COP26Joe Biden, protagonista viral de la Cumbre del Clima por su 'cabezadita' y su séquito de 85 coches

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Este lunes ha arrancado la Cumbre del Clima de Glasgow. En la COP26 los líderes mundiales deberán decidir si comienzan a poner remedio de una vez por todas a la crisis climática y adoptan un acuerdo contundente para reducir drásticamente las emisiones de gases contaminantes o si por el contrario se van de vuelta a sus países sin ningún compromiso firme.

Los focos están puestos, obviamente, en los países más contaminantes y en los gobernantes con mayor peso en la industria planetaria. Estados Unidos, sin duda, está llamado a coger el timón de la cumbre de la mano de Joe Biden. Con la llegada del nuevo presidente, la mentalidad climática ha cambiado en la Casa Blanca. No era muy difícil mejorar el panorama, viniendo del negacionismo más rotundo de Donald Trump.

Sin embargo, Joe Biden se ha convertido en protagonista de la cumbre en sus primeras horas sin que todavía haya ofrecido su primer discurso. Dos momentos le han llevado a ser objeto de conversación en las redes sociales. El primero ha sido la 'cabezadita' que se ha dado durante una de las ponencias. El mandatario ha sido pillado cerrando los ojos durante medio minuto mientras escuchaba un mensaje grabado en vídeo de un activista por los derechos de las personas con discapacidad que se reprodujo en la conferencia. Al final, su momento de desconexión es interrumpido por un ayudante, que le comenta algo al oído.

La agenda que tiene estos días el presidente de EEUU es frenética. A Escocia ha aterrizado procedente de Roma, donde ha participado en la cumbre del G20. Y en Glasgow la sucesión de conferencias y reuniones es agotadora.

Sin embargo, los tuiteros se han tomado este momento con una mezcla de humor e indignación.

La otra imagen de Biden que ha dado la vuelta al mundo no se ha producido en Glasgow, sino en Roma. En la capital italiana, a escasas horas de que participara en la cumbre del clima, el mandatario llegó a la reunión del G20 con un séquito de nada más y nada menos que 85 coches oficiales. El vídeo con la sucesión de vehículos negros por el conocido empedrado de las calles romanas es muy llamativo. Y ni qué decir tiene que toda esa cantidad de coches en movimiento no ayudan precisamente a mejorar la salud de nuestro planeta.

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