A menudo creemos que tenemos que irnos muy lejos para ver localidades que nos maravillen o rincones que nos sorprendan, pero no siempre tiene por qué ser así. Hay sitios que se encuentran muy cerca que pueden sorprender a cualquier viajero, de hecho, no son pocos los que vienen de lugares muy distantes para descubrirlos.
Vamos a darnos una vuelta por algunos de ellos para animarte a visitar estos siete pueblos españoles realmente curiosos. Si todavía no los conoces, aprovecha cuando tengas un par de días libres para hacerlo.
Soportújar (Granada)

En la Alpujarra Alta, a unos 65 kilómetros de la ciudad de Granada (Andalucía), se localiza Soportújar. Se trata de un bonito pueblo que cuenta con un particular conjunto arquitectónico conformado por curiosos soportales, denominados tinaos, que forman unos curiosos pasadizos que aprovechan la inclinación del terreno y forman sus calles. En su núcleo encontrarás muestras de la tradición antropológica en torno a los brujos y las brujas, así como lugares como la Cueva del Ojo de las Brujas. Además, el lugar es perfecto para realizar senderismo y pasear por sus bosques y robledales.
Como curiosidad, has de saber que en Soportújar se encuentra el primer centro budista en España, que se alzó en el Cerro de Atalaya. Lo fundó el lama Yeshé y fue consagrado por el Dalai Lama.
Setenil de las Bodegas (Cádiz)

En la provincia andaluza de Cádiz encontramos uno de sus pueblos más famosos catalogado como Conjunto Histórico-Artístico: Setenil de las Bodegas. Seguramente, la peculiaridad de sus casas excavadas en las rocas y otras sucediéndose sobre ellas haya contribuido a ello. En el lugar, tan pintoresco como bonito, imperan los restos de su antiguo castillo medieval, con la torre del homenaje y el aljibe.
Otros puntos de interés son la Casa Consistorial, la ermita de Nuestra Señora del Carmen, la ermita de San Sebastián y la iglesia parroquial. Aunque sin duda lo que hará que quites un buen número de fotografías sean las calles de las Cuevas del Sol y de las Cuevas de la Sombra. Un sitio que no olvidarás.
Júzcar (Málaga)

Júzcar es un bonito pueblo, ubicado en el valle alto del Genal, en la serranía de Ronda (Málaga), donde se suceden las casas por escarpados desniveles. Con su arquitectura tradicional y templos como la iglesia de Santa Catalina, del siglo XVI, te encantará pasea por sus calles y fotografiar sus rincones. Pero si por algo es uno de los pueblos más originales de España es por el color de sus fachadas.
Y es que Júzcar es azul. Sus casas se pintaron con motivo de las películas de Los Pitufos, puesto que este lugar fue elegido como escenario para organizar los preestrenos. Por ese motivo, se le llamó el Pueblo Pitufo, aunque ahora es conocido como la Aldea Azul.
Puentedey

Con menos de 50 habitantes, Puentedey (Burgos) es otro de esos pueblos curiosos que nos encontramos por España. Esta pequeña localidad se levanta sobre un puente de piedra natural, de 15 metros de altura, bajo el que surcan las aguas del río Nela, uno de los afluentes del río Ebro.
Se cuenta que los primeros habitantes del lugar consideraban que este majestuoso puente era obra de Dios, por lo que lo denominaron Puente de Dios, del que deriva el nombre actual. En Puentedey destacan la Casa Palacio de los Porras, del siglo XV, el Palacio de Brizuela, de entre los siglos XV y XVI, y la iglesia parroquial de San Pelayo. Y en las proximidades no te pierdas el Monumento Natural de Ojo Guareña.
La Alberca (Salamanca)

Con su hermosa arquitectura tradicional serrana, La Alberca puede presumir de contar con la catalogación de Conjunto Histórico-Artístico desde 1940. Recorre sus calles y descubre sitios tan encantadores como la Plaza Mayor, las casas con los dinteles cincelados en los que consta las fechas de fundación, inscripciones y anagramas religiosos. Se localiza en el entorno del Parque Natural de Las Batuecas, por lo que es uno de esos destinos perfectos para una escapada de turismo rural y actividades al aire libre.
Granadilla

Si hay un pueblo abandonado tan bonito como popular en nuestro país es Granadilla. Pero este lugar tiene una curiosa historia. Se trata de una villa medieval amurallada que fue expropiada en tiempos de la dictadura franquista para construir el embalse de Gabriel y Galán. Todos los terrenos de alrededor comenzaron a anegarse y, aunque pensaron que pasaría lo mismo con el pueblo, este se salvó. Sin embargo, no se permitió a los vecinos volver a él.
Hubo que esperar a 1980 a que Granadilla fuera declarada Conjunto Histórico-Artístico y comenzaran a rehabilitarse algunos de sus edificios, como el castillo. Hoy en día puedes visitarlo y descubrir uno de los rincones más bellos de la provincia extremeña de Cáceres.
Guadalest (Alicante)

En la Costa Blanca se localiza Guadalest (Alicante), en una ubicación excepcional. El castillo o Castell de Guadalest se impone sobre todo el pueblo, al que se accede a través de un túnel que cruza el interior de la montaña sobre la que se alza la fortaleza. Sus calles empedradas, su aspecto medieval y su peculiar encanto lo convierten en un destino seguro para aquellos que aman la naturaleza y la historia.
Y es que en este pueblo hay una cantidad de museos que te sorprenderá, como el Museo Microminiaturas, el Museo Microgigante, el Museo Histórico Medieval, el Museo Saleros y Pimientos, el Museo de la Bicicleta, el Museo Etnológico, la casa Orduña y el Museo de vehículos históricos Vall de Guadalest. Un lugar perfecto para pasar unos días libres.