Cinco lugares para visitar en Navidad

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El espíritu navideño invade el callejero de casi todos los rincones del mundo, y ya ocupan sus puestos las luces de colores, los espumillones y adornos destelleantes, los árboles, los belenes, los mercadillos y los Papás Noel, embelleciendo las calles y plazas e imprimiéndoles un ambiente de lo más especial.

Pero hay destinos a los que les sienta especialmente la llegada de las fiestas navideñas, no solo porque las viven con especial intensidad, sino también porque se tornan tan bonitos que parecen sacados de un cuento, despertando nuestras emociones navideñas y perfilándose la excusa perfecta para disfrutar del último viaje del año. Recorremos los cinco pueblos más bonitos en Navidad.

Coburgo, Alemania

Enclavado en el corazón de la Alta Franconia es, además de la tierra de las salchichas Bratwurst, uno de los más bonitos en Navidad. Sus estrechas calles medievales y las casas con arquitectura típica de madera se visten con decenas de luces y adornos navideños, creando un ambiente de lo más onírico. Pero el gran protagonista es el mercado de Navidad, que abre sus puertas en el casco antiguo, muy cerca del Ayuntamiento. Como cada año, hay puestos de todos los tipos donde es posible comprar regalos, probar delicias típicas de estas fechas o ver in situ a los artesanos trabajando, especialmente sopladores de vidrio y talladores. También acoge distintos eventos como los espectáculos de hielo y fuego, el tiovivo infantil e incluso conciertos de órgano a la luz de las velas, que suelen tener lugar en la plaza Säumarkt y en la calle Steinweg.

Coburgo en Navidad.
Fuente: Efetour.com.

Estepa, Sevilla

Esta localidad sevillana se vuelve sumamente mágica durante el Adviento, regalando la posibilidad de disfrutar de estas fechas con especial entusiasmo. Además de ser la primera de Europa en poner en marcha el iluminando navideño, es una de las cunas de los polvorones y los mantecados (tiene 22 fábricas), cuyo aroma a azúcar y almendra invaden las calles, despertando los sentidos e invitándonos a probarlos.

Estepa, Sevilla.
Fuente: Visitaestepa.net

Rovaniemi, Finlandia

La capital de Laponia es la ciudad donde «reside» Santa Claus con su séquito de renos, elfos y duendes, quienes le ayudan a cumplir con su misión de hacer llegar regalos a todos los niños del mundo. Así que si quieres conocerlo o darle tu carta en persona para asegurarte que llega a tiempo, este se perfila el destino ideal. Eso sí, siempre y cuando no acudas el 24 de diciembre, pues esa noche está muy ocupado.

Además este rincón, enclavado en pleno Círculo Polar Ártico, se presenta como el pueblo de la eterna Navidad, pues la nieve lo cubre todo y las calles y las casas luces se visten de luces y colores, entre las que se cuelan gigantescas esculturas de hielo, enormes muñecos de nieve, pistas de hielo y, si hay suerte, se iluminan con una aurora boreal.

Fuente: Wikipedia.

Arcos de la Frontera, Cádiz

En esta localidad gaditana la Navidad es llevada a la máxima expresión gracias al enorme Belén viviente, que cada año adquiere más espectacularidad. Tal y como nos cuentan en la web de turismo, el pueblo y sus vecinos recrean el Belén de la Judea de 2.000 años atrás. Todas «las calles están adornadas por palmeras e iluminadas por la tenue luz de las antorchas, cuyo olor a cera quemada hacen aún más especial la visita.

Además, incluyen las estaciones del Belén, que representan escenas del nacimiento de Jesús». Así que todo lo que sucede en la localidad es A.c., por lo que visitarla es prácticamente inexcusable para vivir estas fechas y adentrarse en su origen.

Belén viviente, Arcos de la Frontera.
Fuente: Andalucía.org.

Vigo, Pontevedra

Desde hace unos años, Vigo se presenta como la ciudad de la Navidad por excelencia. Sus más de 30 calles se visten de millones de luces, que imprimen a la ciudad un halo de lo más mágico, y cada hora se cubren de blanco gracias a los cañones de nieve emplazados estratégicamente.

También se instala un gigantesco mercadillo, una rampa de hielo, un enorme muñeco de nieve, una noria y un árbol gigante, entre los que se pasean elfos, pingüinos y todo tipo de personajes navideño. Además, este año se ha ambientando la céntrica calle del Progreso en el mundo Frozen con motivo del estreno de la segunda parte de la película de Disney. Sin duda, un escenario de lo mágico y perfecto para dar rienda suelta a la magia y la locura navideña.

Vigo.
Fuente: Flickr.

Sonia Fernández

Historiadora y redactora zamorana. Comencé a escribir por casualidad hace siete años y hoy, quién me lo iba a decir, se ha convertido en una de mis grandes pasiones. Esto me ha enseñado que lo importante no es recorrer el camino, sino disfrutar de lo que la vida te brinda en el trayecto.

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