En la actualidad, cada vez es más habitual que las empresas adopten una actitud responsable y activa hacia el entorno que les rodea. Para ello, las compañías llevan años aliándose con entidades sociales, las cuales permiten ofrecer a los empleados la oportunidad de implicarse en acciones solidarias. Es lo que se conoce como voluntariado corporativo: las compañías trabajan activamente para conseguir la implicación social y medioambiental de sus empleados.

El estudio Radiografía del Voluntariado Corporativo en España elaborado por Voluntare pone de manifiesto que el voluntariado corporativo es un fenómeno relativamente reciente en nuestro país. Sin embargo, estos programas están en expansión: el 83,3% de las empresas espera que su programa de voluntariado corporativo crezca en los próximos cinco años y un 63,2% destina un presupuesto específico a este tipo de iniciativas. Según el estudio, el voluntariado corporativo incide en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en general, aunque las empresas muestran un mayor interés por los ODS 4 (educación de calidad) y 8 (trabajo decente).

En el marco del Día Internacional del Voluntariado queremos reflejar el caso de compañías como Endesa, que activamente ofrece oportunidades de voluntariado a su plantilla. Se trata de una actividad promovida desde la compañía y gestionada por la Fundación Endesa, quien desde hace un año y medio lidera dentro de la compañía estos proyectos . En lo que va de 2022, los programas de voluntariado corporativo de Endesa han alcanzado los 15.000 beneficiarios a través de un total de 40 iniciativas, un 20% más que las aproximadamente 12.000 personas a las que atendieron el año anterior. En estos programas participan alrededor de 1.500 empleados de la compañía energética.

Así lo destacó la directora de Voluntariado Corporativo de Endesa, Vanessa López en una entrevista a Servimedia, donde alabó el compromiso de los voluntarios: "Actúan con toda la ilusión y el entusiasmo para contribuir a la apuesta social y medioambiental de la compañía", explicó. En cuanto al perfil del voluntario, López señala que "lo único que se pide es mucha ilusión, compromiso, generosidad y solidaridad". El objetivo de la compañía en cuanto a este tipo de actividades es priorizar la calidad ante la cantidad: "No pensamos en hacer crecer la comunidad de voluntarios, lo que queremos es generar un mayor impacto en los beneficiarios y en el medio ambiente para minimizar los efectos del cambio climático".

Contra el cambio climático y las desigualdades sociales

La actividad de voluntariado de Endesa se divide en dos grandes ejes: la lucha contra el cambio climático y el cuidado del medio ambiente, y la disminución de las desigualdades sociales. Vinculadas a la biodiversidad, la compañía ha desarrollado una quincena de acciones en las que los empleados han limpiado bosques, instalado cajas nidos para la crianza de determinadas especies y plantado árboles para impulsar la reforestación de zonas afectadas por incendios. En lo referido al segundo eje, Endesa centra sus programas en la atención a personas vulnerables y en riesgo de exclusión social, como personas mayores, colectivos de personas con discapacidad o desempleadas de larga duración.

Destacamos la iniciativa Magia para el corazón, donde los voluntarios realizan trucos de magia con el objetivo de acompañar a personas que están en una situación de aislamiento obligado, como pueden ser personas mayores o con discapacidad. Otro de los programas de voluntariado desarrollado por la Fundación Endesa es Oído Cocina, una iniciativa culinaria donde las personas mayores se convierten en chefs y los voluntarios ejercen como pinches, acatando todas las órdenes para cocinar juntos. Sin embargo, la cocina es lo de menos: lo importante de este programa es la simbiosis, la conexión y la complicidad que se genera entre los dos colectivos. "Conseguimos romper con su rutina y su día a día para trasladarles emociones positivas", explica López.

Beneficios para los empleados, la empresa y el entorno

El voluntariado corporativo no solo beneficia al entorno y los colectivos a los que se presta ayuda, sino que tanto los empleados como las propias empresas perciben mejoras en su trabajo diario. Gracias al voluntariado los empleados desarrollan ciertas habilidades que les ayudarán a mejorar su competitividad y productividad, como el liderazgo, el trabajo en equipo, la empatía y la tolerancia, entre otros. El voluntariado también supondrá un incremento de la autoestima de los trabajadores voluntarios, quienes sentirán satisfacción al ayudar a los demás. Además, los voluntarios tendrán la oportunidad de entablar relaciones con el resto de compañeros fuera del entorno laboral, favoreciendo el clima de trabajo en el día a día.

Como consecuencia de todo esto, las empresas conseguirán una plantilla más cohesionada, competitiva y más satisfecha. Además, el voluntariado corporativo se consolida como una opción para implicar a los empleados en la Responsabilidad Social Corporativa y para mejorar significativamente la imagen y la marca personal de la compañía.