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El reinado del testimonio anónimo

'El diario' ha cumplido diez años de emisión en Antena 3

R. FERNÁNDEZ / R. VAREA

Casos rocambolescos, historias de amor frustradas y reencuentros son sólo algunas de las temáticas que se abordan en los talk show, programas en los que personajes anónimos exponen sus intimidades. Estos formatos se han ido renovando en la parrilla española, con títulos como Hablando se entiende la gente y su versión juvenil Hablando se entiende la basca, y Ana (Telecinco).

El más conocido es El diario (Antena 3), que ayer cumplió diez años. Su presentadora desde agosto de 2008, Sandra Daviu, considera que entre las claves del éxito de este tipo de formatos está la posibilidad de que los espectadores se identifiquen con el entrevistado. 'Se tratan conflictos que nos pueden pasar a todos', apunta Daviu, quien también resalta 'el punto divertido' que tienen algunos de estos testimonios, así como 'el componente de emotividad'. 'Tienes que ser de piedra para que no te emociones con algunas historias', argumenta.

'Se tratan conflictos que nos pueden pasar a todos', dice Sandra Daviu

En algunas ocasiones los temas que se abordan son espinosos y su tratamiento roza el sensacionalismo. En este sentido, Daviu defiende que en esta etapa de El diario su equipo intenta 'no pasar ciertos límites'. 'Hay muchas cosas que no tocamos con las que posiblemente tendríamos más audiencia por el morbo, pero no lo hacemos. No es nuestra intención', indica.

El género del talk show se ha ido adaptando al paso del tiempo. En la actualidad, los testimonios que aparecen en este tipo de programas suelen ser más dramáticos y ofrecen historias de mayor complejidad narrativa, sostiene la profesora de Comunicación Audiovisual de la Universidad del País Vasco Estefanía Jiménez. Esta especialista opina que el género aún tiene recorrido por delante. Y explica por qué cuentan con una audiencia aceptable. 'Se ven fácil, porque la duración suele ser de una hora; el ritmo es ágil, puedes engancharte a verlos en cualquier momento y no es necesario seguir todo el programa. Además, se tratan cuestiones muy cercanas y sentimientos universales', cuenta Jiménez.

Sobre el éxito de estos formatos, el profesor de Estrategias de Comunicación en la Universidad Complutense Rafael Alberto Pérez considera que en la actualidad 'lo pequeño pasa a sustituir el espacio de lo grande' y que las pequeñas historias ocupan el lugar de 'la gran epopeya de la humanidad'.

Estos programas ofrecen ahora historias de mayor complejidad narrativa

El talk show suele conectar bien con los jóvenes. El profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Málaga Julián Pindado afirma que los jóvenes que ven estos espacios poseen 'cierto perfil'. 'Por ejemplo, es más femenino que masculino, de nivel cultural no universitario, muy interesado por los temas relacionados con el mundo de la pareja y las relaciones afectivas. Es como si deseasen ver reflejados en la pantalla algunos de los problemas vividos por ellos en vida real', cuenta.

La duda sobre la autenticidad de estos testimonios siempre sobrevuela este género televisivo. Sin embargo, Daviu recalca que sus invitados 'ni son actores ni se les paga nada' por acudir a El diario. 'Son gente de la calle', concluye.

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