Pandemia coronavirusLa Justicia deja en evidencia a la caverna con el 8-M, vale: ¿Pero y qué hacemos con todo esto?

Publicado el 12 de junio del 2020

Pues al final nada. La jueza del 8-M, Carmen Rodríguez-Medel, ha archivado la investigación al delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, porque no tuvo un conocimiento "cierto, objetivo y técnico" del riesgo que para la salud pública entrañaban las manifestaciones autorizadas entre el 5 y el 14 de marzo, cuando se declaró el estado de alarma. Vamos, lo que ya se sabía. Franco era el único imputado por supuesta prevaricación al autorizar la manifestación feminista con motivo del Día de la Mujer.

¿Y ahora qué? ¿Se acabará por fin la perorata de las derechas tratando de personificar en la manifestación feminista todos los males de la covid-19 en España? Pues visto lo visto va a ser que no. Porque más allá de los hechos, parece que lo importante para algunos era la campaña mediática para identificar al 8-M con el coronavirus.

Y es que algunos vieron un oportunidad de oro: la posibilidad de atacar al Gobierno y al feminismo a la vez. No hace falta recordar cómo tanto PP como Vox han cargado contra el movimiento feminista de forma constante. Ya en 2019 Casado acusaba a las convocantes del 8-M de "enfrentar" a hombres contra mujeres. Y de los ultraderechistas de Vox para qué hablar.

De este modo, el 8-M ha sido el objeto de todos los señalamientos, cuando el propio PP acudió a esa misma manifestación, cuando Vox tuvo su acto alternativo y cuando durante esos días de marzo se celebraron decenas de actos multitudinarios en toda España. Partidos de fútbol, de baloncesto, conciertos, congresos… Por no hablar de transportes públicos como Metro de Madrid, donde se movieron millones de personas en esas fechas.

El 8-M, en los medios a diario

Pese a todo ello, en la prensa de la derecha, la matraca del 8-M se ha convertido en un tema diario en las últimas semanas. El Mundo, por ejemplo, ha ido con el tema a tumba abierta: solamente en los últimos 18 días ha dedicado espacio en 14 de sus portadas, algunas de ellas abriendo a seis columnas. No es amor, lo que tú sientes se llama obsesión.

En La Razón, el asunto ha ocupado espacio en su portada en 11 ocasiones en ese mismo periodo de tiempo. En el caso de ABC, que tiene un formato de portada temática, se ha dedicado al 8-M en seis ocasiones.

Mientras tanto, no mereció ni un hueco en la portada de ABC ni en la de La Razón la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, una medida histórica que va a beneficiar a millones de españoles. Era más importante sacar cosas sobre un caso que al final ha sido archivado. Blanco y en botella.

Acusaciones, bulos, palabras gruesas…

Los políticos de las derechas, fieles a su estilo, también han utilizado todo tipo palabras gruesas, bulos, y graves acusaciones relacionadas con el 8-M para tratar de mantener vivo ese falso argumento.

Santiago Abascal aseguró en el Congreso que "gritar viva el 8-M es gritar viva la enfermedad y la muerte" y habló de "responsabilidades criminales". Sí, el mismo político que el 8-M organizó un acto antifeminista en Vistalegre, en el que se le vio al lado de un Ortega Smith que tosía, se sonaba los mocos y daba la mano a los asistentes (luego dio positivo por coronavirus).

La diputada ultra Macarena Olona, que siempre va varios pasos más allá, habló de "gestión criminal" del Gobierno.

Y una vez más, los bulos han formado parte de la estrategia. El 3 de junio, Pablo Casado aseguró en el Congreso que las manifestaciones del 8-M se suspendieron en Alemania, pero esto es falso. De hecho, se celebraron en distintas ciudades del país como Berlín, Hamburgo y Munich. Es muy fácil comprobarlo (si se quiere, claro).

Casado también espetó a Sanchez en sede parlamentaria que "ser feminista no es poner en riesgo a centenares de miles de mujeres el 8M" y aseguró que podría haber cometido "varios delitos". Una diputada del PP, Margarita Prohens, llegó a acusarles de jugar "a la ruleta rusa" con las mujeres.

También en las redes, seguidores de partidos de derechas se han sumado a la matraca de 8-M sin hacer referencia a otras manifestaciones, eventos y actos de aquellos días. Y como siempre, sólo contra el feminismo: