En poco más de un año han sido 129.000 las llamadas que ha atendido el teléfono 024, habilitado para responder ante la conducta suicida. De ellas, en 9.254 detectaron casos de riesgo y 4.797 se derivaron a emergencias 112 al considerarlas de alto riesgo de suicidio o suicidio en curso.

Son las dramáticas cifras que ha facilitado este viernes su responsable, Laura Fernández, en un acto sobre salud mental celebrado en el Ministerio de Sanidad entre su titular, José Miñones, y la Comisaria Europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, tras la visita que ambos han hecho a las instalaciones del 024.

Mujeres, mediana edad y soledad

La radiografía de los usuarios no es del todo completa, pues solo la mitad de las personas que llamaron se identificaron. De esto, la mayoría son mujeres, la mayor parte de las llamadas proceden de personas con entre 50 y los 54 años y la razón más reconocida como detonante es la soledad.

El teléfono empezó a funcionar el 9 de mayo de 2022, y hasta el 10 de mayo de 2023 había atendido 122.215 llamadas. De ellas, 4.570 fueron derivadas a emergencias por riesgo alto o suicidio en curso.

De media, cada mes ha oscilado entre las 8.500 y las 12.300 llamadas. Solo en los tres primeros meses pudieron atender a 32.000 personas. Son cifras que vienen a confirmar que esta línea de atención telefónica contra el suicidio "era necesaria", ha destacado Fernández. 

Atención individual

Según la responsable, en esas llamadas "se dedica el tiempo necesario para cada persona y se da una atención individual. No existe una limitación en el tiempo, se prioriza la calidad de la atención", de forma que algunas duran minutos y otras que han podido prolongarse "hasta 3 horas".

Al tratarse de un servicio confidencial, el usuario tiene la opción de no decir su edad, sexo, nombre o procedencia; un 53% informó sobre su sexo, de las que el 30% eran mujeres y el 23% hombres.

Un 53,9 % de los usuarios precisó su edad; casi la mitad de los que lo hicieron, un 45%, están en la franja de entre 40 y 59 años, y son los de 50 a 54 años los que más uso han hecho de servicio, aunque "no hay que olvidar que el 21,85% de las llamadas corresponde a jóvenes menores de 30 años", ha subrayado la responsable del 024.

En el 55% de los casos, quien usa el teléfono es la propia persona que piensa en suicidarse o con conducta suicida en diferentes grados. Solo el 11% son llamadas de amigos, conocidos o familiares del afectado mientras que un 35% con llamadas "que se pueden calificar como silenciosas, no pertinentes, no especificadas, donde se contemplan diferentes aspectos", ha precisado Fernández.

Por territorios

Cerca del 50% de quien llamó no quiso dar datos de procedencia, aunque los que sí lo hicieron eran de Andalucía, Catalunya, Madrid y el País Valencià.

Entre los principales factores de riesgo o detonantes destaca la soledad. Es el motivo más verbalizado por los usuarios, que también apuntan a la falta de redes de apoyo ante problemas económicos, enfermedades crónicas, rupturas, problemas de salud mental y duelos complicados.

"La línea 024 ofrece un espacio para verbalizar pensamientos con confianza, claridad sin sentirse juzgados. Y en este año, hemos visto que esto es una de las claves, donde la persona puede expresar lo que opina, sus sentimientos, sus ideas, sin ser juzgado y dónde tiene alguien que le escucha al otro lado de la línea".

Al teléfono también acuden fuerzas y cuerpos de seguridad del estado o profesionales de la educación pidiendo asesoramiento; en todo caso, el 024 proporciona "un espacio de desahogo emocional y de acompañamiento", las 24 horas del día durante 365 días al año, ha concluido.