El sonrojante momento del ultra García-Gallardo al referirse a un comisario europeo para pedir menos controles al ganado

Publicado el 09 de junio del 2023

A quién no le ha ocurrido alguna vez que, al ir de visita, se le olvida en el momento más inoportuno el nombre del anfitrión. Es lo que le ha ocurrido al siempre esperpéntico vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, aunque se desconoce si el representante de Vox ha tenido un lapsus o simplemente ha hecho gala de lo poco que le importa uno de los principales problemas que afecta al sector ganadero español.

En medio del creciente problema de la tuberculosis bovina, que se extiende a gran parte de la población vacuna española, Juan García-Gallardo fue el jueves al Parlamento Europeo a pedir menos control sanitario al comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Janusz Wojciechowski.

Sin embargo, más allá de la propuesta de Gallardo, lo más señalado han sido sus formas. "Hemos tenido tres reuniones con el gabinete del comisario de Agricultura, el polaco Bocholeski… o como se pronuncie", decía el líder de la ultraderecha en Castilla y León. Ni siquiera a la cuarta visita ha sido capaz de recordar cómo se pronuncia el apellido de la persona a la que quiere convencer de que modifique la normativa que, según Vox, no funciona para contener la epidemia.

Han sido numerosos los tuiteros que han señalado el "ridículo" que supone exigir controles más laxos a la carne de vacuno tan solo un año después de la pandemia que golpeó al mundo. Un ridículo doble si, además, se hace mostrando tan poco respeto ante las autoridades competentes.

El secretario general del sindicato CCOO, Unai Sordo, también ha reaccionado a las declaraciones de Gallardo tirando de ironía. "Brillante estrategia comercial para nuestra carne en Europa…", ha dicho en su cuenta de Twitter tras señalar, cómo no, con perfecto dominio del polaco y, en general, de la buena educación.

La postura de Gallardo, que responde a las demandas de parte del sector ganadero de Castilla y León y que van en contra de la normativa europea, ya provocó esta semana que un grupo de empresarios protestara de forma violenta ante la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca. Los exaltados destrozaron mobiliario y atacaron a los policías que, sin embargo, apenas actuaron contra la turba enfurecida.

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