La lección sobre feminismo de una profesora a sus alumnos: "Nadie tiene derecho a tocar nuestro cuerpo sin permiso"

Publicado el 15 de marzo del 2019

Para millones de niños alrededor del mundo la escuela no es un lugar seguro. En los últimos años nos hemos familiarizado con términos antes desconocidos: bullying, ciberbullying, acoso, machismo. Y, por desgracia, en los colegios están a la orden del día.

El problema no es baladí, y combatirlo tampoco resulta sencillo. Por ello, a través de su cuenta de Twitter, la profesora @hadagaga ha querido dar parte de una vergonzosa situación a la que tuvo que hacer frente como docente de un centro educativo. "Hoy un niño de mi clase le ha tocado una teta a una compañera. Lo que podría haber sido un toque accidental, pero ocurrió frente a mí y vi el brillo delator en los ojos del niño", relata.


No existe un arma más poderosa que la información para erradicar estos comportamientos, sobre todo cuando hablamos de niños y jóvenes con los que no debemos normalizar ciertas conductas. La profesora, consciente de ello, decidió tomar cartas en el asunto y explicar a sus alumnos que lo sucedido se trataba de un comportamiento totalmente inaceptable.


Tras regañar al alumno ante el resto de compañeros, la docente relata que a la niña se le quedo la cara hecha un poema y explica que se sintió mal por ello. Pero, pese al sermón, cuando regresó al aula se encontró a un grupo de alumnos bromeando y riéndose, por lo que decidió castigarles.


Y aprovechó para ofrecer a sus alumnos la lección más importante que podían recibir: "Que nuestro cuerpo es nuestra casa y que igual que nadie entra en casa sin que yo le invite, nadie tiene derecho a tocar nuestro cuerpo sin permiso. Y que esas risas son un golpe para mí, pero más para su compañera", detalla.


A pesar del alegato de la profesora en pro de la compañera, la niña, afectada, rompió en llanto y se dirigió al cuarto de baño. Es entonces cuando la actitud de los pequeños cambió: "Aprovecho para insistir en la idea de que tienen que ser agentes del cambio. Entender que estas cosas son graves y no hay que banalizar ni consentir", matizó.

Los compañeros, que se quedaron estupefactos con la reacción de la pequeña, esperaron a que la joven regresase del baño para recibirla con una disculpa. Lo que no esperaban los compañeros era que la niña, con tal solo 11 años, relatase que había sido víctima de acoso sexual.


Tras dar cuenta en Twitter de lo sucedido durante una de sus clases, la profesora aprovechó para compartir con los usuarios de la red social su propia experiencia personal: cuando ella tenía la edad de su alumna, atravesó una situación similar. Pero, que en su momento, no se atrevió a contar.

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