Descubre los diez sitios más emblemáticos de París, que no te puedes perder en tu próxima visita a la capital francesa.
Torre Eiffel

La Torre Eiffel, símbolo de París, es sin duda el monumento más conocido en el mundo. Levantada en el año 1889 con motivo de la Exposición Universal, fue diseñada por Maurice Koechlin y Emile Nouguier y construida por el ingeniero francés Alexandre Gustave Eiffel. Tenía una altura de 300 metros originalmente, aunque hoy su altura es de 324 metros por la antena agregada.
Arco del Triunfo

El Arco del Triunfo es uno de los monumentos más importantes de la capital francesa y el arco más famoso del mundo. Construido entre los años 1806 y 1836 por orden de Napoleón Bonaparte para conmemorar la victoria en la batalla de Austerlitz. Emplazado sobre la Plaza Charles de Gaulle, en el extremo occidental de la Avenida de los Campos Eliseos, posee una altura de 50 metros y su bóveda mayor tiene 29,19 metros de alto. Como la Torre Eiffel merece la pena visitarlo de noche para disfrutar de su iluminación, que cambia según diferentes celebraciones.
Catedral de Notre Dame

La Catedral de Notre Dame es la Catedral de Nuestra Señora, una catedral de culto católico, sede de la archidiocesis de París. Su construcción comenzó en 1163 y finalizó en 1345. Es un edificio de estilo Gótico y se encuentra en la Isla de la Cité de la capital francesa.
Palacio de Versalles

El Palacio de Versalles o Chateau de Versailles, su construcción estuvo dividida en tres partes entre el año 1661 y 1692 y fue ordenada por Luis XIV. Ubicado en el municipio de Versailles, Ile de France, posee tres palacios y un enorme jardín clasista con 372 estatuas y 55 estanques. Sin duda un sitio para conocer y admirar.
Basílica del Sagrado Corazón

La Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre o Basilique du Sacré-Coeures es un templo religioso situado en lo alto de la colina de Montmatre. Se trata de una basílica menor dedicada al Sagrado Corazón de Jesús y a los ciudadanos franceses muertos en la guerra franco-prusiana. Es un edificio de 80 metros de altura con una arquitectura romana y bizantina.
Catacumbas

Las Catacumbas o Les Catacombes, es un cementerio compuesto por una red de túneles y cuartos subterráneos localizados en minas de piedra caliza. Las minas pasaron a ser cementerios al final del siglo XVIII, cuando en el año 1786 se decidió utilizarlas como cementerio por la falta de espacio en los cementerios tradicionales de aquel momento. Solo hay abiertos al público un kilómetro y medio de los más de trescientos que tiene la red.
Castillo de Vincenes

El Castillo de Vincenes o Chateau de Vincennes es un castillo real, construido entre los siglos XIV y XVII. Recibe el nombre del pueblo en que se encuentra, a nueve kilómetros del centro de París. Fue durante la edad media el castillo más grande de Europa y en su interior alberta la capilla medieval de Saint-Chapelle Vicennienne, fundada en 1379 por pedido expreso del rey Carlos V para albergar las Reliquias de la Pasión de Cristo.
Palacio Real

El Palacio Real o Palais-Royal pertenece al conjunto monumental de palacio, galerías, jardines y un teatro. La orden de construcción fue dictada por el Cardenal Richelieu. Nunca fue residencia real, su construcción se inició en el año 1624 y finalizó en 1639. Como todas las construcciones de relevancia francesas posee un enorme y expléndido jardín.
Basílica de Saint-Denis

La Basílica de Saint-Denis fue la primera iglesia que se levantó en estilo gótico y es el lugar donde se encuentran los restos de la mayoría de reyes franceses. Está situada en Saint-Denis, como su nombre indica, y desde 1966 pasó a ser la Catedral de la diócesis de Sait-Denis pero sus funciones siguen siendo las de una abadía.
Museo del Louvre

Museo de Louvre o Musée du Louvre, es el museo más visitado del mundo, está ubicado en el antiguo Palacio Real y es el museo nacional de Francia. Sus colecciones provienen del esfuerzo histórico desarrollado por la monarquía francesa a lo largo de los Siglos, hombres de la Ilustración, las campañas arqueológicas y las compras durante todo el siglo XIX. Su apertura fue en 1793 y significó el traspaso de las colecciones privadas de la monarquía, aristocracia e Iglesia a la propiedad pública para que pudiera ser disfrutada por los habitantes de París y del mundo entero.