declaración todos los hechos, pero tras ver las imágenes reconoció cierto forcejeo en el momento de la lavandería, no así el resto de acusaciones del joven colombiano.

"Primero negaron haberle cogido por el cuello y calificaron el incidente como leve. Ya cuando vieron el vídeo lo reconocieron, porque no podían negarlo, y dijeron que obedecía a la violencia extrema que mostraba esta persona, pero el caso es que el vídeo desmiente que hubiera ninguna resistencia. Estaba maniatado", señaló.

La denuncia no obstante, no versa sólo sobre el incidente grabado. En su declaración por escrito, el joven relataba también todo tipo de malos tratos recibidos en el traslado al aeropuerto y en el momento en que fue embarcado en el avión, un vuelo comercial, para deportarle. El comandante de la aeronave se negó a despegar en esas condiciones y el joven, junto a los cuatro policías que le escoltaban, tuvieron que bajarse del avión.

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