Si hay unas estructuras emblemáticas en el patrimonio arquitectónico madrileño son sus corralas, también conocidas como viviendas de corredor. Se trata de unas tradicionales casas de corredor, con galerías y balcones dirigidos hacia un patio interior, que se construyeron entre los siglos XVII y XIX. Esas estructuras y patios comunes eran también los utilizados en los conocidos como corral de comedias, donde se representaban las obras teatrales profanas y que forman parte ineludible de nuestra historia de las artes escénicas.
Si estás en la capital de España, no dejes de hacer una ruta para conocer estos lugares tan emblemáticos de nuestra historia. Toma nota de las corralas en Madrid que no puedes perderte y viaja a nuestro pasado a través de un agradable paseo.
Corrala de Tribulete
Entre el número 12 de la calle de Tribulete y el número 13 de la calle Sombrerete se localiza la conocida popularmente como la Corrala de Tribulete, construida en el año 1872. Una de las razones de su popularidad trae causa en que esta corrala fue la que inspiró la famosa zarzuela La Revoltosa, con música de Ruperto Chapí y libreto de José López Silva y Carlos Fernández Shaw. Se trata de una corrala restaurada y catalogada como Monumento Nacional desde 1977, así como Bien de Interés Cultural, así que no es de extrañar que se trate de una de las ineludibles.
La Corrala de Arniches
Para ver la siguiente corrala imprescindible en la capital tienes que acudir al Museo de Artes y Tradiciones Populares (Calle de Carlos Arniches, 3, 5, 28005 Madrid), así que de paso puedes visitar este recomendable centro museístico y aprovechar la mañana o la tarde. Y es que el museo, con más de 7000 piezas entre sus fondos etnográficos, se encuentra ubicado en la calle Carlos Arniches, en unas instalaciones que también comparte con el Centro Cultural La Corrala. Por ese motivo se la conoce asimismo como la Corrala de Arniches.
Esta corrala es conocida como El Corralón y es una de las más grandes que puedes visitar en Madrid. El acceso es gratuito de lunes a viernes entre las 10:00 y las 20:00 horas y los sábados de 10:00 a 14:00 horas. A 500 metros puedes acercarte a visitar el Museo de San Isidro (Plaza de San Andrés, 2, 28005 Madrid), de acceso gratuito.
Corrala de la Ribera de Curtidores
A 400 metros del Museo de Artes y Tradiciones Populares se localiza la corrala de la calle Ribera de Curtidores, que ocupa los números 3, 5 y 7. En este lugar se estableció en el siglo XV el primer matadero del Rastro y tiempo después se construyó la corrala, ya en el siglo XIX. Precisamente el origen de esa localización provocó que también se la conozca como la Corrala del Rastro. El conjunto de edificios fue rehabilitado en la década de los ochenta del siglo XX.
Corrala de la calle de la Cabeza
En la calle de la Cabeza se localiza en el número 14 otra corrala, a metros de la plaza de Tirso de Molina, en un antiguo edificio que se reconvirtió en Centro de Mayores de la Comunidad de Madrid.
El edificio, de alrededor del siglo XVI, albergó anteriormente la Cárcel de la Inquisición o la Cárcel de la Corona para eclasiásticos, que funcionó como cárcel del Santo Oficio hasta el año 1820. En su interior todavía se conserva una antigua corrala madrileña, que todavía conserva parte de su encanto castizo, después de su rehabilitación.
Corrala de Miguel Servet
Otra de las corralas madrileñas que puedes acercarte a contemplar se encuentra en el número 12 de la calle Miguel Servet y es de las más antiguas de la ciudad, ya que se levantó en el año 1790. Se trata de un conjunto de edificios con los distintos corredores característicos que ocupa casi una manzana. A escasos metros se encuentra el Parque Casino de la Reina y a 10 minutos a pie el Museo de Artes y Tradiciones Populares.
Corral de Alcalá
En relación a todas las corralas de la Comunidad de Madrid, vale la pena mencionar un corral de comedias que no puedes dejar de conocer. Fue el carpintero Francisco Sánchez quien, en 1601, se encargó de construir el corral en la Plaza del Mercado, que abrió al público al año siguiente. Un par de siglos después se convirtió en coliseo neoclásico cuando se techó el patio con una cúpula sostenida. Ya a principios del siglo XX se instaló en ella una pantalla para reconvertir el espacio en un cine.
En el año 2003 el Corral de Comedias de Alcalá fue completamente restaurado y convertido en un teatro-museo. Es posible conocerlo, por lo que puedes adquirir la entrada en su sitio web para visitarlo o en la propia taquilla del teatro, así como concertar visitas guiadas.