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Chanel con el trofeo de Benidorm Fest.
Chanel fue la primera ganadora de la historia del Benidorm Fest, el actual festival de preselección español para Eurovisión. Fuente: RTVE.
Karina junto a los artistas candidatos del Benidorm Fest.
Karina junto a los artistas candidatos del Benidorm Fest. Fuente: RTVE.

Cómo se transforma el antiguo Festival Internacional de la Canción de Benidorm en un fenómeno Zeta

Para elegir al candidato que nos representará en Eurovisión, España ha pasado por muchas fases… Selecciones internas, preselecciones como Destino Eurovisión o las galas de Operación Triunfo. Pero ninguna de ellas consiguió el éxito en audiencias que alcanzó el Benidorm Fest el año pasado. ¿Su mayor triunfo? Conquistar al público joven.

Laura Cuesta

En redes apenas se habla de otra cosa. El Benidorm Fest se siente cada vez más cerca y los nervios por saber quién nos representará en Eurovisión 2023 están a flor de piel. Con la emoción que se vive, quién diría que el festival de preselección de la ciudad alicantina apenas tiene un año de vida.

Era 2021 cuando Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, anunciaba en rueda de prensa la puesta en marcha de este festival de preselección. De allí saldría el elegido: nuestro representante destino Eurovisión. 

“Si hay un emblema de lo que han sido los festivales de música en nuestro país ese es Benidorm», dijo Puig en aquella presentación. Y en gran parte llevaba razón. La historia de los festivales musicales televisados en España y la irrupción del Benidorm Fest no pueden entenderse sin el histórico Festival Internacional de la Canción de Benidorm. Porque precisamente esta ciudad es el germen de todo y el Benidorm Fest no es más que una vuelta a los orígenes. 

Benidorm, un reclamo para la música en español

Corría el año 1959 cuando arrancaba la primera edición del Festival Internacional de la canción de Benidorm, un certamen que nació con un doble objetivo: convertir la ciudad de Benidorm en un reclamo turístico y promover la música española. En total se celebraron casi 40 ediciones en casi cinco décadas y por ellas pasaron algunos de los artistas más importantes del panorama nacional e internacional. 

Participar en el Festival de Benidorm era una increíble oportunidad para que los artistas españoles se conocieran y pudieran promocionar su música. Pero además el ganador recibía una Sirenita de Oro como trofeo y un premio en metálico de 100.000 pesetas

“Aquellos primeros festivales de Benidorm paralizaban el país ya que era habitual tanto en radio como en televisión el tener programas especiales o regulares para descubrir nuevos talentos del panorama musical. Junto a Eurovisión, era la gran cita anual”, explica Miguel Herrero, crítico especializado en la historia de la televisión.

Aunque en este festival no se elegía directamente al representante de Eurovisión, la relación de Benidorm con el gran festival musical europeo era evidente. Por el certamen de la ciudad alicantina pasaron artistas de la talla de Raphael, Julio Iglesias o Karina, que posteriormente representaron a España en Eurovisión. 

Sin embargo, el Festival Internacional de la canción de Benidorm cerró sus puertas en 2006. Y entonces los cantantes que querían participar en Eurovisión tenían que salir de otro lugar. 

Las preselecciones de antaño: el camino a Eurovisión

En los más de 50 años que España ha participado en Eurovisión, la elección de nuestro representante ha pasado por diferentes procesos y etapas. Hablamos de galas de preselección como Destino Eurovisión, que se celebró en 2003, 2004, 2011, 2013 y 2021, o de Objetivo Eurovisión, en 2016 y 2017. De ahí salieron artistas como Lucía Pérez, Barei o Manel Navarro. También se hicieron preselecciones en Operación Triunfo, con las candidaturas de Amaia y Alfred, y Miki Núñez. 

Con tanto programa, parecía que TVE no terminaba de ver claro qué preselección era la que funcionaba mejor. «La anterior dirección de Televisión Española apostaba por esa idea de que mantener un formato de preselección fijo era aburrido y que querían reinventarse. Eso explica la cantidad de procesos diferentes que hemos tenido”, comenta Luis Mesa, periodista especializado en Eurovisión. “El problema es que si tú no mantienes un formato fijo, los errores de un año no los puedes subsanar en la edición siguiente, porque el proceso será distinto y habrá que volver a empezar”, añade el periodista.

Esta especie de batiburrillo de preselecciones no fue plato de buen gusto para muchos de los eurofans, que entendían que la cadena no se comprometía con un festival de la talla de Eurovisión. “Con estas preselecciones al final Eurovisión se acabó convirtiendo en un trámite para Televisión Española, algo que muchos no llegamos a comprender. Estamos hablando de un programa con millones de espectadores. Y en este sentido a la cadena le faltó poner ilusión y un poquito de cariño”, explica Fede Arias, periodista y presentador de Eurodramas y comedias.

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“En algunos casos había una desgana general, tanto en el aspecto técnico como en los propios artistas en concurso. Hablamos de audiencias bajísimas y polémicas que completaron un desastre que parecía interesar solo a los muy eurofans. Las polémicas de personajes como John Cobra o Manel Navarro no ayudaron a mejorar la imagen”, recuerda Herrero. 

La falta de cariño sumada a esa desgana de la cadena se tradujeron directamente en bajos índices de audiencia. En 2021, el programa Destino Eurovisión acumuló 969.000 espectadores, con una cuota del 6,1%.

Al mismo tiempo, nos fuimos distanciando cada vez más de lo que estaban haciendo nuestros vecinos europeos de cara al gran festival. Así lo contempla Julia Varela, periodista de TVE y presentadora de Eurovisión en España: “[A esas preselecciones] les faltó organizarlas a lo grande, dotarlas de personalidad propia, mucha promoción y fijarse en las selecciones nacionales para Eurovisión de otros países europeos donde esos programas tienen, desde hace años, mucho éxito de audiencia, como el festival italiano de San Remo”. 

Benidorm Fest: vuelve la ilusión de los eurofans

Esas desfasadas preselecciones quedaron atrás y en 2021 el público tenía mucha curiosidad. ¿Cómo se elegiría al representante de Eurovisión 2022? Y de buenas a primeras, RTVE lanzó la bomba: Benidorm Fest había llegado y el camino hacia Eurovisión volvía a pasar por la mítica ciudad alicantina. 

En julio de aquel año, el entonces presidente de la Corporación, José Manuel Pérez Tornero, afirmó que RTVE se iba a tomar «muy en serio» el Festival de la Canción. El compromiso era claro: devolver la ilusión a los eurofans. Pero, ¿cómo lo han conseguido?

Para Varela, lo que la cadena ha hecho con el Benidorm Fest es volver a sus orígenes, pero con una visión completamente renovada. “RTVE ha logrado captar la esencia del clásico festival de Benidorm, esa intención de convertirse en una gran selección nacional para representar a España en Eurovisión, y la ha modernizado, la ha traído al presente, a los gustos musicales y a la televisión del siglo XXI”, apunta la periodista. 

Herrero sostiene que la llegada del Benidorm Fest supuso un antes y un después en la cadena pública, que apostó a lo grande por una buena realización y producción.  “El decorado y las puestas en escena ya parecían realmente el verdadero Festival de Eurovisión. Se notó claramente que se había dedicado un gran esfuerzo para realizar las galas. Esas ganas consiguieron que el público se entregara y que TVE consiguiera una imagen de marca, que les ha servido para presumir de éxito, de numerosas galas y especiales posteriores, que han llenado muchas horas de programación y hasta han sido aludidas en el resto de cadenas”, explica el crítico. “Tras años en los que la cadena pública sufrió el impacto de la crisis nacional, con pobres decorados y un aire de austeridad, el Benidorm Fest produce orgullo e interés”, añade.

Mesa, por su parte, considera que uno de los ingredientes clave que han provocado que el Benidorm Fest sea un éxito ha sido la magnitud del festival. “Televisión Española ha planteado el festival como un evento musical más allá de un programa de televisión. Llevar la preselección a un pabellón amplio, con un escenario que podría ser el de un concierto… Las intenciones de crear un gran espectáculo musical son evidentes», explica el periodista. 

No podemos pasar por alto tampoco la variedad musical, que llamó especialmente la atención en la primera edición al mezclar en una misma gala a artistas como Azúcar Moreno con Rigoberta Bandini. “Hablamos de un alto nivel musical, con una mezcla de estilos impresionante y que representa a España, las ganas de la gente joven mezclada con la experiencia de personas con más trayectoria… Hay un mix de factores muy interesante que hicieron que lo del año pasado fuera tremendo”, comparte Arias. 

Un fenómeno para los jóvenes

Sin duda, uno de los mayores triunfos que ha conseguido TVE con el Benidorm Fest ha sido atraer al público joven. Nos referimos a millennials y zetas que ya echaban en falta un programa musical de gran calidad audiovisual que los represente y que puedan consumir en la televisión tradicional. 

Para valorar el triunfo solo hace falta echar un ojo a los datos del año pasado. Entre los espectadores de 13 a 24 años, la cuota de audiencia del Benidorm Fest 2022 fue del 36,7%, y en el público entre 24 y 44 años se situó en el 31,2%. 

Para conseguir atraer a esa parte del público, TVE ha tenido que aunar esfuerzos y focalizarse en un objetivo muy concreto: diversificarse. “La cadena ha tenido en cuenta los nuevos gustos musicales de los espectadores, la diversidad de esa audiencia y ha aprovechado todos los recursos posibles que hay en la actualidad para montar un buen programa de televisión de entretenimiento musical”, explica Varela. 

Además, la cadena ha tenido que emplear nuevas estrategias, centradas en el contenido digital y en redes. “El equipo que está llevando ahora la preselección es un equipo joven, que conoce los lenguajes, que está presente en redes sociales. Y eso es clave para llegar a esta generación”, explica Arias. El periodista trabaja en Eurodramas y comedias, uno de los formatos que ha sacado RTVE Play en el contexto de Benidorm Fest. Este espacio que co-presenta con la mismísima Inés Hernand se convierte en un safe place para los eurofans donde pueden conocer más en profundidad a los candidatos del festival. 

Así, el papel que las redes sociales están jugando en todo este mecanismo eurovisivo se vuelve fundamental. Algo que para Mesa es indicador de que las cosas se están haciendo bien. “Creo que para que un programa de televisión funcione este tiene que ser trending topic. No todos tenemos un audímetro en casa, pero sí un móvil con el que comentar. En este sentido, Benidorm Fest fue un éxito absoluto el año pasado con casi tres millones de espectadores. Y no dudo que este año pase lo mismo”, reflexiona el periodista. 

Sin embargo, el poder de las redes tiene su doble cara y hay que saber gestionarlo. “En Twitter hay altos niveles de toxicidad y si no que se lo digan a Chanel, que el año pasado tuvo que dejar su cuenta en la red social después del festival. Es importante que haya mucha presencia en redes pero también hay que saber cómo medirla. Si yo fuese uno de los concursantes, hubiese pagado el móvil hace 15 días y no lo volvería a coger hasta que acabe el Benidorm”, apunta Mesa. 

No es de extrañar, entonces, que las polémicas sigan rodeando al festival hasta que se emita la gran final. “No es difícil ser visionario e imaginar alguna polémica final con el ganador y las votaciones del jurado, sean los que sean, amparada precisamente por esa facilidad para mostrar opiniones en una España siempre dividida en sus pasiones”, reflexiona Herrero. 

Variedad de estilos musicales, contenidos digitales y en redes, una producción y realización por todo lo alto, con un gran escenario, una promoción más allá de TVE, y mucho cariño… Son solo algunos de los ingredientes utilizados por la cadena pública en esta receta casi perfecta, que ha dado lugar a uno de sus platos principales. El Benidorm Fest ha llegado para quedarse.