"Difícilmente se puede hacer peor": el irrebatible análisis de 'Le Monde' sobre la presencia de Sarkozy en la convención del PP

Publicado el 04 de octubre del 2021

Ya saben que la semana pasada el PP celebró una convención nacional para mayor gloria de Pablo Casado. El PP quiso arropar a su líder y le rodeó de notorias figuras del mundo conservador: por ahí pasaron Mariano Rajoy, José María Aznar, Mario Vargas Llosa y el expresidente francés Nicolas Sarkozy entre otros. La presencia de Sarkozy resultó, sin embargo, algo inoportuna: sólo un día después de mostrar su apoyo público a Casado, Sarkozy era condenado a un año de cárcel por corrupción, que podrá cumplir en arresto domiciliario, por la financiación ilegal de su campaña presidencial de 2012.

Seguramente el PP y Casado eligieron un mal día para dejar de fumar. No hay que ser un lince para llegar a esa conclusión y menos si uno lee el principal diario de la vecina Francia, Le Monde. El prestigioso diario francés informa este lunes a sus lectores que la convención nacional del PP fue "una sucesión de conferencias itinerantes destinadas a rearmar ideológicamente la derecha y marcar el rumbo a seguir para ganar las elecciones legislativas de 2023" y recuerda las palabras que dedicó Pablo Casado al "invitado de honor", esto es a a Nicolas Sarkozy. "Lo que queremos es inspirarnos en ejemplos de buena gestión, siempre basados ​​en principios y valores compartidos", dijo el líder del PP de Sarkozy. "En términos de tiempo, difícilmente se puede hacer peor", sentencia el diario Le Monde.

Un día después llegó la condena de Sarkozy y Le Monde cuenta que "los comentarios irónicos inundaron las redes sociales. Y todos los partidos políticos, desde la izquierda radical Podemos hasta la ultraderecha Vox, también se lo han pasado de maravilla".

Y eso que, según cuenta Le Monde, se veía venir porque, cuando se anunció la presencia de Sarkozy en la convención del PP, muchos analistas advirtieron la invitación "arriesgada" a un político "condenado por corrupción y tráfico de influencias en marzo" y políticamente "desfasado", que según Le Monde "representa todo lo que el PP debe evitar".