Perú puede presumir de tener una gastronomía sumamente diversa. Tanto es así que recoge los sabores de cuatro continentes, pues incluye influencias españolas, de las antiguas culturas locales, la costa subsahariana y atlántica. El resultado es un recetario sumamente prolífico con incontables platos típicos, que algunos entendidos afirman que son cerca de 500. Grosso modo, solo en la costa se han contado más de 2.500 tipos distintos de sopas y 250 postres tradicionales.
Así que, con una gastronomía tan prolífica y compleja, la comprensión de la misma y la elección se torna una tarea muy próxima a la utopía. Pero, haciendo acopio de valentía, hemos seleccionado los siete que citamos a continuación.
Ceviche
Es uno de los más representativos de la tradición culinaria peruana, cuya popularidad ha traspasado fronteras, incluido nuestro país, donde luce en cada vez más cartas de restaurantes y en nuestras mesas. Aunque existen diferentes versiones dependiendo de la región, la más tradicional incluye porciones de pescado marinadas en cebolla, ají, sal y zumo de limón. En algunas ocasiones, se le incorporan algas marinas -yuyo-, choclo, camote y cancha serrana. Sin duda, un plato imprescindible que te permitirá tener la sensación de haber degustado el país.

Causa
En Perú, la causa tiene fundamento, pero también sabor. Y es que da nombre a un plato muy tradicional surgido en la época precolombina, que se compone de patatas amarillas asadas con ají y rellenas de atún o pollo.

Papas a la huancaína
Las patatas también cobran un gran protagonismo en la sierra y la costa de Perú, donde las cocinan a la huancaína, constituyendo una de sus elaboraciones más representativas. En ella, los tubérculos se presentan cubiertos o rellenos con una salsa, generalmente hecha con galletas de soda, leche, queso blanco y ajo, y decoradas con aceitunas y lechuga.

Anticucho
Esta receta es poco apta para lo más aprensivos, ya que se compone de porciones del corazón de la vaca, sazonados con ají y una mezcolanza de especias, asados y presentados en un palo de caña. Sin embargo, son toda una institución en el país, donde además le han consagrado un día nacional, que es el 17 de octubre. Aunque desconocemos cuándo se incluyó en su recetario, sabemos que los conquistadores españoles son los artífices de la versión que hoy disfrutan, pues entonces empleaban carne de llama y no los ensartaban.

Cau cau
No solo ostenta el honor de ser uno de los más tradicionales de la cocina peruana, sino también uno de los más picantes del mundo. Y es que este guiso incluye, además de mondongo y patatas cocidas, especias como el palillo, que se extrae de la planta de la cúrcuma, el ajo o los ajís amarillos en cantidades desmedidas, los cuales hacen que el contador de la escala de Scoville (mide el picor de cada tipo de picante) se dispare.

Pachamanca
Aunque está presente en todas las regiones, donde cada una tiene su propia versión, es típicamente tradicional de las que integran la sierra. Lo componen una mezcla de carnes como el pollo, el cerdo, la ternera y el cuy o conejo de Indias, las cuales se aderezan con otros ingredientes como el camote, las patatas, la yuca y el choclo.
A priori, se presenta como un plato de lo más normal, y pasaría desapercibido ante muchos comensales si no fuera por su particular forma de elaboración. Y es que los ingredientes se cocinan, concretamente se cuecen, sobre la superficie de piedras previamente calentadas, que suelen colocarse en la tierra. El resultado es mejor saborearlo.

Pollo a la brasa
La carne de esta ave es una de las más consumidas en el país, siendo a la brasa la forma más tradicional de cocinarla. Tanto es así que festejan el Día del Pollo a la Brasa, que es el 16 de julio, cuyo menú ya sabéis. El proceso de elaboración es de lo más meticuloso, y lo describe muy bien la web de turismo del país: «el pollo macerado se cocina a las brasas en un horno especial, haciendo que este gire sobre su propio eje. Además, suele acompañarse de una buena porción de papas crocantes y ensalada».