Llega el fin de semana y miles de madrileños salen de la capital en estampida buscando un refugio sereno y apacible en el que pasar un par de días alejados del claxon y la polución. Y es que la Comunidad de Madrid cuenta con numerosos rincones con encanto en los que recorrer pintorescos senderos, visitar monumentos con historia y descansar en habitaciones con vistas al silencio.
Es el otro Madrid, el de los pueblos amables en los que aún resuenan la campana de la iglesia y el crujir de las hojas. Esta es la lista de 8 de los pueblos más bonitos de Madrid. ¿Te queda alguno por descubrir?
Buitrago del Lozoya
A unos 70 kilómetros al norte de la capital encontramos uno de los pueblos más entrañables de la Comunidad de Madrid. Situado a los pies de la Sierra de Guadarrama, con Somosierra al norte y el Valle de Lozoya al sur, cuenta con un recinto amurallado de origen musulmán muy modificado en etapas posteriores y que ha sido declarado Bien de Interés Cultural. Así mismo, el visitante no puede perderse el Alcázar, un conjunto gótico-mudéjar del siglo XV, así como la Casa del Bosque inspirada nada menos que en Villa Rotonda de Palladio o el brumoso Puente del Arrabal.
Pero en Buitrago no solo nos empapamos de la nostalgia de un pasado mítico, sino que podemos disfrutar del mejor arte contemporáneo gracias al peluquero de Picasso: Eugenio Arias Herranz, hijo de la localidad, cedió a Buitrago muchas de las obras que le regaló el genio andaluz con las que el Ayuntamiento inauguró en 1985 el Museo Picasso.
Con todo, el viajero que llega a Buitrago queda epatado ante las preciosas vistas del recinto amurallado rodeado por el río Lozoya. Sin duda, uno de los pueblos más encantadores de la Comunidad de Madrid.
La Hiruela
A unos 25 kilómetros al noreste de Buitrago llegamos a una de esas aldeas misteriosas que fascinan a los madrileños. La Hiruela es un pueblo con apenas 50 personas censadas, siendo actualmente el tercer municipio menos poblado de la Comunidad de Madrid. Esta soledad es la que buscan muchos viajeros que llegan rebotados de la algarabía capitalina.
Situado en la Sierra del Rincón, un paraje natural de extraordinaria belleza, La Hiruela ofrece pintorescas casas de piedra y adobe que nos hacen soñar con otros tiempos en los que el metro cuadrado no se pagaba a precio de riñón sano. Una verdadera joya rural al norte de Madrid.
San Lorenzo del Escorial
Y de una aldea perdida en el norte nos vamos a uno de los pueblos más populares del oeste de Madrid. No hay pérdida: allí donde se encuentra uno de los monumentos más importantes de la historia de la arquitectura española se sitúa un pueblo que ha crecido en torno al Monasterio de El Escorial. Enclavado en las laderas meridionales del Monte Abantos, fue creciendo de forma desordenada en torno al Monasterio otorgándole a la postre ese aspecto pintoresco. Todo un clásico rural de la Comunidad de Madrid.
Horcajuelo de la Sierra
Volvemos al norte para visitar otro de los pueblos de montaña más deliciosos de Madrid. Con sus 90 habitantes no es que Horcajuelo sea mucho más grande que La Hiruela. Su arquitectura típica es uno de sus principales atractivos. Pasear por sus calles admirando esas viviendas de otro tiempo es un placer indescriptible.
De hecho, los vecinos del pueblo, conscientes del tesoro arquitectónico que custodian tratan de mantener, en la medida de lo posible, el estilo de estas construcciones. El senderismo, las rutas BTT y otras actividades deportivas vinculadas a la naturaleza son otros de sus reclamos.
Chinchón
El sur (de Madrid) también existe. Y Chinchón es una de sus localidades más célebres. Ubicado en plena cuenca Tajo-Jarama forma parte del Parque Regional del Sureste. Su historia es rica en acontecimientos estando marcada por la tradición nobiliaria vinculada al territorio. De hecho, llegó a ser declarada ‘Villa Muy Noble y Muy Leal’ por el primer Borbón en España tras la guerra de Sucesión del XVIII.
Desde 1974, su casco histórico fue declarado Conjunto Histórico-Artístico siendo su plaza mayor uno de los ejemplos mejor conservados de todo Madrid. Sus soportales y balcones combinando blanco y verde son toda un seña de identidad de este pueblo que es el único de Madrid que pertenece a la asociación de Los pueblos más bonitos de España.
Rascafría
Al noroeste de la Comunidad de Madrid el aficionado a la montaña tiene en Rascafría un lugar de privilegio. Situado en el Valle de Lozoya al igual que Buitrago, esta población de unos 1700 habitantes es uno de los pueblos más visitados de la zona. Ubicado en el Parque Natural de Peñalara cuenta como principal atractivo monumental con el inmaculado Monasterio de El Paular, una joya gótica en un enclave fascinante, con las montañas, a menudo nevadas, en el horizonte. Así mismo, el Puente del Perdón es otro imperdible, al igual que el popular Bosque de Finlandia, uno de los más bellos de Madrid.
Patones
A poco más de 60 kilómetros del norte de la capital, el angustiado urbanita también puede respirar aire fresco y bajar el ritmo cardiaco en Patones, un municipio dividido en dos localidades: Patones de Arriba y Patones de Abajo.
La primera ofrece un excelente ejemplo de la denominada arquitectura negra típica de la Sierra de Ayllón: se trata de un tipo de arquitectura rural que emplea la pizarra como principal elemento constructivo, siendo un tipo de material muy habitual en la zona. Pese a que ya no es ningún secreto y los fines de semana se llena de visitantes, su maravilloso caserío merece una visita.
Aranjuez
Y terminamos al sur de Madrid con una de las joyas inapelables de la Comunidad. Aranjuez es uno de los pueblos más románticos de la región, un refugio pintoresco en el que la historia palpita en cada rincón. Su Palacio Real es de obligada visita así como sus Jardines, mientras que el río Tajo mece al viajero con su rumor líquido. Pese a que también es un lugar de gran afluencia turística, sobre todo con el buen tiempo, siempre es posible descubrir un nuevo rincón sereno y aislado en uno de los pueblos más bonitos de Madrid.