Este artículo se publicó hace 4 años.
Violencia de géneroEl movimiento feminista valenciano pide "una resolución judicial dura, clara e inmediata" contra las violaciones grupales
Activistas feministas se concentran este jueves por el último caso de violación grupal que llega a los juzgados tras las últimas dos semanas en las que se han realizado varios arrestos por abusos sexuales grupales en los municipios valencianos de Gandia y l’Olleria.
Joan Canela
València-Actualizado a
"¡Estamos hartas!" Así de contundente se expresa Xelo Álvarez, presidenta de la asociación Alanna –que trabaja con víctimas de la violencia machista- y una de las portavoces del Movimiento Feminista valenciano. La expresión llega después que se haya hecho público la detención de tres hombres, uno de ellos menor de edad, como presuntos autores de abusos sexuales contra una chica a la que podrían haber suministrado una droga para doblegar su voluntad, según información de agencia. Los hechos sucedieron el sábado 17 por la tarde, en un municipio cercano a Gandia que se ha preferido omitir para preservar la identidad de la víctima. La agresión fue gravada en vídeo y difundida en grupos de Whatsapp.
Esta violación en grupo llega solo dos semanas después de otro suceso similar ocurrido en l’Olleria, al sur de València, por el que han sido arrestados siete hombres –cuatro de los cuales se mantienen en prisión preventiva- acusados de violar una niña de 14 años en el transcurso de una fiesta, hechos que también habrían grabado.
Ya en julio se denunció otra violación grupal, con características muy similares: municipio pequeño –en este caso en Massamagrell, en el área metropolitana de València-, a una chica menor de edad –16 años- que se encontraba en estado de semiinconsciencia por haber ingerido drogas o alcohol.
Diferentes criterios judiciales
Este último caso llega a los juzgados precisamente este jueves envuelto en polémica por el retraso sufrido por la instrucción y la decisión del juez de no tomar ninguna medida preventiva, a diferencia del magistrado de Ontinyent –responsable de las diligencias por la agresión de l’Olleria-, quien ordenó el encarcelamiento de los acusados mayores de edad.
Para denunciar la situación y solidarizarse con la víctima, el Movimiento Feminista de València ha convocado a una concentración frente a los juzgados de Massamagrell a las 11 de la mañana. Esta, además, no es la única movilización. Tras la violación de l’Olleria ya se realizaron concentraciones, tanto enfrente de los juzgados d’Ontinyent como en València capital. Desde la comarca de la Safor, donde se ubica Gandia, activistas feministas consultadas por este periódico aseguran sentir "rabia, impotencia y odio" y estar preparando también movilizaciones.
Precisamente ayer, la delegada del Gobierno en el País Valenciano, Gloria Calero, visitó Gandia para entrevistarse con la Asociación de Mujeres del Mar, pero no sin referirse en ningún momento al grave suceso ocurrido allí ni a las detenciones practicadas pocas horas antes.
"No puede ser que estas violaciones en grupo no tengan una resolución judicial dura, clara e inmediata. Ahora mismo hay cuatro violadores en la calle y esto es un insulto para la víctima y para todas las mujeres jóvenes", cuenta Xelo Álvarez, para explicar los motivos de la convocatoria de mañana. Para Álvarez, experta en violencia machista, hay un doble proceso que explicaría el aumento de las violaciones en grupo: "por un lado se denuncia más, pero por el otro el fenómeno ha crecido en paralelo al aumento del consumo del porno. Una generación de adolescentes se han educado pensando que violar es normal.
Para atajar el problema, Álvarez pide leyes abolicionistas, tanto de la pornografía como de la prostitución, así como una valiente política coeducativa "transversal en todo el recorrido académico desde primaria" para que "nuestros jóvenes entiendan que no se puede violar".
Por su parte, la directora del Instituto de Estudios de las Mujeres de la Universitat de València, Gabriela Moriana Mateo, matiza que es "imposible saber si hay un aumento de las violaciones en grupo, porque no hay datos para comprobarlo, igual como pasa en otras figuras como las violaciones individuales o la violencia dentro de la pareja, ya que lo que no se habla no existe y de esto ha empezado a hablarse solo muy recientemente".
Lo que si han aumentado, añade Moriana, son las denuncias, "porque las jóvenes de ahora no son como las de antes, que no sentíamos culpables, y saben que tienen derechos y no se callan". Para acabar con lo que califica de "grave, grave, grave problema", Moriana apunta también a "la socialización de los jóvenes en la pornografía, la sexualización de las niñas y la falta de coeducación" y para esto demanda "una actuación en todos los ámbitos", no solo el legal si, además, "las leyes no se cumplen".
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