Con alrededor de 1500 kilómetros de costa, las playas gallegas se suceden entre sus rías, sus acantilados y las desembocaduras de los ríos formando humedales, paisajes agrestes y entornos de los más diverso de singular belleza. No te extrañará si te decimos que seguro que encontrarás muchas que te enamorarán.
En nuestro particular repaso de hoy, detenemos nuestros pasos para hablarte de algunas de las playas más bonitas de Galicia, esas en las que pasear en cualquier época del año es un lujo y donde uno saca fotografías a cualquier hora del día en un marco incomparable. ¿Las conoces todas?
Playa de Rodas

En las Illas Cíes (Pontevedra) se encuentra la playa de Rodas, la misma que hace unos años escogió el periódico británico The Guardian como la mejor playa del mundo. Y es que este lugar es un paraíso de 1300 metros de longitud y unos 60 metros de ancho, aguas cristalinas y paisaje virgen en pleno Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas. De hecho, la playa de Rodas comunica la isla de Monteagudo y la isla de Faro, y la encontrarás sin problema a la izquierda del muelle.
La playa cuenta con servicio de viajes regulares, socorrismo, pasarelas y chiringuitos en el entorno, además de un camping cerca.
Playa de A Lanzada

La playa de A Lanzada es espectacular y el entorno es precioso para pasarse el día haciendo rutas, tomando fotografías y dedicándose a la observación de aves. Si te detienes en ella unas horas a tomar el sol y darte un baño, el sitio es simplemente perfecto.
A Lanzada está entre los municipios de Sanxenxo y O Grove, y forma parte del Complejo Dunar e Intramareal Umia-O Grove. En uno de los extremos de sus 2500 metros de longitud, se encuentra sobre un pequeño acantilado la ermita de A Lanzada y una necrópolis del siglo IV a. C., visitas obligadas si andas por la zona. Es una de las playas predilectas para los amantes del surf en la provincia de Pontevedra.
Playa de Vilarrube

Entre los municipios de Valdoviño y Cedeira, localizarás la playa de Villarrube, uno de los paraísos ocultos en las Rías Altas. Se trata de una playa de 1650 metros de longitud, de arena fina y blanca, junto a la cual se encuentra un espectacular humedal y marisma cuyas aguas suben y bajan notablemente con los cambios de marea.
A cada lado del arenal desembocan dos ríos: el río de As Mestas y el río Ferrerías, por lo que en los extremos no es aconsejable bañarse por las corrientes, pero en el resto de la playa puedes hacerlo sin problema. Además, las zonas arboladas y el estupendo sistema dunar convierte todo el conjunto en uno de los sitios naturales más bellos del norte de la provincia de A Coruña.
Playa de Baldaio

En el municipio de Carballo (A Coruña), Baldaio es otra de esas inmensas y espectaculares playas gallegas en las que confluye el arenal, una laguna y una marisma. Está unida además por una barrera de dunas con la playa de Razo, de manera que el paseo se prolonga hasta 3 kilómetros. Se trata de un espacio natural protegido y una Zona de Especial Protección para las Aves, y es posible realizar rutas ornitológicas en la zona.Un lugar perfecto para recorrer y disfrutar de su belleza durante todo el año.
Playa de Melide

De nuevo en la provincia de Pontevedra, encontramos otra de las playas más bonitas de Galicia en Cangas do Morrazo. Nos referimos a las playa de Melide, dentro del Espacio Natural Protegido de Cabo Home. La flanquean varios faros y desde ella se contemplan unas vistas preciosas de las Illas Cíes.
Playa de As Lapas

La playa de As Lapas es uno de esos rincones mágicos en plena ciudad de A Coruña. Y es que esta hermosa cala se encuentra en un recodo a los pies de la Torre de Hércules, con lo que no es de extrañar que sea una de las más bonitas de Galicia. Aguas tranquilas, 70 metros de longitud, el paseo marítimo cerca, pero rodeada de vegetación y acantilados… Si vas por la Ciudad Herculina no te la pierdas.
Playa de Santa Comba

Ferrol cuenta con largos arenales flanqueados por acantilados y con amplios sistemas dunares y uno de los más bonitos, no solo del municipio sino de Galicia, es la playa de Santa Comba. Con casi 1500 metros de longitud, se trata de un paraíso virgen en el que en el islote de uno de sus extremos se alza la bella capilla de Santa Comba mirando al mar. No te cansarás de hacer fotografías.