'Galgos', un 'Succession' a la española
Movistar Plus+ ha presentado en el South Series International Festival de Cádiz una de sus apuestas más potentes para la próxima temporada. La trama gira en torno a una compañía familiar de galletas que se enfrenta a una crisis por la regulación contra el abuso del azúcar. El imperio de los Somarriba representa el lujo añejo en España, que se tambaleará en una lucha de poder y control económico.
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"No es personal. Los negocios tienen estas cosas". Este mantra se repite en más de una ocasión durante el primer episodio de Galgos, una serie original Movistar Plus+ producida por Buendía Estudios que se ha presentado en el marco del South International Series Festival y llegará a la plataforma en 2024. La fórmula no es nueva. Se trata de un drama empresarial y familiar que tiene como protagonista a la familia Somarriba y al Grupo Galgo, un gigante alimenticio que ha visto crecer a tres de sus generaciones. Algo parecido a lo que pudimos ver en la tele de los 80 con Dinastía, la madre de todos los seriales de millonarios, que enganchó a más de 60 millones de personas de todo el mundo durante la era de Reagan.
Aquella ficción se convirtió en un auténtico fenómeno de masas desde su estreno en 1981 en Estados Unidos y logró superar a Dallas como el programa líder de audiencia en 1985. A lo largo de 220 episodios y nueve años, familias al completo seguían cada semana las andanzas del clan Carrington, como ya habían hecho con Falcon Crest. La intriga en los viñedos del valle de Tuscany fue otro bombazo de audiencias que se mantuvo en antena entre 1981 y 1990, con la perversa Angela Channing (Jane Wyman) a la cabeza. Han pasado más de 40 años desde que nos asomamos a las vidas de los ricos y sus ansias de poder, pero la receta sigue funcionando. En España, se intentó replicar el éxito adaptando estas soap óperas a la casuística ibérica con títulos como Gran reserva, Herederos o Gran Hotel. "En esta serie todo es un clásico, pero le metemos contemporaneidad", admite el director, Felix Viscarret.
La batalla contra los ultraprocesados
El cineasta recibió la propuesta de liderar este proyecto cuando acababa de terminar el rodaje del largometraje Una vida no tan simple, donde demuestra una renovadora deconstrucción de los personajes masculinos y en su mirada hacia sus roles sociales. El film refleja una sociedad de estructuras viejas, frágiles y agrietadas donde no es fácil construir otras nuevas. En cierto modo, eso es lo que le sucede al imperio galletero de los protagonistas de esta serie, que se encuentran atrapados en una jaula de oro a la que, en pleno siglo XXI, es difícil sacarle brillo.
"Los hábitos alimenticios han cambiado y los ultraprocesados no caben en esa nutrición saludable. En esta serie, el Gobierno ha impulsado una ley contra el azúcar que está a punto de entrar en vigor. Eso cambiará el sector irremediablemente y los Somarriba deben buscar estrategias empresariales para hacerle frente. Esta situación plantea paradojas muy interesantes como el hecho de que su solvencia dependa de vender bollería industrial, un producto que probablemente ninguno de ellos consumiría", introduce Viscarret.
Ambición galletera
Galgos cuenta con un reparto coral encabezado por la actriz Adriana Ozores, que interpreta a Carmina Somarriba, la heredera del grupo empresarial junto a su hermano Emilio Somarriba (Luis Bermejo), que lidera la compañía desde que murió su padre. Sin embargo, la crisis del sector y las aspiraciones de su cuñado, Gonzalo Díaz (Óscar Martínez) anuncian que sus días como presidente están contados. El marido de Carmina lleva muchos años trabajando al lado de Emilio y tiene sus propios planes para la empresa, que no pasa por su mejor momento. Sin embargo, Díaz no será el único que mire por sus intereses. Sus vástagos, también han empezado a tomar posiciones. "Tengo que ocuparme del asado, porque peligra la carne y los caníbales que hemos engendramos me fusilarían", dice el personaje que interpreta Óscar Martínez mientras alimenta las brasas de la barbacoa en una metáfora de su doble faceta, como padre y como ejecutivo.
"Esta serie habla sobre familia, poder y ambición en un universo con las líneas muy finitas. Una cena familiar puede parecer un consejo de administración", resumió Susana Herreras, productora ejecutiva de Movistar Plus+, durante la presentación en el South. Es inevitable que esa definición lleve a los espectadores a recordar la multipremiada serie de HBO, Succession, que terminó el pasado mes de mayo. La crónica de las luchas de poder en el seno de la familia Roy ha cosechado siete Emmys solo por su segunda temporada, entre ellos el de mejor serie dramática.
En los últimos tiempos, hemos asistido al estreno de muchas ficciones que abundan en las perversas formas de vida de la élite, como The White Lotus (HBO Max) o Nine Perfect Strangers (Prime Video), pero ninguna ha logrado convencer tanto a la audiencia como estos cuatro herederos que se revelan como un clan de personas rotas que se debaten entre el odio a su progenitor y su amor por el lujo. Galgos recupera la esencia de algunos de esos personajes e incluso del uso de la cámara, pero sus creadores niegan que Succession haya sido un referente a la hora de construir el orbe de los Somarriba.
"Es curioso que las comparaciones sean siempre con esa serie en concreto", responden desde Movistar Plus+. "Nos lo tomamos con humor. Es como si dijéramos que cada vez que hablamos en literatura de una saga familiar tuviéramos que comprarlo con Cien años de soledad, por ejemplo. En el caso de nuestra serie, elaboramos con un decálogo del tipo de lenguaje propio de esta serie en el uso de la cámara, el tipo de planos y el estilo de montaje. Incluso en la dirección artística, buscábamos que reflejara un tipo de lujo añejo que se ve mucho en las familias reales ibéricas en las que nos basamos indirectamente, y que se diferencian mucho del estilo anglosajón", aclaran.
Los creadores de esta producción dicen haberse inspirado en tres familias españolas que lideran la industria. Entre ellos que se encuentran los Gullón, responsables del imperio de las galletas María que sigue indemne después de más de cien años de historia en Aguilar de Campoo, un pequeño pueblo del norte de Castilla y León. "Hemos trabajado con mucha libertad creativa. No son sus historias, solo son un punto de partida", advierten. Las localizaciones tampoco ayudarán a los espectadores a trazar similitudes claras, ya que Galgos se ha rodado en más de 80 puntos diferentes entre Madrid, Cantabria y Bruselas. Las comparaciones, a menudo, son odiosas... y si versan sobre conflictos familiares, aún más.
Personajes femeninos que son un dulce
El revulsivo de la trama llegará con una decisión repentina e inesperada de Carmina, que provoca un terremoto familiar y empresarial que afectará también a sus hijos: Blanca (Patricia López Arnáiz), Guzmán (Marcel Borràs), Jimena (María Pedraza) y Julián (Jorge Usón). "Este empoderamiento tuyo nos está jodiendo a todos", increpa la mayor del clan a su madre en una de las escenas que recoge el tráiler. "Mi personaje es muy moderno y habla de una situación que vivimos las mujeres actualmente, tiene muchas contradicciones", adelanta Adriana Ozores.
Carmina es una mujer preparada, licenciada en económicas y con un conocimiento profundo de los entramados empresariales. Sin embargo, sus lealtades familiares han propiciado que se mantuviera siempre en un discreto segundo plano. Con el debilitamiento del liderazgo de su hermano, todo cambia y se acentúan sus diferencias con Blanca. "Los motivos por los que una madre y una hija chocan a veces son difíciles de verbalizar hasta para ellas mismas. Sus diferencias entroncan con algo muy profundo, como son los vínculos y las afinidades en una familia", deslizan desde la plataforma. Ese fue el motor de esta serie, escrita por Francisco Kosterlitz, Clara Roquet, Pablo Remón y Lucía Carballal, dar importancia a los personajes centrales, a sus aristas y a sus contradicciones. Tendremos que esperar al próximo año para descubrirlos a lo largo de los seis episodios de su primera temporada.