Los mejores restaurantes de carretera para hacer una parada

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Comer en restaurantes de carretera tiene un encanto especial: todo el mundo está de paso y todo el mundo tiene hambre. En sus salones se reúnen personas de toda condición, desde familias de muchos miembros que no dan abasto para controlar a los niños, a parejas jóvenes que las miran de reojo con una mezcla de asombro, pánico y ternura. Desde camioneros solitarios que se las saben todas, a parroquianos del pueblo de al lado que miran a los viajeros con interés clínico y sonrisa socarrona. 

Y sí, en los restaurantes de carretera todo sabe un poco más rico porque estamos inmersos en la intensidad del viaje o porque aún resuenan todas las experiencias vividas cuando ya regresamos a casa. Por eso un bocata de calamares que en cualquier otro sitio se llevaría un aprobado raspado, aquí sabe a gloria. Si estás preparando tu próximo viaje por carretera por España, no te pierdas esta selección de los mejores restaurantes de carretera para hacer una parada. Seguro que ya has comido en alguno… o comerás pronto.  

Restaurantes de carretera en la A-1 

Día Mundial de la Tapa: ¿Qué rey inventó este plato?
Tapas – Fuente: Pixabay

Para hacer esta selección, hemos decidido centrarnos en las seis autovías radiales y su entorno, aunque, por supuesto, existen otros muchos restaurantes en las nacionales y comarcales que merecen una parada, incluso muchas paradas. 

Y arrancamos nuestro viaje en la A-1, la más que célebre autovía del Norte que conecta Madrid con Burgos, Vitoria-Gasteiz y Donostia y que es la gran pesadilla de muchos conductores madrileños en hora punta… y en hora no punta: no importa la hora, siempre hay algarabía motorizada en la A-1. Pero si, al menos, te diriges al norte por placer, las congestiones de vehículos se viven con menos intensidad.  

Y el placer puede empezar en el kilómetro 115, en Boceguillas, provincia de Segovia, donde encontrarás un clásico, el restaurante Área de Boceguillas en el que comer un menú a precio contenido o unos simples bocatas. Es amplio, limpio y con instalaciones muy cuidadas. Y ya se sabe que en los restaurantes de carretera no todo ello es fácil de encontrar. Y a un paso tienes la Panadería Pastelería M. Sanz, que también es restaurante, aunque destaca, como su nombre indica, por su pastelería. ¡Alerta golosos! 

30 kilómetros más al norte nos damos un festín en el Lagar de Milagros, ya en la provincia de Burgos. ¿Qué tal un cordero lechal al horno regado con Ribera del Duero? ¿Que no conviene comer tanto en un viaje, que luego hay que conducir? Muy cierto, pues habrá que echar la siesta entonces.  

Y ya cerca de Burgos, dos restaurantes con nombre tentador: Casa Juli y Casa Paca. ¿No me diréis que con esos nombres se puede comer mal? Imposible. Ya para rematar este recorrido culinario por la Autovía del Norte, una recomendación un poco más sofisticada: Comosapiens en Atapuerca. Para hacer parada antes de visitar el célebre yacimiento. 

Restaurantes de carretera en la A-2 

Restaurante de carretera - Fuente: Área 103
Restaurante de carretera en la A-2 – Fuente: Área 103

Nos vamos ahora en dirección Barcelona, pasando por Guadalajara y Zaragoza. Y nuestra primera parada es en el pueblo de Almadrones, en Guadalajara, cerca de donde visitamos Área 103, otro lugar de nombre estimulante, también para una película sobre ovnis. Pero en Área 103 todavía no se han reseñado avistamientos, entre otras cosas porque los comensales están muy ocupados dando buena cuenta de sus menús. 

Seguimos por la A-2 y en menos de 15 minutos tenemos Casa Adrián, ideal para aquellos viajeros que buscan una buena parrilla. Como dice algún comensal, perfecto para aquellos que quieren visitar Sigüenza o el Mirador de Félix Rodríguez de la Fuente pero no quieren pagar menús a precio de Nueva York. 

Ya en la provincia de Zaragoza, nos detenemos en otro restaurante de nombre prometedor: el Asturiano. De acuerdo, hay como decenas de restaurantes en España con ese nombre, pero eso es porque en Asturias se come muy bien, ¿no? Pues este lugar es un trocito del paraíso natural en el kilómetro 299 de la A-2, en La Muela. Y poco antes de llegar a Zaragoza, un homenaje a la comida autóctona, que tampoco se come nada mal por esta tierra: Mesón de Aragón en María de Huerva. 

Restaurantes de carretera en la A-3 

Tapas - Fuente: Depositphotos
Tapas – Fuente: Depositphotos

Ponemos rumbo al Mediterráneo recorriendo la autovía del Este, la que comunica Madrid con Valencia y que, cuando llega el verano, se llena hasta arriba de viajeros ávidos de chapuzones y paella. Pero antes de dar buena cuenta de la gastronomía levantina hacemos parada en un puñado de restaurantes de carretera, para calentar motores. 

En el kilómetro 62, a la altura de Fuentidueña de Tajo, en la comarca de Las Vegas, aún en Madrid, nos paramos en el restaurante De Juan donde no hay trampa ni cartón:  tortilla de patata, pollo empanado, bocatas y cafelitos. Pero todo rico, rico. 

60 kilómetros más adelante, es buena opción parar en Asador Marchena, en el kilómetro 124, a la altura de Zafra de Záncara, en la provincia de Cuenca. Además de que la comida es buena y a buen precio —atentos a la sopa de ajo, las carrilladas de vino y las judías con perdiz—, nos cuentan que es pet friendly y tus animales serán bienvenidos en el interior, siempre que estén formales, claro. 

No dejamos Cuenca aún porque en el entorno de Honrubia tienes muy buenos restaurante de carretera como el Buendía, ya en el desvío de la Nacional-III que te lleva a Alarcón, uno de los pueblos más bonitos de la provincia. Y un poco más adelante, pásate por Ven y Ven, en Tébar, otro clásico de la A-3 con un gran comedor.  

Restaurantes de carretera en A-4 

Restaurante de carretera - Fuente: Las Tinajas (Jaén)
Restaurante de carretera – Fuente: Las Tinajas (Jaén)

La autovía del Sur o Autovía de Andalucía se construyó siguiendo el trazado de la Nacional-IV, otro clásico de nuestras carreteras que conecta el centro peninsular con las provincias andaluzas cruzando Despeñaperros. Pero antes de llegar a Jaén, una parada en Tapería Bar La Salida, a la altura de Madridejos, una popular localidad de La Mancha toledana ya a un paso de Ciudad Real: cocina casera con menú a 11 euros. Y dadas las circunstancias, no está nada mal ¿no? 

Nos metemos en Ciudad Real y paramos en el kilómetro 217 a la altura de San Cruz de Mudela para visitar el Asador La Caliza, uno de esos restaurantes que recomiendan los camioneros. ¡Y quién sabe más sobre restaurantes de carretera que un camionero! 

Todavía en Ciudad Real no podemos evitar pasar por uno de los clásicos de la A-4: Aprisco de Puerto Lápice, uno de los mejores restaurantes de la provincia para catar la comida manchega, destacando el pisto, el cordero o las gachas de pastor. Y a un paso puedes visitar los molinos de viento de Puerto Lápice, para terminar de ponerte en modo Quijote. 

Ya en Jaén, os recomendamos el restaurante Las Tinajas, poco antes de entrar en Guarromán, la célebre localidad giennense. Un rara avis como restaurante de carretera por su curiosa decoración: todas las paredes están repletas de objetos curiosos, uno de esos restaurantes que es algo más que una parada en mitad del viaje. 

Restaurantes de carretera en la A-5 

Un plato de pescado - Fuente: La Terracita Restaurante
Un plato de pescado – Fuente: La Terrazita Restaurante

Ponemos rumbo a Extremadura recorriendo la A-5, la autovía de más de 400 kilómetros que nos lleva hasta la frontera portuguesa. Y nuestra primera parada en esta carretera es la provincia de Toledo, en el municipio de Calera y Chozas, pasando El Casar de Talavera, donde encontramos el restaurante Don Quijote, otro lugar de nombre original, ¿no? Pero si te gusta el olor a brasa, esta es una parada obligatoria, uno de los restaurantes mejor valorados del primer tramo de la A-5. 

Ya en Cáceres, hacemos parada en La Terrazita Restaurante, en el kilómetro 179 de la antigua Nacional V, a la entrada de Navalmoral de la Mata. No es el local más barato de esta selección, pero su carta es una de las más variadas y cuidadas: para muchos, uno de los mejores restaurantes de la localidad cacereña. 

Ya camino de Mérida nos pasamos por un clásico de la A-5, tanto que toma el nombre de la autovía: Ruta 5. Su logo parece el de un videojuego de coches y el ambiente no defrauda, con sus múltiples máquinas tragaperras. Se encuentra a la altura de San Pedro de Mérida, pasando Torrefresneda: comida casera a un buen precio. 

Por último, nos salimos un poco de la ruta para recomendar un local que se encuentra en la carretera N-521, en Valencia de Alcántara, muy cerca ya de la frontera con Portugal. Se trata de Bar Díaz, otro de esos establecimientos recomendados por camioneros: raciones amplias, servicio eficiente y precio contenido. 

Restaurantes de carretera en la A-6 

Huevos con patatas - Fuente: Pixabay
Plato típico – Fuente: Pixabay

De nuevo ponemos rumbo al norte para alcanzar Asturias y Galicia, un viaje bien largo si quieres llegar a A Coruña, por ejemplo, que requiere un par de paradas desde Madrid. Y empezamos por el Asador Alto del León, un mítico de Guadarrama que se encuentra en la frontera entre la Comunidad de Madrid y Segovia. Bien es cierto que para llegar a él hay que salir a la Nacional VI y dejar la autovía, pero merece la pena si quieres comer deliciosa carne a la brasa en horno de leña con impresionantes vistas a la sierra. 

Avanzamos en dirección norte y nos detenemos justo antes de llegar a Tordesillas, para seguir con nuestro festival de carne a la brasa en el Abrasador El Astral, el restaurante del camping homónimo. Y aunque es famosa por su carne, si ya no puedes más y prefieres algo más ligero, el salmón y la lubina te harán saborear el mar en el que termina la A-6. 

Mucho más al norte, ya en Lugo, es hora de probar la cocina gallega de carretera en Villacol, en el km 438: caldo gallego, bacalao en salsa, zorza con patatas, troitas con xamón, etc. ¿A qué suena bien? Pues sabe mejor. El menú está en 14 euros los fines de semana. 

Y para terminar este itinerario gastronómico por los mejores restaurantes de carretera, un clásico en la frontera entre León y Asturias, muy cerca del Pajares: restaurante Casa Ezequiel en la Nacional 630 a la altura de Villamanín. Hasta que no comes aquí no puedes saber lo que es realmente una ración abundante, uno de esos platos que no podrás acabar nunca, incluso aunque lleves al volante diez horas y pienses que te vas a comer hasta la mesa. 

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