“¿Tú conoces la expresión me lo meto por el culo?”, le preguntaba Yunez Chaib a Broncano en una de sus intervenciones en La Resistencia. La cara del presentador era todo un poema. “Hombre, sí, conozco las palabras”, le dijo el de Jaén sin saber muy bien por dónde quería tirar el colaborador. Y entonces Chaib puso sobre la mesa la definición que la generación Z ha dado a esta expresión.
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Días después, el Mundo Today se sumaba a la tendencia y utilizaba la expresión en una de sus publicaciones satíricas: “Toblerone tendrá que cambiar su icónica forma porque ahora resulta que las nuevas generaciones se lo meten por el culo”.
Toblerone tendrá que cambiar su icónica forma porque ahora resulta que las nuevas generaciones se lo meten por el culo: https://t.co/w5rkMGJKKz
— El Mundo Today (@elmundotoday) March 7, 2023
Entendemos que si estás leyendo esto ya sabrás lo que significa hoy en día “meterse algo por el culo”. Pero por si acaso, ahí va la definición de Diccet, el diccionario de Internet que trata de recopilar todas las palabras del español, principalmente aquellas que no se encuentran fácilmente en otros diccionarios: “Meterse algo por el culo. Verbo transitivo que significa gustar mucho, productor absoluto entusiasmo. Me meto por el culo la nueva canción de Bizarrap. Es de uso reciente y coloquial, propia del habla juvenil de algunas zonas.”
In Spain we dont say "me encanta" we say "me lo meto por el culo" and I think is beautiful. pic.twitter.com/1aqhV5g0G1
— Jaime Prada (@nicetobezombie) March 12, 2023
Reapropiarse del término
La utilización de esta expresión refleja un cambio de rumbo en la mentalidad de la generación Z. Desmonta de un tirón el tabú que históricamente se ha atribuido a las relaciones entre chicos y que durante años ha sido objeto de burla. Pensemos en la expresión “dar por culo” referida a aquellas cosas que nos molestan o fastidian. Algunas personas del colectivo LGTBIQ+ han reivindicado cómo este tipo de expresiones que relacionan el sexo anal con algo peyorativo es otro ejemplo más de la homofobia en el lenguaje.
La expresión «dar por culo», como algo pesado, fastidioso, etc, tiene un poso homófobo. En mi opinión, esto no necesariamente quiere decir que el uso que se le dé sea como tal homófobo. Pero usarla en círculos militantes sí que tiene tela. Especialmente en círculos LGTB.
— Rosa María García (@__erosgarcia) October 30, 2019
“Me flipa que los maricas nos hayamos reapropiado de la expresión meterse algo por el culo”, explicaba un usuario en Twitter. En esta misma línea se postulaba Moderna de Pueblo en una entrevista a RTVE: “Antes, reconocer que te meterías algo por el culo y te daría gusto sería como un poco tabú. En realidad, si la gente joven está diciendo esto por el culo como algo positivo, es un avance”.
Me flipa que los maricas nos hayamos reapropiado hasta de la expresión "meterse algo por el culo".
La gente: y tus disculpas te las puedes meter por el culo.
Nosotros: ¿single nuevo de Rigoberta? Me lo meto por el culo.— Un perro verde 🏳️🌈 (@unperroverde) July 15, 2021
De ‘salseo’ a ‘boomer’: un reflejo generacional
La expresión “me lo meto por el culo” es solo un ejemplo más de las expresiones que se han popularizado últimamente entre la generación Z. Nos referimos a expresiones como salseo (sinónimo de cotilleo), fantasía (para expresar que algo es perfecto), beef (sinónimo de pelea) o random (para decir que algo es aleatorio).
Otras populares también son crush (sinónimo de amor platónico), shippeo (acción de emparejar de manera ficticia a dos personas) o boomer (para referirse a las personas más mayores). Estas dejan de lado expresiones viejunas como guay del paraguay, efectiviwonder o digamelón; por decir algunas de las más utilizadas por los boomers en su juventud.
Creo que ya he roto del todo con la generación posterior. Al escuchar "Me lo meto por el culo" como expresión que significa "me flipa", yo he llegado a un tope generacional que difícilmente creo que tenga vuelta atrás. #mehagomayor
— Legado (@legado) February 24, 2023
Estas expresiones permiten entender, en cierta medida, cómo funciona y se relaciona cada generación. “La marca lingüística de cada generación nos lleva a ver el léxico como una de las pocas máquinas del tiempo que tenemos hoy disponibles. Las palabras propias de una época son el selfie de un momento histórico. El vocabulario habla de los valores, las costumbres y los ideales de cada época”, explica Mar Abad en su análisis De estraperlo a #postureo: cada generación tiene sus palabras.
“Bastan dos palabras, el virginal de los silenciosos [generación formada por las personas nacidas entre 1925 y 1942] y el poliamor de los millennials, para entender la voltereta abismal que se ha producido en la moral de este país desde los años cincuenta a los principios del siglo XXI”, añade.
La influencia del inglés…
El cambio de expresiones entre generaciones provoca lo que ha venido a llamarse brecha lingüística intergeneracional. Según un estudio realizado por Babbel, el 60,5% de los españoles mayores de 40 años, es decir pertenecientes a la Generación X (de 40 a 54 años), tiene dificultades para entender la jerga de generaciones más jóvenes. En la actualidad, esto podría venir influenciado por la utilización del inglés como idioma de referencia dentro del argot juvenil. De hecho, el mismo estudio revela que el 88% de los centennials (de 18 a 24 años) utiliza habitualmente palabras, expresiones o acrónimos procedentes del inglés.
Destaca, por ejemplo, la utilización de la palabra puto para enfatizar las frases. Esta no solo se utiliza como adjetivo antepuesto a un sustantivo –el puto amo–, sino que también puede convertirse en adverbio –me puto flipa–. “Es una construcción muy llamativa, extraña a nivel sintáctico, no es propia del castellano y es más que probable que proceda de la utilización del fuck en lengua inglesa”, apuntaba el lexicógrafo Emilio Gavilanes en una entrevista a este medio.
https://twitter.com/VikingNarnian/status/1635994079015190529?s=20
…y del feminismo
A la influencia del inglés también se suma la influencia de movimientos sociales como el feminismo. En el estudio Rasgos del argot actual de los jóvenes y adolescentes españoles, Gavilanes y Elena Cianca llegan a la conclusión de que los más jóvenes están destarrando el léxico más machista y homófobo. Expresiones como “pierde aceite” o “tiene pluma” son cada vez menos utilizadas. Al mismo tiempo, el feminismo ha promovido la utilización de nuevas palabras como machirulo (un machista chulo) o unga unga (un machista rancio y primitivo).
Ahora cuando algo está de locos, decimos que nos lo metemos por el culo. Al hombre que nos toca las narices en una discoteca le llamamos machirulo y si no nos contestan después de una semana decimos que nos han hecho ghosting. En unos años, ya veremos.