Comités de Defensa de la RepúblicaEl hilo que explica cómo se ha llegado al punto de llamar "terrorismo" a cortar una carretera durante una protesta

Este martes la Guardia Civil detuvo en Esplugues de Llobregat (Baix Llobregat) a una integrante de los Comités de Defensa de la República (CDR). Es una de las dos personas a las que la Fiscalía acusa de terrorismo y rebelión por haber "coordinado" las acciones de levantamiento de barreras de peaje y cortes de carreteras durante la pasada Semana Santa.
Pero, ¿cómo se ha llegado al punto de tildar de terrorismo cosas como cortar una carretera durante una protesta?
El periodista de La Vanguardia y tuitero Pedro Vallín ha explicado en un hilo de Twitter cómo hemos llegado hasta aquí. Cómo la reforma de la calificación de terrorismo pactada por PP y PSOE ha frivolizado el concepto de terrorismo llegando al punto en que cualquier protesta sindical, huelga o movilización puede llegar a encajar en él.
El hilo de Vallín tiene ya miles de retuits:
A ver, contexto sobre esto de los CDR:
Hace años, cuando ETA se rindió, @jorgedioni fue de los primeros en advertir que con ETA se esfumaba el principal garante de la unidad de España. Muchos se llevaron las manos a la cabeza. No lo procesaron porque Llarena estaba a otras cosas.— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Ahora, fijémonos en la estrategia que hay detrás de la reforma de la calificación de terrorismo pactada por PP y PSOE, que frivoliza el concepto de terrorismo y lo convierte en algo ambiguo. (Imagen @bufetalmeida). Es una redefinición de terrorismo para cuando no hay terrorismo. pic.twitter.com/U6xeT6yU9X
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
O sea, como llamar "angula" al "surimi". Esa ambigüedad en los tipos penales es en esencia antidemocrática porque es un vehículo para la arbitrariedad. La fecha de la reforma es febrero de 2015, tres meses después de que las encuestas pusieran a Podemos en cabeza.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Y fijémonos en la nueva definición de "terrorismo", en la que el 15M o Rodea El Congreso, incluso las movilizaciones antidesahucios o la huelga de CocaCola o cualquier lucha sindical encajan como un guante. Por supuesto, también las Diadas. "No se atreverán", decían algunos. Ya.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Eso ocurre en un país con una incidencia baja del terrorismo (como en toda Europa, vivimos los años de menor actividad terrorista, de la de verdad, digo, no la que pone ahora el Código Penal. A pesar del yihadismo), donde sin embargo, aumentan los procesados por "terrorismo".
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
El "terrorismo" es ahora un delito político. A la vez, la Sacrosanta Unidad de España (ya sin ETA, como predijo @jorgedioni) comienza a ser puesta en cuestión por crecientes sectores sociales e incluso por poderes públicos del Estado, como la Generalitat.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Ya habíamos visto cómo la música y el humor pasaban a justificar acciones de ese tribunal político heredado del franquismo, la Audiencia Nacional, que se había quedado básicamente sin negocio con la desaparición de ETA.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Lo siguiente fue convertir una pelea de bar (un delito de agresiones, como todo el mundo sabe) en "terrorismo". En @ContadorAltsasu podéis comprobar que se metió a la gente en prisión y se tiró la llave. "Para qué juzgarlos, que se pudran". La prisión provisional como condena.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
En realidad, las cosas empezaron a torcerse mucho antes, cuando la Kale Borroka se convirtió en "terrorismo". Se igualó a los radicales callejeros con los comandos terroristas. Volcar un contenedor y poner un coche bomba, lo mismito. Fue un pacto de PP y PSOE, ni se pregunta.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
De paso, se ilegalizaron partidos con una ley ad hoc (inconstitucional, aunque la bendijera el TC). Un juez genial de la Audiencia Nacional (ese que quiere "refundar la izquierda" con Llamazáruman de Muchos Colores) también pisoteó la Constitución cerrando periódicos porque oye.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Tiene sentido que ahora, que la Sacrosanta Unidad de España (SUE) está, en fin, bastante pocha, necesitemos inventarnos otra ETA. La anterior nos permitió legislar contra el activismo, eliminar medios de comunicación, criminalizar la protesta e ilegalizar a rivales políticos.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Así es como el procesismo y sus CDR se han convertido en la coartada perfecta para que el Estado (el Estado Leviatán, el de verdad, no el Estado Social y Democrático de Derecho) se disponga hoy a reinventar una ETA de mentirijillas. Porque aquella ETA, claro, sí era terrorismo.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
En ese estado de excepción, la prisión provisional, lo saben bien los brutos de Alsasua, los jóvenes raperos o los gobernantes catalanes, se convierte en condena preventiva. Aún veremos cosas más asombrosas que procesar a CDR por terrorismo.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Ahora bien, el que crea que este camino no tiene costes, en términos políticos internos y externos, se equivoca. La degradación del Estado, de momento, está destruyendo al partido en el Gobierno.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Cuanto más se alargue la legislatura, más veremos degradarse la calidad democrática del Estado y destruirse al Gobierno. Y con ellos, el prestigio de nuestras instituciones públicas, ya sean universidades, fuerzas del orden, tribunales o la jefatura el Estado.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
El mangoneo político de inspiración posfranquista de nuestros altos tribunales hace difícil pensar que a medio plazo sobreviva el Constitucional sin una reforma que más bien deberá ser una refundación, y lo mismo el Supremo, o la Audiencia Nacional.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
El Estado, como expliqué aquí con un cierto cachondeo, no puede combatir lo impensable sin renunciar a su propia naturaleza y convertirse a su vez en una aberración. https://t.co/zuvQI0vBuX
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Se avecinan grandes convulsiones, mucha gente irá a la cárcel. A largo plazo, todo ello debería provocar una catarsis y mejorar la calidad del Estado, pero a corto y medio, viviremos jornadas turcas. Porque quienes sostienen la Contrarreforma Penal olvidan algo sustancial…
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
…Que no estamos en 1998. La revolución digital es un vector de contrapolítica de consecuencias históricas sólo comparables a la máquina de vapor y la imprenta. Generan sociedades políticas nuevas. De hecho, como ocurrió con Watt y Gutemberg, generan una civilización nueva.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Entre tanto, algunos, en su bondad infinita, se rasgarán las vestiduras perplejos ante el intento de convertir al procés y el separatismo (y el soberanismo) en ETA. Pero les recuerdo cuál fue el silogismo que presidió el arranque del siglo:
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
ETA era lo mismo que HB, y por tanto lo mismo que el PNV, y como el PSOE pactaba con el PNV, el PSOE también era ETA (a la izquierda, como se ve, asociarse con lo reaccionario por la Razón de Estado siempre le acaba saliendo rana).
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Entre las defensoras de este silogismo (ETA=HB=PNV=PSOE, ergo PSOE=ETA), estuvo nuestra querida Rosa Díaz, ex consejera de Comercio y Turismo en un gobierno del PNV. Lo de sus tuits loquers es la consecuencia lógica.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
El silogismo también explica por qué el Periodismo con Tonsura tuvo que inventarse que el 11M era cosa de ETA. Recuerden, ETA=PSOE. Así que no extraña que hoy se venda a Podemos y En Comú como partidos separatistas. Y serán pronto Partidos que Apoyan el Terrorismo Procesista.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
La dinámica de fondo de todo esto responde a una lógica histórica de vetusta tradición, que gobernó España durante 40 años del siglo XX.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Y este hilo, claro, es terrorismo de autor (intelectual).
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
APÉNDICE 1. Este es el texto original de @jorgedioni que inspira este hilo. pic.twitter.com/Wl4IRZbq9O
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
APÉNDICE 2: Alguno me pregunta cómo se define la lógica del siglo XX a que aludo. Es simple, consiste en entender como única dialéctica política posible la que persigue la desaparición del adversario.
— Pedro Vallín (@pvallin) 10 de abril de 2018
Relacionado:
–Cuando Pablo Casado cortaba carreteras (y no era acusado de terrorismo como los CDR)
Comentarios
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