Estos son los motivos que han convertido a Varsovia en la capital europea de moda

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Después de experimentar una profunda transformación en las últimas décadas, Varsovia se presenta hoy orgullosa como un destino turístico de lo más atractivo y diverso. No es casualidad, por tanto, que haya sido elegida recientemente como el Mejor Destino Europeo 2023 en los prestigiosos premios European Best Destinations.

Hemos viajado hasta allí y la hemos recorrido durante unos días para comprobar por nosotros mismos cuáles son los motivos que explican que Varsovia sea últimamente la capital europea de moda. Creo que te convenceremos. ¿Nos acompañas?

El contraste entre historia y modernidad

Ciudad Vieja de Varsovia – Foto: Christian Rojo

En pocas ciudades el contraste entre historia y modernidad se siente tan presente como en Varsovia. Entre otros motivos, porque la ciudad experimentó un siglo XX muy convulso y las huellas son todavía muy visibles. Fue destruida prácticamente en su totalidad en la II Guerra Mundial y tuvo que resurgir, literalmente, de sus cenizas. Primero bajo el dominio soviético, que dejó su impronta con sus habituales edificios sobrios e imponentes, y más tarde con la arquitectura moderna, propia de la llegada del siglo XXI.

Esto se experimenta perfectamente en la Calle Real que nos lleva hasta el castillo y la Ciudad Vieja. La reconstrucción de toda esta área de la ciudad ha conseguido recuperar la esencia de la ciudad anterior a la destrucción nazi. Aunque es inevitable tener cierta sensación de andar por un decorado de cine, el mérito del esfuerzo realizado es innegable y fue reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco por ser un “ejemplo único de reconstrucción prácticamente total del conjunto de un patrimonio arquitectónico histórico de los siglos XIII a XX”.

Por eso, muchas de estas calles con sus edificios de fachadas barrocas o neoclásicas esconden en sus partes traseras áreas totalmente modernas con fachadas grises y mucho más funcionales en un contraste que resulta sorprendente y ciertamente cautivador. Para comprobarlo basta con caminar por la Calle Real y atravesar alguno de los pasadizos que salen a ambos lados de la calle. De pronto sentirás que has saltado del siglo XVIII al siglo XX sin solución de continuidad y encontrarás pequeños oasis de paz.

Palacio de la Cultura y la Ciencia – Foto: Christian Rojo

También es fácil ver el contraste entre la antigua y la nueva Varsovia en lugares como el Palacio de la Cultura y la Ciencia, un imponente edificio de estilo soviético que se encuentra en el corazón de la ciudad. Desde su inauguración en 1955, el edificio ha sido un símbolo de la ciudad y ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad desde su mirador.

La caída de la Unión Soviética y la llegada del siglo XXI, con la incorporación a la Unión Europea, aceleraron la modernización del país y en Varsovia surgieron muchos e interesantes proyectos arquitectónicos. El Museo Polin, sobre la historia de la comunidad judía, es uno de los más representativos así como la Biblioteca de la Universidad de Varsovia, con su espectacular jardín exterior que asciende por la fachada del edificio. El Warsaw Spire y el Zlota 44, diseñado por Daniel Libeskind, son los dos rascacielos que mejor representan esta nueva etapa de modernidad en la ciudad.

Su apuesta por la cultura

Museo del Castillo Real – Foto: Christian Rojo

Más de 50 museos podemos visitar en Varsovia, muchos de ellos ubicados en impresionantes edificios históricos. Es el caso, por supuesto, del Museo del Castillo Real. Posiblemente el más visitado de la ciudad, se ubica en el castillo que data del siglo XIV y fue restaurado casi de forma íntegra en las últimas décadas después de los daños sufridos durante la Segunda Guerra Mundial. El museo cuenta con una impresionante colección de arte que abarca desde la Edad Media hasta el siglo XIX, pero lo más interesante es el propio edificio que nos permite descubrir el intenso trabajo de restauración realizado en su reconstrucción.

El museo más grande de la ciudad es el Museo Nacional, que abarca una inabarcable colección de arte polaco, europeo y asiático desde la antigüedad hasta el siglo XX. Cuenta también con un área en el exterior dedicada a la historia militar del país con una colección de aviones y tanques de guerra.

Museo Polin – Foto: Christian Rojo

Aunque mi favorito es, sin duda, el Museo Polin, dedicado a la historia y cultura judía en Polonia. Se encuentra dentro de un moderno edificio y cuenta con exhibiciones interactivas y multimedia que exploran la historia y la cultura judía en Polonia desde la Edad Media hasta la actualidad pasando, obviamente, por la trágica etapa de la ocupación nazi y el holocausto con algunas salas muy conmovedoras.

Otro lugar interesante y muy visitado es la Museo de Fryderyk Chopin, ubicado en la casa donde el famoso compositor nació y pasó los primeros años de su vida. El museo cuenta con una gran colección de objetos personales del compositor, incluyendo partituras, cartas y uno de sus pianos originales.

El Museo del Alzamiento, la Casa de Marie Curie, el Museo de la Polonia Comunista, el Museo de la Evolución o el curioso Museo de los Neones son otras visitas interesantes en una lista que, como decíamos es larga y de lo más variada.

Sus parques y la naturaleza siempre cerca

Parque Lazienki – Foto: Christian Rojo

Una de las cosas que más sorprende cuando visitas Varsovia es la gran cantidad de parques que hay repartidos por toda la ciudad. De hecho, se calcula que una cuarta parte de la ciudad está cubierta por zonas verdes entre jardines, parques y bosques urbanos.

El más famoso y uno de los más bonitos es el Parque Lazienki. Con más de 70 hectáreas de extensión, está formado por diferentes zonas de jardines y un impresionante palacio barroco que mira hacia un estanque que se puede recorrer en barca. Es solo uno de los numerosos monumentos y estatuas que te puedes encontrar en su recorrido, como la dedicada a Chopin que preside una explanada donde se realizan conciertos y festivales de música clásica en verano.

Fuente Multimedia – Foto: Christian Rojo

Algunos palacios albergan bonitos jardines de estilo barroco y afrancesado como los del Palacio de Wilanów, junto al río, o el Jardín de los Krasinski, que cuenta con un bonito largo y resulta perfecto para descansar después de un paseo por la Ciudad Vieja.

A orillas del río Vístula se extiende un conjunto de parques y zonas verdes que incluyen jardines, áreas de recreo y hasta algunas playas urbanas. Si nos dirigimos hacia el norte, llegaremos a la zona más moderna del parque donde encontraremos una fuente multimedia en la que se realizan espectáculos durante los meses de verano.

El arte urbano

Mural en Muranów – Foto: Christian Rojo

Como en muchas otras grandes ciudades, el arte urbano ha conquistado Varsovia y se va descubriendo a tu paso por los diferentes barrios de la ciudad. Uno de los más activos es Muranów, el antiguo distrito judío que puede parecer aburrido desde la calle pero que esconde auténticas obras de arte en los patios interiores de sus sobrios bloques de edificios. Merece la pena curiosear entre estos edificios o apuntarse a un tour guiado para descubrir algunos de los mejores murales de la ciudad.

No podemos dejar pasar de visitar Praga, un barrio situado al otro lado del río que se ha ido convirtiendo en los últimos años en el centro de la cultura y el arte alternativo de Polonia. Aquí también se esconden muchos murales en los patios interiores de los edificios, pero algunos de ellos se dejan ver en las calles principales.

Otros barrios como Powisle o Mokotow también reclaman su protagonismo con grandes murales que, en muchas ocasiones, tocan temas sobre la historia o cultura polaca, así como diversas problemáticas sociales y políticas. En la calle Tamka se concentran algunos de los más interesantes.

Una gastronomía que fusiona tradición y modernidad

Plato de pierogi – Foto: Christian Rojo

La gastronomía en Varsovia refleja bien ese contraste que comentábamos entre tradición y modernidad. Alrededor de platos típicos, y omnipresentes, como los pierogis, sus deliciosas sopas, las chuletas de cerdo o los arenques ha surgido una variadísima oferta de restaurantes que ofrecen la cocina internacional más moderna.

Los podemos encontrar, por ejemplo, en el mercado de Hala Koszyki o en antiguas zonas industriales como la Elektrownia Powiśle, la Browary Warszawskie o la Fabryka Norblina, que se han rehabilitado para convertirse en los nuevos centros de moda de la ciudad.

Fabryka Norblina – Foto: Christian Rojo

Y al mismo tiempo se conservan algunos vestigios del pasado como sus bares mleczny, donde todavía se puede sentir el ambiente y la esencia de la Polonia comunista. En muchos de estos restaurantes aún podemos encontrar comida tradicional a precios populares.

La comida callejera es otra pasión de los varsovianos y en cualquier momento del año es fácil que nos encontremos algún festival gastronómico por las calles de la ciudad. Cabe destacar también la importancia que da la ciudad a la comida vegana y vegetariana, hasta el punto de ser una de las ciudades del mundo con una mayor oferta de este tipo.

Su gran oferta de ocio

Nowy Swiat al atardecer – Foto: Christian Rojo

Varsovia es una de las ciudades del norte de Europa con más vida nocturna. Polonia es, en general, un tanto mediterránea en este sentido y Varsovia, como su capital y principal ciudad universitaria, se percibe como una ciudad joven y muy divertida, especialmente en verano.

En la Ruta Real y el resto del casco antiguo se concentran muchos bares que, en verano, sacan sus terrazas a la calle para alegría de turistas y locales. La mayoría se concentran en la zona de Nowy Swiat, aunque recomendamos atravesar los portalones que se distribuyen a ambos lados de la calle para descubrir bares y pubs que solo los locales conocen.

En verano, la actividad se traslada a las explanadas a orillas del Vístula que se va animando según cae la noche y donde se concentran los jóvenes, y no tan jóvenes, para tomarse alguna cerveza sentado en las gradas que miran al río o disfrutar de música en directo y las discotecas flotantes que se concentran entre los puentes Most Poniatowskiego y el Cypel Czerniakowski.

Otra zona muy popular en los últimos años es Praga, en la orilla este del río Vístula, y los amantes de la música electrónica encontrarán muchos clubes en la zona de Wola así como en las calles Parkingowa, Nowogrodzka o Mazowiecka.

En resumen, Varsovia es una ciudad moderna e innovadora que ofrece algo para todos los gustos. Historia y cultura, deliciosa comida de todo el mundo, hermosos parques y áreas verdes, una vibrante vida nocturna y un sinfín de actividades en una ciudad que no descansa y que marca el ritmo de Polonia.

Christian Rojo

Aprendiz de viajero y fotógrafo. Me encanta viajar y tratar de encontrar siempre una mirada diferente en los lugares que visito.

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