El Valle de Baztan pueblo a pueblo: ruta por la trilogía de Dolores Redondo

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“No se debe volver al lugar donde se fue feliz, porque esa es la manera de comenzar a perderlo”. Pero Amaia Salazar ha de volver al Valle de Baztan, allí donde creció, para investigar la muerte de una joven cuyo cuerpo apareció en la orilla del río Baztan. 

No es que el punto de partida de la trilogía del Baztan sea la más original de la historia de la literatura, pero el modo en el que Dolores Redondo, su autora, integra su trama en el escenario del Valle de Baztán fascinó a millones de lectores (y espectadores).  

Y es que este lugar al norte de Navarra, ya en la frontera con Francia, es un territorio tan exuberante como inquietante, tan frondoso como enigmático. Y allá que nos vamos para recorrer sus pueblos y desvelar sus misterios: un homenaje a la trilogía de Baztan recorriendo el valle pueblo a pueblo. 

Elizondo, el corazón del Valle de Baztan 

Elizondo - Fuente: Depositphotos
Elizondo – Fuente: Depositphotos

Nuestro periplo por el norte de Navarra siguiendo las huellas de Amaia Salazar arranca en Elizondo, en el centro geográfico del Valle de Baztan, a tres cuartos de hora al norte de Pamplona. Y hemos de empezar por Elizondo porque buena parte de la trama de la trilogía de Baztan pasa por esta localidad de 3.500 habitantes que aglutina la mitad de baztandarras de todo el valle. 

Aquí encontrarás el Bar Txokoto a un paso del puente donde se reúnen varios personajes de las novelas, la casa de la tía Engrasi que podrás visitar en la calle Braulio Iriarte, Mantecadas Salazar —en realidad, Panificadora Baztanesa, aunque han dejado el cartel de las novelas— en la calle Maurizio Berekoetxea, donde podrás tomar una txantxigorri, la torta tradicional navarra.

Elizondo - Fuente: Depositphotos
Plaza de los Fueros de Elizondo con el ‘botil harri’ a la izquierda – Fuente: Depositphotos

Y la piedra de botil harri, de la Plaza de los Fueros, ese monolito que la inspectora Salazar toca cada vez que pasa por la plaza, el mejor lugar para empezar a conocer esta localidad. Bajando por la calle Jaime Urrutia, la “calle de abajo”, aquella en torno a la que se formó el pueblo y que cuenta con soberbias fachadas de casonas nobiliarias, llegarás al puente de Txokoto, el escenario más fotogénico de Elizondo. 

También te sonará, cerca de la Panificadora Baztanesa, la iglesia de Santiago, aquella en la que también transcurren varios episodios de las novelas de Dolores Redondo. Una iglesia que estuvo originalmente junto a la plaza y el ayuntamiento y que fue derribado por motivos aún por esclarecer para ser levantada en su ubicación actual en la calle Maurizio Berekoetxea. 

Y no puedes irte de Elizondo si visitar su cementerio, al este del pueblo, donde encontrarás “el ángel indolente y de gesto aburrido” de la tumba de la familia Arbizu que, en realidad, es la tumba de la familia Iturzaeta. 

Al sur del Valle de Baztan 

Ziga - Fuente: Depositphotos
Ziga – Fuente: Depositphotos

La N-121B es la carretera que se abre camino serpenteando entre los bosques del Valle de Baztan, allí donde vive Basajaun, el señor del bosque de la mitología vasco-navarra que también podemos encontrar en la vecina Selva de Irati.  

Si conduces hacia el oeste por esta carretera te encontrarás primero con Lekaroz donde puedes visitar su Colegio de los Capuchinos o los palacios de Aroztegia y de Oharriz, —y no te olvides de probar la tortilla de patata de Lekaroz—, para después llegar a Arraioz, entre Oronoz-Mugaire e Irurita, en el arranque del valle donde podrás conocer más palacios de cabo de armería, los solares originales de los linajes más antiguos del Reino de Navarra. 

Antes de salirnos del valle y tras pasar por Oronoz, bajamos hacia el sur por la N-121A para conocer Almandoz, en la ladera oeste del monte Santa Bárbara, conocida por sus canteras. ¡Dicen que de aquí salió parte del mármol para el Kremlin de Moscú

Antes de Almandoz, un desvío al este por la NA-2540 nos lleva a conocer otros pueblos de la cuartilla de Basaburua, una de las cuatro que forman el Valle de Baztan junto a Erberea, Baztangoiza y la propia Elizondo. Primero pasas por Berroeta, al pie del monte Abartan, formando parte desde antiguo del Camino Real.  

Después llegarás a Aniz, la aldea más pequeña del valle, con sus apenas 80 vecinos, para finalmente llegar a Ziga, a un paso del Mirador de Baztan, la mejor perspectiva del valle. En este pueblo también se ubica la iglesia de San Lorenzo, conocida como catedral de Baztan, por sus grandes dimensiones.  

Al norte del Valle de Baztan 

Amaiur - Fuente: Depositphotos
Amaiur – Fuente: Depositphotos

Tras regresar a Elizondo, es momento de conocer el norte del Valle, donde aún nos esperan más pueblos cubiertos por la densa niebla baztandarra, como Elbete, que prácticamente está ya unido a Elizondo, donde también encontrarás palacios de cabo de armería como el de Jarola y Askoa.  

Tras Elbete llega el momento de adentrarse en la cuadrilla de Baztangoiza, la más septentrional del valle, donde te encuentras en primer lugar con Arizkun, la segunda población en número de habitantes de la zona y que, durante el XVIII, llegó a ser la localidad más importante del valle como muestran sus números edificios ilustres como la casa Iturralde o la casona de Lamiarrita, cuyo solar es de la familia Goyeneche, de la que desciende Juan de Goyeneche, fundador de Nuevo Baztán en la Comunidad de Madrid. 

Al oeste de Arizkun está Azpilkueta y al este Erratzu. Desde esta localidad parte un sendero que conduce a la cascada de Xorroxin, un salto de agua del Iñarbegi, afluente del Bidasoa donde, dicen, se encuentran las lamias, las sirenas con cola de salmón que se alisan el cabello con peines de oro.  

Cascada de Xorroxin  - Fuente: Depositphotos
Cascada de Xorroxin – Fuente: Depositphotos

Nuestra penúltima parada en el norte del Valle de Baztan es Amaiur cerca de donde podemos visitar el castillo de Amaiur, todo un símbolo por la resistencia del Reino de Navarra ante Castilla en el siglo XVI, cuando finalmente perdió su independencia.  

Nuestras últimas visitas en el Valle de Baztan son para volver retomar el espíritu siniestro de la trilogía de Dolores Redondo porque, a 20 minutos al norte de Amaiur, encontrarás las cuevas de Urdax, uno de los tesoros geológicos más importantes de Navarra, donde también se rodaron varias escenas de las películas de la trilogía. 

Y para rematar este viaje por los misterios de Baztan, un último vistazo a Zugarramurdi, a cinco minutos de Urdax, donde, ya sabes, cuentan que vivían unas brujas… pero esa ya es otra “película”, ya es otra historia. 

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