CiudadanosVallecas abuchea al 'okupa' Rivera: "Va a venir el pijo ese que vive en la Moraleja a buscar votos, va listo"

Publicado el 26 de septiembre del 2019

La campaña electoral lleva con total aleatoriedad a nuestros políticos a diferentes destinos a lo largo y ancho de la geografía española. Este jueves, la peregrinación de Ciudadanos ha dado como resultado una improbable combinación: Begoña Villacís y Albert Rivera visitando el barrio madrileño de Vallecas. Espóiler: ambos se marcharon entre gritos disconformes.

El paso de los mandatarios naranjas llegaba para apoyar a las "víctimas de las mafias okupas", según un tuit de Rivera. Sin embargo, esas presuntas víctimas no han ofrecido una bienvenida precisamente calurosa a la formación política. Más bien, durante la tarde del jueves en Vallecas fue el propio dirigente quien pareció un 'okupa' dentro de un barrio que no aceptaba su llegada.

Pese a reinar un clima de relativa calma durante la visita, en el turno de preguntas de los periodistas una vecina ha respondido a Rivera con gritos, molesta de la continua sospecha sobre la legalidad con la que ellos viven en sus casas. "Va a venir el pijo ese que vive en la Moraleja a buscar votos, va listo. Somos gente trabajadora", aseguraba la mujer.

Tras este incidente del que ha quedado constancia frente a las cámaras, ha habido nuevos gritos para Rivera cuando este se acercaba a una comisaría a saludar a los agentes de policía cuando ya abandonaba el barrio. "Vete a tu barrio", "farsante" o "aquí no vas a conseguir votos" han sido algunas de las frases que se han podido escuchar. Sin embargo, destaca la pregunta de otra vecina: "¿Qué pasa, que estamos en campaña?", captando así la molestia general en el barrio por solo recibir este tipo de visitas en tiempos de elecciones.

No obstante, según su estrategia comunicativa, Ciudadanos tiene cierta tendencia a seguir un camino penitente, visitando con asiduidad lugares o eventos en los que se saben personas 'non gratas'. Reus, Errenteria o la manifestación del Orgullo LGTBI son buenos ejemplos de ello. Se trata de una penitencia consciente, pues a finales de junio se filtró un documento interno en el que el partido se vanagloriaba de la repercusión mediática obtenida en este tipo de visitas. Quién sabe, quizás intenten construir una máquina del tiempo para visitar la extinta URSS. Todo sea por unos cuantos retuits.