Libertad, contacto directo con la naturaleza, ahorro económico, experiencias únicas, aventura… Son tantas las razones que fomentan los viajes en camper que a veces se nos olvida la letra pequeña. Porque viajar en camper puede ser una experiencia inolvidable… en todos los sentidos.
Para evitar que las aventuras en camper terminen antes de lo deseado, conviene estar preparado para enfrentarse a diversos imprevistos y así disfrutar como se merece de una experiencia que puede cambiarte la vida. Toma buena nota de las 11 cosas que deberías tener en cuenta a la hora de viajar en camper.
Coste económico

Algunos neófitos en el arte de viajar en camper creen que con dos duros ya puedes coger una furgo y plantarte en los fiordos noruegos. Desde luego que este tipo de estilo viajero es más asequible que montarse en un avión y pagar varias noches de hotel, pero la camper tiene sus gastos.
No solo hay que camperizar una furgoneta para que se transforme en tu nueva casa andante, sino que hay que costear su mantenimiento, que como cualquier otro vehículo de uso intenso no es precisamente barato. Y luego está el combustible, que no estamos precisamente en un buen momento para llenar depósitos cada 1000 kilómetros.
Al margen del gasto que ocasiona la camper, están la alimentación y el coste de los campings, entre otros. En suma, antes de lanzarte a la carretera con lo puesto, deberás hacer un tedioso pero imprescindible cálculo de gastos. Si tienes que elegir entre cambiar la junta de la culata y comer una semana, empezamos mal.
Planificación
Tenemos el presupuesto hecho y según se extrae del mismo vamos a poder comer todos los días, incluso varias veces al día. Bien. Ahora toca una planificación mucho más agradable. La del viaje. En este sentido, existen dos tipos extremos de camperista: el que fija de antemano hasta el más mínimo detalle y que hiperventila ante cualquier imprevisto y el del que sea lo que la carretera quiera. Como supondrás, un término medio es lo más indicado.
Porque una de las indudables ventajas de viajar en camper es la libertad que ofrece para cambiar los planes a tenor de las vicisitudes del propio itinerario. Así que ten suficiente cintura para adaptarte a los cambios en la planificación que no deja ser un boceto del viaje. Pero sin la confección de este boceto tu viaje puede ser un entrañable pero desastroso guirigay.
Aparcar, pernoctar, acampar

Vete haciéndote a estos tres términos que pueden parecerse, pero que tienen sus matices. Poder, puedes aparcar donde quieras, pero te arriesgas a considerables multas: así que como sucede con cualquier otro vehículo, respeta la normativa de aparcamiento.
Si vas a dormir, deberás estar atento a las señalizaciones que lo puedan prohibir. Si tienes dudas, consulta los foros y las aplicaciones de ayuda para los usuarios de camper. En este sentido, debido a la menor altura que una autocaravana, una camper puede tener acceso a cómodos parkings en zonas urbanas o naturales.
Por último, siempre existe la posibilidad de pasar la noche en un camping, ganando seguridad y cierta comodidad, aunque elevando el coste del viaje y perdiendo un poco de libertad. Cuestión de gustos y presupuestos.
El parte meteorológico
Estar permanentemente en la carretera provoca que todo camperista lleve dentro una especie de meteorólogo en potencia. Con el paso de los kilómetros empezarás a interpretar las gamas de grises de las nubes anticipando aguaceros torrenciales o simple lluvia fina. Pero, tranquilo, una tormenta repentina no te arruinará el viaje.
Para lo que sí hay que estar preparado es para las altas o las bajas temperaturas. Sin calefacción y sin ropa adecuada, el frío puede ser terrible. Así mismo, hay que estar muy atento a los destinos con altas temperaturas porque la furgo se puede transformar en un insoportable horno.
Prepárate a conciencia, consultando los partes meteorológicos de cada destino, que hoy en día la precisión de las predicciones meteorológicas es extraordinaria, hasta con semanas de antelación. Y si hay que rechazar un destino por una ola de calor, ya volverás en mejor ocasión… antes que achicharrarte vivo en tu querida camper.
La gestión del agua
El agua es un elemento clave en la camper, tanto para la higiene como para el consumo. Ten siempre una reserva de agua embotellada por si acaso, aunque por el camino siempre encontrarás manantiales de deliciosa agua natural, pero siempre asegurándonos de que es potable, por supuesto.
Por otro lado, tanto el aprovisionamiento de agua para higiene y limpieza como su vaciado debe seguir unas normas muy escrupulosas. Recuerda que en las gasolineras encontrarás agua y que el vaciado de las aguas grises —aguas residuales del lavabo, ducha o fregadero— y de las aguas negras —aguas fecales— debe ajustarse a la normativa, mucho cuidado. Lo más indicado es usar las instalaciones habilitadas para ello en campings, gasolineras o áreas de servicio.
Respeto a la naturaleza

Suponemos que si vas a viajar en camper es porque amas la naturaleza, así que no te vamos a leer la cartilla con este tema. Tan solo recuerda que no debes dejar ningún residuo donde acampes o pernoctes y que debes tener mucho cuidado con la mencionada gestión de las aguas residuales.
Higiene
Es uno de los aspectos más delicadas de viajar en camper, especialmente para los que lo hacen por primera vez. Si a los tres días de estar en la furgo empiezas a echar de menos la ducha de tu casa o de un hotel, no te preocupes, es normal. La higiene personal dependerá tanto de nuestro equipamiento como del itinerario del viaje.
Las duchas de los campings y de algunas áreas de servicio serán nuestras mejores aliadas, pero es aconsejable contar con una ducha solar de agua caliente para emergencias. Así mismo también es muy aconsejable contar con un inodoro o potti portátil para hacer nuestras necesidades en un entorno un poco más íntimo que el baño de una gasolinera, pero no tanto como el bosque de los alrededores, que también sirve en caso de emergencia, pero siempre enterrando nuestros excrementos.
El orden y la organización del espacio
Una camper es una casa-vehículo de reducidas dimensiones. Partiendo de esa máxima, tendremos que afinar nuestras habilidades para el orden y la precisión en la organización del espacio. Por supuesto que en este este aspecto también entra el carácter de cada uno, desde el maniático del orden hasta el defensor del orden desordenado que no es más que un autoindulgente eufemismo del caos.
Si bien es imposible que la furgo esté permanentemente ordenada, es imprescindible organizar adecuadamente el espacio generando una metodología en la forma y lugar en la que se guarden los objetos para que no se pierdan. Que parece mentira que en un sitio tan pequeño se pierdan tantas cosas. Y por supuesto, todo lo que no sea imprescindible para el viaje, habrá de quedarse fuera: así son los viajes en camper.
Internet

¡Qué tiempos aquellos en los que no había que estar pendientes del dichoso wifi cuando se iba de viaje en furgo! Pero la realidad es la que es y si queremos hacer uso de todas esas apps que nos hacen la vida más fácil y estar conectados a nuestras redes sociales y subir contenido to’guapo a nuestros blogs deberemos cuidar la conexión de nuestros dispositivos.
Si no tienes datos móviles y haces mucho uso de internet deberás optar por comprar un router para wifi portátil que puede incluir una SIM ilimitada. No obstante, si el uso que haces es más limitado puedes ir tirando tanto de datos móviles como de redes wifis gratuitas.
Dormir
Es lo más importante de cualquier viaje, pero más si lo hacemos en camper. Estar descansado para conducir es fundamental: no arruines un viaje por conducir cansado o con menos horas de las debidas. En este sentido, deberás acostumbrarte a la cama del camper, que no siempre es sencillo, pero no te preocupes que terminarás convirtiendo tu lecho camperizado en una cama de hotel de cinco estrellas… o casi.
La convivencia

Entre redes wifis, aguas grises, pottis portátiles y partes meteorológicos no debes olvidar un aspecto decisivo que puede ser lo mejor… o lo peor del viaje: la convivencia. Si viajas solo, la convivencia contigo mismo es más sencilla —aunque no siempre—, pero si viajas acompañado, con pareja o amigos, prepárate para conocer a fondo a tus acompañantes… pero bien a fondo, y no queremos especificar más.
Todo lo bueno y lo malo de una persona suele brotar cuando vive una experiencia intensa. Y hay pocas experiencias tan intensas como viajar en camper, donde las distancias cortas son el hilo narrativo de historias inolvidables, siempre en la mejor compañía, claro.