Este hilo nace de la impotencia. Lo escribe Enrique, un joven que, como se suele decir, pasaba por ahí. Enrique presenció una detención en la puerta de una farmacia próxima a la Glorieta de Embajadores, en Madrid. Un joven negro estaba siendo registrado por seis agentes, algo que le llamó la atención y decidió pararse y ver lo que sucedía.
Enrique le pregunta a una vecina que también pasaba por allí si el chico había hecho o dicho algo. Ambos comentan lo ocurrido mientras los agentes se llevan al joven en el coche patrulla; una simple conversación entre transeúntes que se salda, sorprendentemente para ambos, con sendas multas:
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Enrique cuenta en su hilo cómo el policía le invita, de forma un tanto expeditivo, a que se marche "cagando leches" o de lo contrario "tendría problemas":
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Y tras la amenaza, la sanción. Un diálogo que le saldrá bastante caro a Enrique, se enfrenta a una sanción de entre 100 y 600 euros.