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Rosalía
Rosalía en una imagen publicada en su perfil de Instagram.
Rosalía, en una imagen promocional de ’Motomami’.
Rosalía, en una imagen promocional de ’Motomami’.

Rosalía y su foto manipulada: ¿cómo paramos el ‘fake porn’?

Hace unos días el cantante JC Reyes subía a su Instagram una foto de Rosalía donde la cantante aparecía desnuda. O al menos, eso parecía. La fotografía había sido modificada en un intento extremista del reguetonero por conseguir visitas e incluso dejó entrever que la propia artista le había pasado esa imagen. Se trataba de un caso más de fake porn que acrecienta el debate sobre el uso de la inteligencia artificial y el consentimiento.

Laura Cuesta

En ocasiones, de nada sirve ser Rosalía. Tener grandes éxitos, reconocimientos y ser querida por el público no va a frenar la violencia sexista. Como el resto de mujeres del mundo, Rosalía también se enfrenta a las garras de los machirulos. Esta vez, la cantante ha tenido que ver cómo una fotografía manipulada donde se la veía haciendo toples corría como la pólvora en Internet.

La imagen fue colgada por el reguetonero JC Reyes (Reyes Cortés), quien subió a sus stories de Instagram una foto falsa de la catalana en la que esta aparece enseñando los pechos. En el post el cantante daba a entender que había sido la propia Rosalía la que le había enviado la imagen, pero nada que ver. En un directo justificó su comportamiento y confirmó que la imagen la había editado él mismo con Photoshop.

El reguetonero aprovechó la emisión en directo para promocionar su próxima canción: “Esperen el próximo tema, se llama Rosalía”. Todo empezaba a cuadrar. La imagen no había sido más que un captador de views, siguiendo el mecanismo de otros personajes de Internet como El Xokas: creo mis propias polémicas y escándalos para que hablen de mí y así conseguir visitas. 

Aunque Reyes Cortés ha eliminado la fotografía de su perfil y ha pedido perdón en un vídeo de Instagram, la imagen sigue rulando por las redes y cualquiera puede encontrarla. El clickbait ha sido imparable.

La llegada del ‘fake porn’ y la vulnerabilidad de las mujeres

Lo ocurrido con Rosalía pone de manifiesto la nueva problemática que está viviendo Internet debido a los cambios vertiginosos de la tecnología, encabezados por el auge y la democratización de la inteligencia artificial. La IA va más allá de tener una conversación graciosa con ChatGPT y está teniendo un impacto directo en la manipulación fotográfica, que poco a poco se está sofisticando. 

Para sorpresa de nadie, la creación de deepfakes (contenido multimedia alterado por inteligencia artificial para que parezca realista) está siendo ya ampliamente utilizado en la industria del porno. De acuerdo con un estudio de Deeptrace, compañía especializada en ciberseguridad, ocho de las diez principales páginas web de pornografía incluyen contenidos hechos por medio del deepfake

Aunque cualquier persona es vulnerable de que su rostro aparezca manipulado y utilizado en un vídeo porno, la compañía asegura que las mujeres se han convertido en las víctimas principales del fake porn. Recordemos el escándalo que surgió en 2019 con Deepnude, una aplicación que utilizaba la inteligencia artificial para crear imágenes falsas de mujeres y niñas desnudas a partir de fotos reales donde aparecen vestidas. Aunque la app cerró, las mujeres siguen siendo vulnerables, y si no que se lo digan a Rosalía. 

Rosalía no es la única

Este caso lamentablemente no es una rareza. Hace solo unos días la periodista costarricense, Johanna Villalobos, denunció en su perfil de Twitter que alguien había manipulado una foto suya con inteligencia artificial para quitarle la ropa y compartirla en WhatsApp. 

La actriz Scarlett Johansson también ha sido una de las que se ha pronunciado públicamente sobre la problemática del fake porn. “El hecho es que tratar de protegerse de Internet y su depravación es básicamente una causa perdida”, reflexionó la actriz en el Washington Post. La imagen de Johansson sigue siendo utilizada por multitud de páginas porno donde los montajes de sus películas son difundidos para “simular” escenas pornográficas. “Nada puede impedir que alguien corte y pegue mi imagen en otro cuerpo y haga que se vea tan realista como desee”, sentenció.

La denuncia, las reacciones y una reflexión

No han sido pocas los usuarios que han reaccionado a la reciente polémica de la cantante catalana, sobre todo después de que Rosalía se pronunciara sobre el asunto y denunciara la actitud de JC Reyes. “Ir a buscar clout [influencia] faltando el respeto y sexualizando a alguien es un tipo de violencia y da asco», sentenció la artista. Al día siguiente volvió a sacar el tema: “Esas fotos estaban editadas y creaste una falsa narrativa alrededor cuando ni te conozco. Existe algo llamado consentimiento”.

Y es que el tema no se ha quedado en un revuelto twittero y el mundo del famoseo y la política también ha entrado al trapo. Una de las últimas reacciones ha venido de la mano de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que ha aplaudido las palabras de Rosalía con un “dilo reina”. También se han sumado otras mujeres como la cantante Mónica Naranjo y la cómica Eva Soriano.

Quizás una de las reacciones más interesantes ha sido la de la creadora de contenido Sindy Takanashi, quien ha dedicado un reel entero a reflexionar sobre la polémica. “Estamos hablando de Rosalía, pero es que esto nos puede pasar a cualquiera de nosotras”, comienza diciendo la influencer. Takanashi pone encima de la mesa una pregunta que da para pararse a pensar un momento: “¿Por qué al tío este no se le ha ocurrido promocionarse editando una foto de los cojones de Cristiano Ronaldo?”

 

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Si ella quiere sí, porque a ti te dé la gana no

En todo esto, merece la pena puntualizar que el cuerpo de Rosalía le pertenece única y exclusivamente a ella. Algunos le han saltado al cuello alegando que no puede pedir que no la sexualicen si después es ella misma la que sube multitud de fotos a sus redes sociales donde se la ve con poca ropa. Pero es que este argumento no tiene ningún tipo de sentido. 

Si a ella le apeteciera subir fotos desnuda, mostrando su cuerpo sin tapujos, no habría ningún problema. Repetimos: ella es la dueña de su cuerpo y su imagen. El problema está en que no ha sido ella la autora de la polémica fotografía que se ha compartido. Ni siquiera ha dado su consentimiento para que se realice el montaje. “Rosalía podría subir una foto de su coño en primer plano y aún así nadie tendría derecho a editar una foto suya para hacerse de notar y querer tener su minutito de fama”, ha recordado un usuario en Twitter. 

El (no) consentimiento y la violencia

Como la propia Rosalía ha expresado en su perfil de Twitter, aquí lo importante es el consentimiento. La conciencia social sobre este tema empieza a plasmarse en la cultura del entretenimiento a través de series como Intimidad (Netflix) o Podría destruirte (HBO). También las leyes empiezan a ponerse las pilas: la ley del ‘solo sí es sí’ pone precisamente el consentimiento en el centro, explicitando que “solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que expresen de manera clara la voluntad de la persona”. 

Pero es que en el caso de Rosalía no ha habido nada parecido a esto. “Sea un montaje de Photoshop o un deepfake creado por inteligencia artificial, estos contenidos son un problema de violencia machista”, explica una periodista del medio Manifiesta Media. Al final las mujeres son las víctimas más vulnerables frente a esta problemática cada vez más presente en el día a día de Internet. 

Hay que actuar pero, ¿hay medidas?

El Instituto Europeo para la Igualdad de Género tipifica las manipulaciones fotográficas de los deepfakes como una nueva y sofisticada forma de agresión machista que implica graves consecuencias para las víctimas. Por su parte, el Parlamento Europeo ha subrayado la necesidad de establecer leyes que castiguen estas ediciones. Sin embargo, a día de hoy no hay medidas concretas dirigidas directamente a controlar esto.

En España, miembros del gobierno se han pronunciado sobre lo sucedido con Rosalía y han alertado la necesidad de incorporar nuevas medidas legales en este sentido. “Hay que empezar a debatir qué implicaciones tiene la inteligencia artificial en el ámbito de la protección de nuestras libertades, como es el caso de la libertad sexual. Tenemos una cuenta pendiente con las violencias sexuales en el ámbito digital”, ha comentado Ángela Fernández, Secretaria de Estado de Igualdad y contra la violencia de género, en el programa El Tablero.

Ahora está por ver si Rosalía toma acciones legales contra JC Reyes o todo queda en una denuncia pública a través de su perfil de Twitter. Con la publicación de la fotografía, el reguetonero habría vulnerado su derecho al honor, a la intimidad personal y a la propia imagen. Aunque la difusión de una foto manipulada no está específicamente tipificada en el Código Penal español, sí que existen disposiciones legales que podrían aplicarse.

Y los usuarios, ¿cómo podemos ponerle freno?

Ya es hora de que estas innovaciones tecnológicas vayan acompañadas de una legislación adecuada y una responsabilidad firme por parte de las empresas de inteligencia artificial. La colaboración de los gobiernos y las empresas es fundamental para abordar esta problemática. Pero esto no debe quedar en un esfuerzo de “los de arriba”. Todos tenemos la responsabilidad de frenar estas actitudes, sin crear ni difundir este tipo de contenidos en Internet. 

La polémica de Rosalía ha abierto un debate amplio sobre la libertad sexual en Internet, la educación sexual de algunos hombres y la necesidad de proteger a las mujeres de estos nuevos delitos en redes sociales. Está claro que no todo vale por conseguir visitas, y mucho menos si ponemos en riesgo los derechos y libertades de una persona. La conclusión es sencilla: no debemos contribuir a difundir imágenes que violan la privacidad de una mujer, sean reales o no.