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En la capital de Chile, Santiago, el césped es ya  un lujo en medio de una sequía que ya dura una década y que  ha obligado a la ciudad a implementar medidas de emergencia para limitar el uso del agua. Las autoridades locales y paisajistas han reemplazado las exuberantes plantas verdes con flora del desierto. Y planean transformar las áreas próximas  a carreteras y autopistas de espacios verdes a jardines sostenibles con plantas que consuman poca agua y utilicen riego por goteo. "Esto ahorra casi un 90 por ciento de agua en comparación con el paisajismo tradicional", destaca  Valentina Vega, responsable de áreas verdes del elegante distrito de la ciudad, Providencia. "El ccésped   consume  alrededor de seis litros por metro cuadrado", explicaVega. La ciudad de unos 6 millones de habitantes tiene que adaptarse a un clima más seco tras un período prolongado de sequía. A principios de este mes, Chile anunció un plan para racionar el agua en la capital, sin precedentes en los casi 500 años de historia de la ciudad. El país andino, un importante productor de cobre y alimentos,  se seca. Vecinos como Dina han diseñado en su casa jardines como éste con arbustos y flores de colores pero sin césped. La ciudad también está dividida. Las áreas ricas tienen más prados verdes y avenidas arboladas frondosas, a diferencia de los distritos más desfavorecidos.   "La sequía nos golpea a todos", señala Eduardo Villalobos, subdirector de este parque, quien hace hincapié en que se necesitan cambios para ahorrar agua.