Un doble incendio que afectó a más de 50.000 hectáreas, buena parte de ellas pertenecientes a la sierra de la Culebra, el gran tesoro natural del noroeste de Zamora. Considerado uno de los incendios más devastadores de la historia de España desde que se tienen registros, se cuantificó en cinco millones de euros las pérdidas por este desastre natural.
Semanas después de que se extinguieran las llamas, regresamos a Zamora para tomar el pulso de una tierra dañada, pero viva: porque hay muchas razones para redescubrir la sierra de la Culebra, desde sus pueblos y comarcas a sus habitantes más singulares, los lobos y los ciervos.
En tierra de lobos y ciervos

Con una superficie de 70.000 hectáreas, la sierra de la Culebra se extiende por las comarcas de Aliste, Sanabria, Carballeda y Tábara incluyendo municipios como Villardeciervos, Figueruela de Arriba o la propia Puebla de Sanabria que marca su límite noroccidental.
Pero antes de embarcarnos en una ruta por los pueblos serranos, debemos hacer mención al habitante más insigne de estas tierras: el lobo ibérico que desde hace décadas mantiene poblaciones estables al norte del Duero. El impacto de los incendios también se ha dejado sentir en la rutina de estos animales que se han desplazado hacia espacios menos afectados por el desastre.
Existen diversas empresas especializadas en al avistamiento de la fauna de La Culebra, especialmente de los lobos y los ciervos. Y también podemos visitar el Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León – Félix Rodríguez de la Fuente ubicado en Robledo de Sanabria: son 20 hectáreas que recrean un ambiente natural en el que viven varios lobos en condiciones de semilibertad.

Así mismo, y aunque ya llegamos tarde para la de este año, no hay que olvidar al ciervo y su berrea, uno de los grandes espectáculos de la Sierra de la Culebra: los bramidos y las luchas rituales entre ciervos marcan esta época de celo.
Por su parte, en el Centro de Interpretación de la Miel de Sagallos, a unos 20 kilómetros al este de Robledo de Sanabria, se ofrece un dulce recorrido por la vida y milagros de otro de los habitantes de la sierra: la abeja.
Y ahora que estamos en pleno otoño, hay que recordar que por esta tierra también se localiza el Parque Micológico Montes del Noroeste Zamorano, un paraíso para los micólogos. Pero no te olvides solicitar permiso si vas a recoger setas.
Una ruta por los pueblos de la sierra de la Culebra

Las comarcas y las localidades que se extienden en torno a la sierra vivieron un terrible verano, con el alma en vilo por los devastadores incendios. Semanas más tarde tratan de recuperar su ritmo de vida sin olvidar el desastre. Nosotros nos acercamos a varios de estos pueblos para redescubrir la belleza de una tierra aguerrida que sabe muy bien lo que es luchar contra el olvido.
De este oeste a este, arrancamos nuestro itinerario en Rihonor de Castilla, uno de los pueblos más singulares de toda la provincia, una joya fronteriza en la que brilla la historia de dos pueblos, de dos países: una raya en un pequeño puente separa Rihonor de Castilla de Rio de Onor de Bragança (Portugal) lo que supone que estas localidades tengan dos husos horarios diferentes. A ambos lados de la frontera comenzamos a disfrutar de la arquitectura tradicional de estas tierras, una constante a lo largo de toda la ruta.
A 20 kilómetros al este de Rihonor llegamos a Santa Cruz de los Cuérragos, uno de los pueblos que no suele perderse la lista de localidades más bonitas de la provincia. En la confluencia de las comarcas de Aliste, Sanabria y La Carballeda, esta localidad presenta uno de los mejores conjuntos de arquitectura popular de toda la sierra, destacando el uso de materiales como la pizarra, la piedra y la madera.

20 kilómetros más al sur visitamos Riomanzanas, un pequeño pueblo del municipio de Figueruela de Arriba ya en la comarca de Aliste definido por el arroyo del Fontano que divide el casco urbano en dos partes diferenciadas. Destaca la esbelta espadaña de la parroquia Anunciación de Nuestra Señora.
A media hora al este, alcanzamos una de las localidades más populares de la sierra de la Culebra: Villardeciervos. Y es que toda la localidad logró ser declarada como Bien de Interés Cultural en 2020 tras varias décadas de espera.
No en vano estamos ante uno de los conjuntos de arquitectura tradicional mejor conservados de la Sierra: casi el 90% de las casas nobles del pueblo están datadas entre 1800 y 1900. Son casas de piedra que usan la mampostería para el grueso de lo muros y los grandes sillares para las esquinas, mientras que la madera se reserva para las ventanas, las puertas y sus icónicas galerías.

A un paso de Villardeciervos se ubica una de las grandes sorpresas de la sierra de la Culebra: su playa. Aunque estemos a muchos kilómetros de la playa marítima más cercana, en esta tierra también puedes disfrutar de la arena y un buen chapuzón en el embalse de Valparaíso.
Y para los amantes de la historia un tesoro en Camarzana, en la orilla norte del río Tera, a unos 20 minutos al este de Villardeciervos. Aquí se ubica la villa romana de Orpheus, un yacimiento arqueológico descubierto en la segunda mitad del XIX, pero cuyos trabajos no finalizaron hasta el 2018. Se trata de una villa romana de 15 habitaciones en torno a un peristilo o patio porticado con pavimientos de mosaico de figuras tardorromanas, entre los siglos II y IV d.C.
Vamos finalizando nuestra ruta por los pueblos de la Sierra de la Culebra, desplazándonos de nuevos hacia su corazón para pasar primero por Villanueva de Valrojo donde se celebra uno de los carnavales más famosos de Zamora: son los Antruejos que, combinando simbología pagana y referencias cristianas, se caracterizan por sus indumentarias típicas de trajes coloridos y máscaras extravagantes.
Y a 20 kilómetros al sur visitamos Riofrío, una de las principales localidades de la comarca de Aliste. Aquí también se celebran unas coloridas mascaradas de invierno: son los Carochos, una fiesta declarada de Interés Turístico Regional en Castilla y León que se celebra durante el solsticio de invierno.
No dejes de visitar la Casa-museo de los Carochos para conocer más sobre esta singular mascarada. Y recuerda que todavía estás a tiempo de elaborar un traje y una máscara para celebrar que la sierra de la Culebra sigue en pie pese a la desgracia.