A Edvard Munch le ha salido una fuerte competidora. Y es que cuando todos los ojos de España estaban sobre Pedro Sánchez y su decisión, alguien le robó todo el protagonismo.
En el momento en el que Sánchez anunciaba su continuidad al frente del Gobierno, el momento de la decisión final que todo el mundo llevaba esperando durante los últimos cinco días, un grito de alegría sonó en el fondo y se llevó todos los focos.
El ya conocido como Grito de La Moncloa sonó como ese gol en el último minuto, esa canasta sobre la bocina, ese sitio para aparcar en la puerta de casa o ese "hay hamburguesa para cenar".
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El grito ha venido del personal de Moncloa desde las ventanas de los edificios, según ha podido saber Público a través de fuentes que se encontraban en el complejo.
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Que el perrosanxe levanta pasiones no es algo nuevo, pero este fenómeno fan dentro de La Moncloa no te lo firma ni Taylor Swift. Si bien hemos sabido la procedencia del grito, no hemos podido confirmar, ni desmentir, que se produjera el lanzamiento de ropa interior en un momento de euforia hacia el presidente del Gobierno.
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Los tuiteros, que no se pierden una, estuvieron rápidos para capturar el grito cual Pokémon. De todo el discurso del presidente, más que su continuidad, el ya famoso alarido de felicidad ha sido el protagonista de la jornada.