Las cinco bebidas más extrañas del mundo

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Refresco de cola, limón o naranja, tónica, cerveza, vino, agua… El abanico de bebidas disponible en el mercado es muy amplio, cuya finalidad es la de refrescarnos o regalarnos momentos de disfrute, que se incrementan cuando las consumimos en compañía. Sin embargo, en la carta de bebidas habitan otras poco convencionales al incluir en su composición ingredientes inesperados, cuya ingesta solo es apta para los paladares más valientes. He aquí las cinco bebidas más extrañas del mundo.

Kumis

Kumis.
Fuente: Wikipedia.

Se trata de un lácteo creado a partir del kéfir de leche, muy típico de Asia central, donde además nació en el siglo XIII. Hasta aquí un tipo de probiótico más. Pero si aclaramos la procedencia de la leche, todo cambia. Y es que procede de la yegua. No nos vamos a detener en explicar cuál es el procedimiento para ordeñarla, que, dicho sea de paso, no tiene que ser una tarea muy fácil.

Pero sí diremos que el resultado es un brebaje con un sabor intenso y un grado moderado de alcohol. Tanto es así que existen algunas crónicas que nos relatan su capacidad para «hacer feliz» a la gente.

Vino de serpiente

Vino de Serpiente.
Fuente: Pxhere.

El nombre de esta bebida nos deja totalmente claro cuáles son los ingredientes que la conforman. Efectivamente, son serpientes, preferentemente venenosas, que se infusionan vino. El resultado es un desenlace de intenso sabor, en el que sobresalen los matices a proteína, es decir, carne.

Para los que se preguntan dónde se consume este extraño líquido, aclaramos que lo hacen en China y todo el sureste asiático. En dichos países goza de gran popularidad, sobre todo en el ámbito medicinal, pues piensan que estos reptiles tienen poderes curativos para algunas dolencias como la miopía o la alopecia. Incluso lo usan como estimulador sexual.

Vino de gaviota

Vino de gaviota.
Fuente: Magnetichillwinery.com

Esta bebida se elabora a partir de la carne de las gaviotas. Para ello, se introducen porciones del ave muerta en agua y se dejan fermentar al sol durante unos días. ¿De quién partió esta excéntrica idea? Pues de los inuits que habitan las regiones árticas, quienes tiraron de ingenio para crear una fórmula que les ayudara a entrar en calor y afrontar las bajas temperaturas del Ártico. Hoy forma parte de su cultura, de modo que es posible adquirirla en cualquier tienda de esas latitudes.

Gau Jal

Fuente:serveourmothercow.com

La orina de vaca (sí, hemos dicho bien) es el ingrediente principal de este refresco. La idea surgió de Rashtriya Swayamsevak Sangh, un grupo nacionalista de derechas de la India, quien pretendía crear un refresco que sustituyera a la Coca-Cola y la Pepsi. La inclusión de este líquido escatológico no es tan descabellada si tenemos en cuenta que allí dichos mamíferos son sagrados, pues representan a la Madre Tierra -Prithivi Mata-, y, por ende, todo lo que procede de ellos.

Sus creadores aseguran que potencia la memoria y es bueno para combatir los problemas de digestión. Por lo que respecta al sabor, parece ser que no es tan desagradable como imaginamos, ya que también incluye grosellas, hierbas medicinales y aloe vera. No sabemos si supondrá una revolución en el mundo de los refrescos, pero está claro que a bizarro lo ganan pocos.

Sourtoe Cocktail

Sourtoe Cocktail.
Fuente: Independent.co.uk.

Concluimos el repaso por las bebidas más extrañas del mundo con este cóctel, que se sirve exclusivamente en Downtown hotel, ubicado al norte de Canadá. Sin duda, supera todas las expectativas, demostrando que el ingenio humano no tiene límites. Sin embargo, en ocasiones tendría que tenerlo a juzgar por el particular componente que incluye, que es un dedo del pie.

Todo comenzó en la década de 1920, cuando un empresario minero se vio obligado a amputarse un dedo del pie, tras un episodio de congelación. Parece ser que al hombre le dio pena desecharlo y lo guardó en un botella con alcohol en su casa. Años más tarde, en 1973, el nuevo dueño de la casa lo encontró, lo llevó al Downtown hotel y retó a los clientes a probarlo. Así nació este «combinado», cuya ingesta además conlleva la obtención de un certificado expedido por el bar. Ahora bien, para conseguirlo hay una regla: los labios tienen que tocar el dedo. ¡Beber para creer!

Sonia Fernández

Historiadora y redactora zamorana. Comencé a escribir por casualidad hace siete años y hoy, quién me lo iba a decir, se ha convertido en una de mis grandes pasiones. Esto me ha enseñado que lo importante no es recorrer el camino, sino disfrutar de lo que la vida te brinda en el trayecto.

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