Esta ciudad española está en dos continentes al mismo tiempo

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Seguro que, si piensas en ciudades del mundo que estén entre dos continentes al mismo tiempo, rápidamente te viene a la cabeza Estambul, esa legendaria megalópolis que se halla entre Oriente y Occidente, entre Europa y Asia. Pero mucho más cerca, aquí en España, también tenemos una ciudad que está entre dos continentes: una isla que pertenece al municipio de Almería es la clave de su transcontinentalidad, de estar entre dos continentes al mismo tiempo. 

Visitamos la almeriense isla de Alborán ubicada entre Europa y África para descubrir sus misterios geológicos y aprovechamos que el Mediterráneo pasa por Alborán para acercarnos a otras ciudades y enclaves transcontinentales de nuestro planeta. 

Almería, entre dos tierras 

Almería - Fuente: Depositphotos
Almería – Fuente: Depositphotos

El municipio de Almería está lejos por tamaño de los más más extensos de España entre los que destacan Cáceres y Lorca con más de 1.600 kilómetros cuadrados de extensión. Almería no llega a los 300 pero su municipio cuenta con un islote que lo convierte en el único transcontinental de nuestro país… a nada menos que 88 kilómetros de la costa almeriense continental, mientras que está a poco más de 50 del litoral marroquí.  

Pese a que la isla de Alborán es muy pequeña —apenas siete hectáreas— tiene gran relevancia geográfica y geológica al encontrarse a medio camino entre Europa y África. De hecho, este islote que debería su nombre a un corsario tunecino terminó nombrando a todo el mar que la rodea. 

Y es que una cosa es lo que vemos del islote sobre las aguas —265 metros de longitud máxima, se puede ir de una punta a otra en un par de minutos andando— otra es lo que sucede bajo el Mediterráneo: pertenece a la dorsal de Alborán que está rodeada por una plataforma de 120 kilómetros con una anchura de 20.  

Faro de la isla de Alborán - Fuente: Depositphotos
Faro de la isla de Alborán – Fuente: Depositphotos

Los expertos señalan que llegó a formar parte del primitivo macizo Bético-Rifeño —que se rompió originando el estrecho de Gibraltar— emergiendo a partir de las manifestaciones volcánicas que se produjeron durante los plegamientos alpinos del Mioceno y el Plioceno hace unos 20 millones de años. Y su ubicación explica también que sea epicentro de una gran actividad sísmica por el choque de la placa africana con la euroasiática, como el último terremoto de 2016

Bajo soberanía española desde 1540 después de que fuera arrebatada al corsario Al-Borany que le da nombre, no sería hasta 1884 cuando el Ayuntamiento de Almería comienza a administrarla: una Real Orden firmada el rey Alfonso XII adscribe Alborán a la provincia almeriense por “ser la más próxima y con la que sostiene comunicación”. 

Dos décadas antes se había proyectado la construcción un faro —rehabilitado en 2006— que es, junto a dos embarcaderos, la única construcción de este singular y minúsculo islote administrativamente almeriense pero africano a nivel geográfico. 

Ciudades y enclaves entre dos continentes 

Estambul - Fuente: Unsplash
Estambul – Fuente: Unsplash

El concepto “continente” no deja de ser ciertamente ambiguo en muchos aspectos, particularmente si hablamos de Europa y Asia cuya frontera es de índole sociopolítica, histórica y cultural más que geográfica o geológica, razón por la cual muchos geógrafos consideran que se trata de un solo continente: Eurasia.  

Y no olvidemos que a nivel geológico existe una gran placa tectónica continental que abarca buena parte de Europa y Asia, incluyendo también la parte oriental del océano Atlántico Norte hasta la dorsal mesoatlántica. 

Así que, si queremos realmente estar a nivel geológico entre dos grandes placas tectónicas continentales nos podemos ir a Islandia, a la fisura de Silfra que pertenece al borde divergente entre las placas tectónicas de Norteamérica y Eurasia en la dorsal mesoatlántica, una fisura que se halla en el lago Þingvallavatn en el Parque Nacional Þingvellir. 

Se trata de uno de los lugares más visitados del país, no solo por sus atractivos naturales, sino sobre todo históricos ya que en este entorno se fundó uno de los parlamentos más antiguos del mundo, en el año 930, un hito de la democracia. 

No sabemos hasta qué punto los primitivos islandeses sospecharon que aquel lugar era “especial” pero la realidad es que fueron a escoger como lugar de reunión uno de los enclaves geológicos más fascinantes del planeta, también para los buceadores que pueden sumergirse entre ambas placas en el mencionado lago Þingvallavatn.  

Þingvellir - Fuente: Unsplash
Þingvellir, caminando entre dos continentes – Fuente: Unsplash

Y esta es la principal razón por la que Islandia es tan activa a nivel sísmico, sin olvidar que el valle existente entre la dorsal se expande a unos tres centímetros anuales. Así que mientras paseas o nadas entre ambos continentes en Islandia recuerda que bajo tus pies la tierra sigue moviéndose… 

Pero si hablamos de ciudades entre dos continentes, aunque sea una cuestión cultural o política, no hay otra más famosa en el mundo que Estambul cuya ubicación es un prodigio geográfico y estético, el sueño de un paisajista: al norte del Mármara, al borde del Bósforo que conecta con el mar Negro y rasgada su zona occidental por el legendario Cuerno de Oro. Puedes cruzar cualquiera de los tres puentes que comunican ambos lados de la ciudad, o mejor aún, subirte a un barco para pasar de Europa a Asia… o viceversa. 

Pero ni Estambul ni Almería, ni siquiera Þingvellir, son los únicos lugares transcontinentales del mundo. También tenemos otra gran ciudad con territorios en dos continentes a la vez. A Tokio pertenecen dos cadenas de islas del Pacífico incluyendo la isla de Minami Torishima que está a… 1848 kilómetros del sudeste de Tokio y a 1267 de la otra isla japonesa a más cercaba: un islote con un perímetro de 6 kilómetros en medio de ninguna parte ya que la isla más cercana sería Farallón de Pájaros de las Marianas, a casi 1000 kilómetros, perteneciendo ambas a Oceanía. Así que, técnicamente, Tokio estaría entre Asia y Oceanía

Y tampoco nos podemos olvidar de Suez que marca la frontera geológica entre África y Eurasia. Y es que el mar Rojo que es conectado por el Canal de Suez con el Mediterráneo se formó al separarse la península arábiga del Cuerno de África por el movimiento de la falla del mar Rojo. Así pues, Suez comunicaría Asia y África estando a la vez en los dos continentes.  

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